Androide 501

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Grace me ha besado, tal vez sea por un impulso por aquella mesera que estaba queriendo obtener una cita conmigo, lo que es imposible. Pero he sentido el beso por los censores que tengo. Grace muestra una expresión de arrepentimiento por haberme besado sin tener una razón real, y lo confirma al estar sonrojada. Prendo el carro y vuelvo a la carretera mientras Grace sigue en silencio y mirando a su lado derecho, no hablará por una hora hasta que tengamos que llegar a otro restaurante o que su amiga la llame, ella dijo que la volvería a llamar. En el primer semáforo rojo reviso mi temperatura del sistema para evitar sobrecargarme, debido a que también el clima influye en mi temperatura en un 30%. En este justo momento mi temperatura es de 40° C, lo que puede dañarme si mi temperatura incrementa 5 grados más, lo que sucederá en diez minutos. El semáforo vuelve a estar en verde y sigo manejando, pero buscando a una tienda de servicio más cercana que está a veinte minutos a la velocidad que voy, así que acelero aún más para llegar en un mínimo de 15 minutos sin pasar el límite de velocidad.

— Oye, no quiero saber por qué…Pero ¿estás echando humo? —dice después de solo 9 minutos y 52 segundos, pero no le contesto al no formular la respuesta. 

Veo mi mano y estoy soltando humo a pesar de tener mi temperatura a cinco grados de sobrecargarme, eso es imposible, nunca fallo. No tengo tiempo de analizar si tengo alguna falla en mi sistema o si ha habido un cambio inesperado en la temperatura, tengo que llegar a una tienda de servicio en menos de veinte minutos si no quiero derretir algunas piezas plásticas en mi cuerpo, lo que dañaría ciertos mecanismos que me mantienen funcionando. No puedo abrir las ventanas sin que las demás personas sospechen que soy un androide o piensen que hay un incendio en este automóvil a pesar de estar fabricado para evitar un posible incendio, solo puedo encender el aire acondicionado para disminuir el ritmo de calentamiento hasta llegar a la tienda más cercana. Grace se queja en los primeros segundos argumentando que huele muy mal, pero se retracta al poco tiempo al decir que no es un buen momento para pelear si “parezco una chimenea” y decide llamar a su amiga otra vez mientras espera que mi temperatura se estabilice y no tenga una sobrecarga. Grace y su amiga hablan de las cosas típicas de adolescentes, sobre cómo la amiga de Grace se las va a arreglar para ayudar a su amiga mientras tratamos de llegar al objetivo. Solo tocan el tema del protector experto de Grace unas cuantas veces y no me toca hablar, algo muy perfecto para evitar hacer más funciones y acelerar la sobrecarga. Al frente aparece la tienda de servicio donde hay un letrero de gran tamaño avisando que el hielo es gratis, otra ventaja para la misión. Cuando puedo girar hacia la tienda lo hago de manera brusca, indicando que me estoy sobrecargando y haciendo que Grace choque contra la ventana. Me estaciono lo más cerca de la entrada y tratando de disipar el humo que sale de mí empiezo a mover las manos como si fueran un abanico, pero están fallando y presento dificultades para moverme, estoy en un estado previo a la sobrecarga, por lo que llegar a la sobrecarga me dañaría de manera grave.

— Perdón por el giro brusco que he dado, pero necesito que compres una bolsa de hielo —le digo a Grace que está tocando la cabeza por el ligero golpe y le doy el dinero que es más que suficiente para que compre la bolsa de hielo—. Estoy sobrecargándome y requiero un material que estabilice mi temperatura.

— Se nota, estás echando humo por todas partes. Además, estás usando una chaqueta en pleno verano, es obvio que estarás a mil grados —me contesta mientras toma el dinero con dificultad, pues ya estoy experimentando fallas por una temperatura inestable—. Pero me debes unas papitas, de milagro no me rompí el cráneo.

Yo asiento para que compre la bolsa de hielo y cuidando que no haya nadie, subo mi camiseta y abro la piel falsa especial que me permite separarla y unirla sin dejar marca para revisar el panel que hay en mi abdomen y que sirve para revisar mis sistemas y para ayudar a la ventilación y evitar que me sobrecaliente de manera seguida. La rejilla que está de protección está muy caliente al punto de dejar una pequeña marca en mi piel, y cierro muy rápido el panel. Grace sale de la tienda con la bolsa de hielo, unos audífonos y dos bolsas de papas fritas, seguramente para el viaje. Ella me entrega el cambio y saco dos bolsas herméticas, pongo media bolsa de hielo en una bolsa hermética y a su vez la pongo en otra bolsa y la coloco en el abdomen para bajar mi temperatura. Y mientras esperamos a que mi temperatura se estabilice a los 34° centígrados, mi temperatura normal que se asemeja a la de un humano, Grace me ayuda a quitarme la chaqueta por lo complicado que es para mí en el estado en el que estoy.

— Sé que eres un…ya sabes, pero ¿si tienes gustos o tienes pasatiempos? —asiento sin especificar nada, entre menos acciones haga ahora, más rápido nos podremos ir y llegar al refugio mañana en la tarde—. Con gustos no me refiero a la comida, si puedes distinguir los sabores y todo eso porque es imposible y eso te mataría. Ayer mientras estaba tratando de dormir noté que estabas escuchando música, algo que en el momento me pareció algo irracional porque eres un tipo que solo utiliza la lógica.

— Mi propósito fuera de la misión es ser como un humano —es lo único que le digo mientras hago un análisis de todo mi cuerpo por el mal funcionamiento en mis extremidades que estoy teniendo. Se está generando una fricción por la alta temperatura, tardará en estabilizarse en 10 minutos y puedo hablar sin afectar—. Tengo muchos gustos y juego videojuegos, como tú o como cualquier adolescente. 




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