Andando con Jesús (completa)

Capítulo 5: La decepción

Recuerdo la primera decepción que tuve como cristiano. No fue con las personas que me rodeaban, tampoco con la iglesia y mucho menos con Cristo. Me decepcioné de mí mismo. Los pondré un poco en contexto.

¿Recuerdan el versículo de:

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas."
2 Corintios 5:17

Un día me tentó el enemigo y caí en la tentación. Cuando me di cuenta de lo que había hecho, sentí algo que nunca había sentido. Me sentí la peor persona de este mundo. No sabía con quién hablar y tampoco sabía qué hacer.

Creía que al verme bautizado no caería más nunca en pecado, que el bautismo haría una transformación en mi ser sin precedentes. Pensaba que el agua era, en cierto modo, mágica.

Hasta que me encontré con un amigo y me explicó el verdadero sentir de ser cristiano.

Me le acerqué y le dije:

—Yo quiero que me borren de la iglesia. No puedo ser cristiano.

—¿Qué pasó?

—Caí en la tentación...

Al escuchar esto, él, pensando que era algo más grave, comenzó a reírse, y no lo entendía, pues estábamos hablando de algo serio. Entonces me dijo:

—¿Tú crees que yo no peco también? Aún así sigo en la iglesia. La razón de ser cristiano no es que nunca vas a caer en la tentación. El cristiano también puede fallarle a Dios, pero cuando lo hace, se humilla y arrepentido vuelve a Jesús en busca de perdón. Como cristiano te vas a caer más de una vez, pero cada vez que caigas, Dios te va a levantar...

Esas palabras fueron como un bálsamo para mí; estaba entendiendo realmente lo que era ser cristiano. Comprendí que no necesitaba ser perfecto; simplemente debía ir a Jesús siempre por su ayuda y dirección.

La perfección en Dios no es igual a la que las personas buscan. La Biblia habla de personas perfectas que alguna vez en su vida fallaron.

"Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David."
1 Reyes 11:4

La Biblia habla de que el Rey David fue perfecto con Dios. Sin embargo, si conocemos la historia de David, sabemos que falló muchas veces. Pero la perfección de la que se habla es la integridad. Un hombre íntegro delante de Dios alcanza la perfección que Él busca.

Como único podemos lograr la integridad que nos acerque a Dios es siguiendo el ejemplo de Jesús y pidiendo a su Espíritu Santo para que nos transforme.

Cristo viene a buscar personas semejantes a Él: personas imperfectas que se entregaron en sus brazos y le abrieron su corazón, dejando que Él obre.

Me tomó tiempo entenderlo, pero cuando lo entendí, se cumplió en mí el versículo que dice:

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."
Juan 8:32

Anímate a buscar a Jesús, pues te puede transformar y darle un propósito a tu vida. La decepción siempre estará ahí, pero debemos mirar al único que nunca nos decepcionará: nuestro Salvador Jesucristo...



#3859 en Otros

En el texto hay: cristiano, #espiritual

Editado: 16.04.2025

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