Anastasia y el mundo de él

Capítulo 13

     El resto del día es tranquilo, hasta el recreo, momento que aprovecho para ir al baño, primero me apoyo en el mármol para tratar de calmarme, aun puedo recordar como Ema convulsionaba a mi lado. Me giro quedando de frente al espejo, me veo horrible, estoy un poco despeinada y mi rostro esta pálido.

   Me inclino y abro la canilla, junto agua en mis manos y la tiro sobre mi rostro, al momento en que chocan siento como si fuera ácido, me enderezo de golpe gritando de dolor, veo como el agua va carcomiendo mi piel, aunque debajo de ésta no aparece músculo, sino que aparece otra piel, un poco más oscura que la mía, el rostro es de alguien mucho mayor, con una sonrisa malvada.

    Horrorizada por lo que aparece en el espejo intento salir de allí, en ese momento me doy cuenta que además se está inundando el baño, la canilla sigue abierta y el agua sale a chorros, sólo que no se va por el desagüe, en lugar de eso llena la pileta y se vuelca.

    Ya me llega hasta los talones.

    Voy hasta la puerta y cincho con todas mis fuerzas, aun así no se mueve, ni siquiera sede el picaporte, sigo intentándolo desesperada, aunque no logro nada, la golpeo con la poca fuerza que tengo, nada.

    Regreso a los cubículos, están todos cerrados y no consigo abrirlos. El agua sigue subiendo rápidamente, la desesperación me invade, no sé qué hacer, no tengo salida, no hay ventanas, ni nada.

    Voy hasta la puerta nuevamente, intento abrirla, sin éxito, lo vuelvo a intentar y otra vez y otra y otra. Sin embargo, no consigo nada, no sede ni un poquito. Intento romper el picaporte, sólo que no tengo tanta fuerza.

    Vuelvo hasta la pileta y trato de cerrar la canilla. Nada, pongo el dedo en el pico, intentando taparla, más lo único que consigo es que empiece a salir por las otras, con aun más fuerza de lo que salía en la primera. Desesperada busco una salida, aunque en ese momento me doy cuenta de algo, el agua ya casi está a la altura del enchufe, entra en él y la electricidad viaja con gran rapidez por el liquido, llega a mi antes siquiera de que pueda ser consciente de lo que sucede.

    Nuevamente todo acaba.

    —Soldadita ¿Tardas mucho?

    Siento claramente la voz de Ema y abro lentamente los ojos, estoy en el baño, la canilla sigue abierta, sin embargo, está todo seco a mí alrededor, sólo fue otra alucinación.

    —Nasty ¿estás bien? —Ema se acerca más a la puerta del baño y la golpea— Oye, oye, disculpa ¿te animas a ver si hay una chica allí dentro?

    Siento que la puerta se abre y entra una chica, aún estoy demasiado aterrada para decir algo, simplemente la miro, se queda unos segundos quieta, casi puedo escuchar el debate que tiene internamente, sé que me veo fatal, lo más probable es que no sepa si decirle a Ema que estoy aquí o no.

    —Ya salgo, espérame en el salón —Escucho que una voz entrecortada sale por mi garganta, aunque no parece la mía y está cargada de miedo.

    La chica pasa a uno de los cubículos y luego se marcha, aún así Ema sigue fuera, suena la campana, tampoco se va, sigue esperándome, seguro está muy preocupado, así que decido salir.

     —Por dios soldadita ¿qué te pasa?

    —Sólo me siento un poco mareada. Me lavo la cara y regreso al salón ¿Si? Espérame allí.

    No está convencido, lo sé, lo veo en sus ojos, de todos modos no le queda de otra, me da un tierno beso y se marcha, lo veo entrar en el salón y me quedo allí un par de minutos más.

    Vuelvo a entrar al baño, quiero lavarme la cara, más me da miedo, espero a que entre otra chica y cuando lo hace me lavo rápido la cara, no sé qué está pasando, sólo sé que si hay alguien mas no pasa nada.

    Me quedo un par de minutos más allí, sin embargo, no logro serenarme, así que voy hasta la adscripción, aviso que me voy a retirar, probablemente me veo peor de lo que me siento porque la adscripta no se niega, le pido que le avise a Ema si pregunta, luego me marcho a casa.

    No sé qué está pasando, son puras alucinaciones, lo sé, pero... ¿Por qué las veo? ¿Me estoy volviendo loca? ¿Por qué son tan vívidas? ¿Por qué luego de despertar aún siento dolor por varios minutos?

    Llego a casa casi corriendo, aterrada por lo sucedido.

    Al llegar Tere está sentada tomando té en la sala.

    —Nasty princesa ¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí? ¿Qué te pasó en el cuello? ¿Por qué tienes esa cara? ¿Ema te ha hecho daño?

    Llega a mi lado rápidamente, realmente está preocupada.

    —Me estoy volviendo loca —Tengo lágrimas en los ojos, genial, normalmente evito llorar y ya lo he hecho muchas veces en un día—. Veo cosas, cosas donde no hay nada, creí que me atacaron los víveres, me ahogaron los auriculares, me mordió el microondas, se incendió la casa, mi mochila me atacaba, Mónica era tierna y mató a Ema y luego me electrocuté en el baño del liceo.




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