Anastasia y el mundo de ella

Capítulo 06

    El sábado arranca tranquilo, luego del mediodía se supone que voy a ir a casa de Ema a entrenar y así estar más preparada para la noche. No es que pueda aprender mucho en una tarde, no sé para qué lo hacemos. Creo que Ema pretende vencerme y así demostrar a sus padres que no estoy preparada para ir sola con él.

    La verdad me parece absurdo, no pienso echarme atrás y sé que en estas semanas me he ganado la total confianza de sus padres y espero que no se les vaya tan fácil, además de que no ha logrado derrotarme ni una sola vez, creo que le debo un favor a aquella bruja.

    Cuando vamos a mitad de camino de su casa me llega un mensaje al cel.

    "Todo bien ¿Podemos vernos pronto?"

    Es de Selena, que sea tan escueta demuestra que nada está bien, sin importar que ella diga lo contrario. Normalmente para invitarme a su casa me escribe toda una carta. Algo anda mal, tanto así que hasta Ema lo nota.

    Le pongo rápidamente que nos podemos ver en ese mismo momento, si lo desea, luego llega una muy simple respuesta.

    "Ven sola."

    Con ese mensaje me entra, literalmente, el pánico.

    Por suerte Ema acepta automáticamente que vaya sin él, igual me suplica que en cuanto sepa lo que sucede le avise, lo cual pienso hacer sin dudarlo.

    No puedo evitar carcomerme la cabeza de camino a lo de mi prima, ella adora a Ema, al igual que toda mi familia, disfrutan cada minuto que pueden pasar junto a él y no puedo imaginarme que haya algo que deba contarme con tanta urgencia y que él no pueda saber.

     A menos que sea algo sobre brujas, en ese caso puedo entender perfectamente por qué tanto misterio, aunque no le costaría nada explicarme algo, ahorrarme el tener que estar imaginando lo que pasa.

    Cuando llego ella me abre, parece bien, nerviosa, pero bien.

    Al entrar me comenta que estamos totalmente solas, lo cual no calma mis nervios ni un poco, generalmente está Arnold en la vuelta, él no suele salir mucho y estoy segura de que si se diera cuenta jamás dejaría a su hermana sola en el estado en que ella está.

    —¿Todo bien? —Sonríe, trata de parecer tranquila.

    —Dime por qué estás tan nerviosa, por favor, me pones de los pelos.

    Ella cierra los ojos con fuerza y suspira.

    —He caído.

    Frunzo el ceño ¿Me llamó porque se ha caído? De acuerdo, mi familia está más loca de lo que cre... Oh, espera.

    No puedo evitar que se me escape un chillido de alegría.

    —¡Qué bueno! ¿Cómo se conocieron? ¿Cómo pasó? ¿Cómo es? ¿Realmente estas segura de que es ÉL?

    Hace una mueca ante ésta última pregunta, por eso las dejo de hacer y observo a Selena, no se ve feliz, de hecho, se ve demasiado nerviosa.

    No puedo recordar cómo fue ver a Ema por primera vez luego de obtener mis poderes, estaba demasiado cansada como para pensar en cualquier cosa en ese momento, de todos modos, puedo evocar con claridad qué sentí a la mañana siguiente.

    Seguridad.

     Eso fue exactamente lo que sentí al ver esos ojos celestes que tanto me gustan, seguridad de haber tomado la decisión correcta, de mis sentimientos hacia él. No sé en qué punto de la recta entre un te quiero o un te amo me encuentro, lo que sé con seguridad es que estoy en ese tramo de recta y eso me hace sentir segura. Junto con la certeza de estar haciendo todo lo que puedo para que esta relación salga bien, no sé si lo estoy haciendo bien, aun así, sé que lo estoy intentando.

    También está la seguridad de saber que mi corazón siempre tendrá un dueño, uno único, por ende, cualquier sentimiento hacia él es totalmente sincero. Junto con la estabilidad de saber que él también me quiere.

    A pesar de todos los obstáculos, me sentía feliz por estar segura de todas esas cosas y muchas más. Sin embargo, mi prima se ve triste, lo cual no me da buena espina.

    —¿Quieres que te cuente la historia?

    Afirmo en respuesta a su pregunta pero para eso primero vamos a su habitación, donde cada una se ubica en el lugar que se sienta más cómoda.

    —Como cada tarde fui en bici a casa de papá, sé que tú no lo sabías, nadie lo sabe, pero voy allí cada tarde —Se encoje de hombros—. Al menos para verle, para saber que está bien y... —Cierra los ojos unos segundos, probablemente ahuyentando las lágrimas, controla su respiración y continúa— para asegurarme de que no nos visita porque no quiere y no porque algo malo le haya pasado.

    Hago una mueca, yo sé que Ar odia a su padre porque los abandonó, a pesar de que Juana intenta apaciguar su rencor él tiene una postura clara y abierta. Por otro lado, sé que Sele aún le quiere y espera que las cosas se arreglen, no sueña que sus padres vuelvan a estar juntos, pero sí que al menos vuelva a tener contacto con ella, aunque no sabía que su deseo la lleva a hacer algo así.




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