ELLA
Todavía estoy molesta, no entiendo por qué mi madre me tenia que enviar al territorio humano en esta ridícula misión, como si fuera cierto que un humano tendría la clave para nuestra supervivencia, los humanos nunca nos han ayudado, antes por el contrario, siempre que hemos estado en contacto con ellos hemos sufrido grandes perdidas y mi madre sabe eso de sobra pues la última vez perdimos a mi padre y a mi hermano; y ahora me envía a lidiar con ellos; por más discretos que seamos tarde o temprano descubrirían quienes somos y estaremos en peligro; no importó cuantas veces le suplique que no nos enviara allí, ella esta absolutamente segura que es el tiempo de la profecía y solo la sangre real podrá reconocerlo, por eso yo debo ir y los tontos de Mia y Orión, que son mis mejores amigos, se ofrecieron como voluntarios para “protegerme”, también van conmigo tres de los guardias del palacio.
Una vez estuvieron listos los preparativos no tenía más opción que obedecer las ordenes de la Reina Elinor y nuestro grupo se dirigiría al territorio humano, nos registraríamos en una Universidad como estudiantes de intercambio en la facultad de artes y una vez allí tendríamos que encontrar al humano de la profecía quien logrará unir nuestras razas y vivir en armonía para así evitar nuestra extinción, Ja! Cómo si fuera posible encontrar un humano así, todos son egoístas y solo buscan su propio beneficio, no hay quien ponga el bienestar de otros sobre el suyo propio; pero es mi deber el hacer todo lo posible para ayudar a mi pueblo y por supuesto no me puedo negar a la petición de mi madre, es la única familia que me queda y daré mi mejor esfuerzo para cumplir su deseo y verla sonreír nuevamente.
*Suspiro* Creo que esto va a ser más difícil, los guardias no están acostumbrados a llamarme por mi nombre, siempre se han dirigido a mi como Princesa o Señorita Ella y si lo hacen entre los humanos nos pondrán en evidencia, solamente deseo no tener problemas con esto.
Todos seguimos al capitán de la guardia una vez termino de dar las instrucciones y nos dirigimos a la Decanatura de la facultad. Todos los documentos estaban en regla así que Orión Teyf y Novus fueron asignados al ala oeste donde quedan los dormitorios masculinos y Mia, Danna y Yo al ala este, una vez que nos instalamos en los dormitorios nos reunimos con los chico en un hermoso campo bajo la sombra de un gran cerezo a pesar de que aun no es tiempo de la floración este magnífico árbol emitía una gran cantidad de energía espiritual; cada uno de mis compañeros instaló su instrumento mientras yo hacía algunos ejercicios vocales para calentamiento, una vez listos iniciamos la búsqueda; las hadas tenemos un gran poder y todos tenemos un excelentes dotes artísticas así que nuestras melodías le imbuimos una magia especial para atraer a aquella persona que estamos buscando; luego de casi una hora detenemos nuestra música para tomar un descanso y hablar.
Nos dispusimos para tocar nuevamente sin embargo sin embargo algo se sentía diferente en el aire, algo que no podía descifrar a pesar de mi conexión elemental; no le di mayor importancia estaba muy cansada por el viaje, después el organizar mis cosas en el dormitorio y para terminar cantar por casi una hora había agotado mi maná, muy seguramente por ello no podía comprender lo que el viento me trataba de decir sin preocuparme más por esto empecé una nueva canción, en un momento sentí una gran concentración hacia mí, no era una presencia hostil, era más bien curiosa, giré lentamente para buscar está aura, cuando mis ojos se cruzaron con unos ojos profundamente negros que más parecían un pasaje a lo desconocido que me desconcertaron por completo, él estaba mirando fijamente mis ojos como si me conociera desde siempre, no podía entender lo que sentía al ver el rostro de ese humano así que grave su mirada y al terminar mi canción me retiré a descansar con mis compañeros, mañana será otro día y podré averiguar que fue lo que paso esta noche cuando tenga todo mi poder.