Me despierto angustiada, otra vez no soñé nada, en realidad volvía al mismo sueño de siempre, bajo la mano y suspiro, me siento mejor por haber dormido bien, aunque me duele recordar a madrina, volver a aquel día, a nuestro último día.
Me levanto y veo que Ema ya no está en su cama, tomo ropa de mi mochila, unos vaqueros y una remera cualquiera, hace demasiado calor, aunque no tengo otra cosa. Voy al baño y me cambio, al salir me doy cuenta que no hay nadie por ningún lado, guardo el pijama, me ato el cabello y salgo al patio. Allí los encuentro a todos desayunando y riendo, me alegro de ver que todos están tan felices.
Me siento entre Ema y Keith, ambos me sonríen, aun así parecen tensos.
—Nasty, buenos días —Todos me saludan con una sonrisa.
—Buenos días a todos —Sonrío y me siento.
—Te ves como nueva ¿Qué hiciste? —Gonza me mira sonriente.
—Dormí, dormí como hacia muchísimo que no lo hacía.
—Eso es bueno, ahora pasame la manteca —Se ríe, no puedo evitar imitarlo, me parecía raro que su tono fuera tan amable.
—Cara me dijo que usas la misma arma que yo —Miro a Keith tras haberle pasado la manteca a Gonza—. Puedo entrenarte si gustas.
—Claro, me encantaría —Sonrío—, la verdad no soy demasiado buena manejandola y Zavier sabe muy poco de cómo usarla y aún menos de técnicas para aprovecharla mejor.
—Bien, entre las doce y las cuatro no pueden salir a menos que quieran morir de insolación, así que podremos aprovechar ese tiempo para entrenar.
—Sí —Cara interviene, se ve demasiado ansiosa para que parezca convincente—, yo le decía que si regresa con ustedes y vuelve a estudiar en su liceo podrán seguir entrenando.
—Claro —Sonrío intentando convencerlo, no me agrada la idea de que abandone el liceo—. Sería muy divertido.
—No lo creo, aunque lo tendré en cuenta.
La sonrisa en el rostro de Cara se ensancha, creo que el hecho de que vaya a pensarlo es más de lo que ha logrado hasta ahora.
Ema parece aún más molesto.
—Oye Nasty, no es que sea asunto mío lo que usas, pero con ese vaquero morirás de calor, aquí suele ser un clima muy cálido, aunque también llueve mucho.
—Es que me gusta usar esto —Me sonrojo, no me atrevo a admitir que no tengo nada más para ponerme y además que hasta ahora me daba exactamente igual cómo me veo. Es más, siempre trataba de no llamar la atención, aunque ahora me preocupa un poco más porque me gusta cómo me mira Ema cuando me arreglo.
Nora mira a Ema, sé que hay un mensaje oculto detrás de esa mirada, especialmente porque él hace un sutil movimiento, afirmando, apenas mueve la cabeza, para la mayoría es un movimiento imperceptible, sin embargo yo le estoy mirando, así que lo noto.
Seguimos desayunando tranquilos, es muy lindo estar con ellos, se nota lo bien que se llevan y lo mucho que disfrutan estando juntos, aunque también se nota que disfrutan peleando, varias servilletas vuelan durante la comida, hasta que Nora se cansa y les manda a quedarse quietos, los tres obedecen. Cara mira muy molesta a Santi, casi como si se sintiera avergonzada de que su novio actúe como un niño chiquito.
A mí me parece divertido, especialmente porque sé que no va en serio, porque puede ser que alguno termine herido debido a que no son muy cuidadosos, también sé que todo estará bien diez segundos después.
Keith es el que está más al margen, cuando lo integran en la charla él no le pone ganas para ser parte, entiendo cómo se siente, o eso creo. No es fácil meterse en una familia tan unida, es como si todos los lugares ya estuvieran ocupados y los que nos acercamos sólo somos una molestia, sin embargo, sé muy bien que esta familia siempre está dispuesta a agregar un nuevo miembro, incluso lo disfrutan mucho.
—¿Cara que tienes que hacer hoy? ¿Trabajas?
—No, pedí especialmente estas semanas libres para poder estar con ustedes, poder mostrarles la ciudad y demás.
—Ay, que bueno, porque quiero ir de compras y necesito tu opinión y la tuya —Casi se me cae el vaso cuando me mira.
Me agrada la idea de salir con ellas, por supuesto que sí, el problema está en que ir de compras no es algo que me agrade y más que quieran mi opinión.
Eso y otras cosas más me hacen pensar que no soy parte de este mundo, porque todos más o menos tienen algunas ideas claras, más o menos todos encajan en una forma de ver el mundo, blanco, negro, en distintos tonos de gris, aun así todos ven el mundo de una forma más o menos igual.
Solo que yo no, mi forma de sentir el mundo es distinta, no porque yo lo diga, sino porque me pasa al hablar con la gente, al contarle qué me pasa con ciertas cosas, o cómo las veo, como con la ropa ¿Me queda bien? ¿Me queda mal? ¡¿Cómo saberlo?! Puedo decir si me gusta o no, sin embargo, no sé si queda bien o no, no consigo entender qué es lo que la gente ve, o qué es lo que debería ver para saber la respuesta. Incluso me ha pasado infinidad de veces que algo me gusta cómo le queda a la otra persona y viene un tercero y dice que le queda horrible.