And beauty the four (pre-realese)

Siete

En la noche, después de un largo día y de conoces nuevas personas.

Me acosté mirando el techo, iluminado por pequeñas estrellas, y decoraciones qué hacían parecer a la casa. Una casa gótica con decoraciones como las de las paredes de una iglesia católica.

Pensé en la persona de la mañana y como me habia ignorando mi chico perfecto. Al menos mañana era sábado. Algo me reconfortaba.

Cerré mis ojos, cansada por la ola de pensamientos e ideas que habia tenido todo él día.

Desperté de golpe, sudando frío.

Había soñado algo importante así que me levante corriendo y expresé en diario todo antes de que lo olvidara.

Querido Diario:

​​Hoy desperté con el corazón latiendo a mil por hora, no, a "cuatro años luz por hora", tal como sentí aquella vez en el set de grabación. Pero esta vez no había cámaras, ni director gritando "acción". Solo había oscuridad y tres letras ardiendo en mi mente como marcas de hierro sobre piel fría: G, E, G.

No era yo quien soñaba, o al menos, no sentía que fuera mi mente. Era como si alguien más estuviera proyectando una película antigua dentro de mis párpados, una voz ajena, profunda y llena de ecos, que me obligaba a ver escenas de supuestos amoríos que se sentían tan reales que dolían. Esa voz me susurraba historias que no recuerdo haber vivido, pero que mi alma reconoce con espanto.

​G — El Primer Amor y la Primera Decepción

La primera inicial trajo consigo el olor a maquillaje barato y luces cegadoras. Vi el rostro de aquel "príncipe", sus ojos mirándome con una profundidad que me hizo temblar las manos. En el sueño, la voz ajena me mostró la escena del beso, ese momento perfecto tipo Romeo y Julieta. Me sentí bendecida, flotando, creyendo que esos sentimientos eran reales.

​Pero entonces, la escena cambió. La voz, fría y decepcionante, retumbó:

​"Fue un ensayo de corazones rotos; te enamoraste del reflejo en sus ojos, sin saber que él solo miraba su propia actuación mientras tú entregabas tu primer suspiro."

Vi cómo su mano me soltaba con furia, como si le diera asco. Sentí de nuevo el golpe de realidad: él tenía novia, y yo solo era la chica que se interponía en su camino. Fue mi primer amor, sí, pero también la primera vez que entendí que el amor puede ser una mentira perfectamente ensayada.

​E — El Alma Gemela y el Amor para la Vida

Luego, la letra E brilló con una luz dorada, cálida, diferente. No era la pasión destructiva del primero. La voz cambió de tono, volviéndose nostálgica, casi feliz. Me vi a mí misma, pero no era la "Emelly" torpe que se golpea en los pasillos. Era esa otra versión de mí, una de una foto donde todos mis amigos Sofia y Arie se moestraban sonrientes.

"Mi alma gemela, estará unida a mi por siempre".
​Sentí una paz inmensa, una conexión que no necesitaba palabras. La voz ajena susurró con dulzura:

​"Encontraste tu espejo en el caos; dos almas que no necesitaban hablar para entenderse, unidas por la tinta de cartas olvidadas y la promesa de ser el refugio del otro en un mundo hostil."

​¿Era "Emery"? ¿Era esa parte de mí que había olvidado? Sentí que esa E representaba un amor estable, un compañero que lucharía contra el mundo conmigo, ese "amor para la vida" que te sostiene cuando todo lo demás se derrumba. Fue un flashback feliz, lleno de esa complicidad que vi en las fotos con mis supuestos amigos.

​G — El Amor de mi Vida (Pero no para esta vida)

​Y finalmente, la última G. La más dolorosa. La más importante.

La voz se quebró. El sueño se tornó gris, como el cielo de un día de invierno. Vi de nuevo a Gakuyak, pero no al actor arrogante, sino al niño de la bufanda color vino con la inicial "G" marcada. Lo vi cortando el cabello de Nayla con ternura, vi esa bondad que esconde detrás de su máscara de hielo.

​Sentí un tirón en el pecho, un dolor físico, como si me arrancaran una parte vital. Entendí, con el horror de quien despierta de un coma, que él era el amor de mi vida. Pero al verlo besando a su novia, al ver cómo su mundo de "150 familias" y prejuicios nos separaba, la voz ajena dictó su sentencia más cruel y triste:

​"Lo amaste en cada línea de tiempo, pero el destino es un guionista cruel; él es el protagonista de tu historia eterna, pero en este capítulo, su papel no es quedarse contigo."

Desperté llorando, con la sensación de haber perdido algo que nunca tuve. Esas iniciales, G, E, G, no son solo letras. Son la cicatriz de una historia que mi mente ha olvidado, pero que mi corazón insiste en recordar.

​¿Quién soy realmente? ¿Y por qué duele tanto amar a alguien que ni siquiera me ve?

...

Cerré el cuaderno, pero una sensación de vacío me golpeó el pecho. Había escrito sobre las iniciales G y E, sobre el dolor y la esperanza, pero... faltaba algo. O más bien, alguien.

​Justo antes de despertar, detrás de la bruma gris donde Gakuyak se alejaba y la otra versión de mí sonreía, había una sombra esperando en silencio. No me reclamaba, no me pedía nada, solo me observaba con una devoción que hacía parecer ridículo cualquier otro sentimiento que hubiera experimentado antes.

​Trato de atrapar su imagen, y es como intentar sostener humo entre los dedos, pero lo veo: cabello negro como la tinta china, cayendo suavemente sobre una piel tan pálida y perfecta como el arroz recién lavado. Y sus ojos... Dios mío, sus ojos no eran miel ni marrones. Eran dos esmeraldas brillantes, intensas, que parecían contener el único lugar donde realmente he estado a salvo.

​Él no pertenecía al escenario del instituto, ni a las luces falsas, ni al drama de las familias ricas. Él se sentía como mi origen. Pero en el sueño, cuando intenté correr hacia él, la voz ajena susurró la frase más devastadora de todas, borrándolo de mi memoria consciente porque recordarlo dolería demasiado para seguir viviendo aquí;
​"No intentes recordarme al despertar, mi smeley, pues el dolor te impediría respirar. Solo sábete amada con la perfección de lo eterno. He cruzado el tiempo solo para decirte esto: mi alma fue forjada únicamente para amar la tuya y soy, sin duda alguna, el amor de toda tu existencia... pero el destino, en su cruel ironía, decidió que no se me permite ser el amor para esta vida."




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