Querido lector,
Tengo tantas cosas que contar que siento que el silencio es el único capaz de albergar la inmensidad de mis sentimientos. Quizás sea algo extremista y dramático de más, pero es la realidad. Al menos, la mía.
Dicen que los recuerdos son pequeños puzles mentales que ayudan a la recreación de experiencias pasadas, pero cuando se trata de esto me faltan piezas. Supongo que al perdernos, una parte de mí se perdió con él. Nos perdimos y ahora no sé cómo encontrarme ni dónde comenzar a buscar. Hay demasiados escombros, demasiados tornados de juramentos que se quedaron a medias, de promesas de nunca llegaron a su fin y palabras que no debieron ser pronunciadas. A lo mejor mi destino es deambular por las calles grises donde aún resuena su voz y mi piel sigue reaccionando a sus fantasmagóricas caricias.
Durante mucho tiempo intenté comprenderlo, el porqué era tan importante que perdí el rumbo. Todo cambió cuando que descubrí que el problema de nuestra tortuosa relación radica en la ambigüedad del sentimiento que predicábamos. Amor. Me costó asimilar la complejidad del tema, mas entendí que no es la imposibilidad de medir o cuantificar esa sensación de plenitud inefable sino el significado y relevancia que individualmente le damos.
Acepto mi parte de culpa. Sé que mis acciones se han visto sometidas por el régimen dictatorial emotivo. Incluso puede que mis decisiones hayan estado ligeramente influenciadas por las grietas pasadas que poco a poco se fueron haciendo más y más grandes en mi corazón. Sin embargo, por mucho daño que nos hayamos hecho, me niego a vivir una vida donde el miedo a salir herida sea superior al placer de volver a ser amada. Si tengo que luchar contra lo que fuimos para poder volver a ser quien era, lo haré.
No sé si alguien leerá esto en algún momento, o si mis vivencias caerán en saco roto como las miles de lágrimas que he derramado en estos días, pero si con esto puedo ayudarte a salir del agujero en el que yo me encuentro, habrá valido la pena.
Coge mi mano fuerte, voy a necesitarlo.
Analise.
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Editado: 28.03.2022