Androide 501

Grace_10

Los ojos de Alex, digo, Lewis se tiñen de un color verde y cuando trata de hablar, seguramente para demostrarlo porque no creo que quiera probar si se activó ese modo de ahorro de energía, simplemente no se escucha nada sin importar lo más que mueve sus labios. No tengo nada de tiempo para saber qué hacer cuando se escucha el primer golpe en la entrada del búnker, ni han pasado cinco minutos y ya estamos en peligro.

— ¿No se supone que ocultaste la entrada antes de verlos? —le pregunto susurrando lo más bajo posible. Había escuchado la entrada cerrarse y como algo cayó encima.

La enorme desventaja de su ahorro de energía es que no es capaz de dar muchos detalles más que asentir o negar, solo mueve su cabeza su cabeza hacia arriba y abajo para indicar que sí lo hizo. Solo queda esperar a que esa puerta sea lo suficientemente resistente para hacer un plan, uno de ellos podría ser revisar la aplicación de Al…Lewis para ver que se puede hacer con esta aparte de llamarlo, cosa que no planeo hacerlo. En este momento me arrepiento de estar en ropa no tan cómoda y con botas de tacón bajo que me encontré entre la ropa que había en el closet.

— ¿Tu aplicación hace más que llamarte? —le vuelvo a preguntar antes de cometer un posible error, y Lewis (por primera vez lo dije bien) asiente—. Voy a probar algunas cosas para ver qué puedo hacer.

Lewis ama mi idea y lo demuestra levantando su pulgar, tengo su permiso para iniciar la aplicación. En vez de tener un simple botón para llamarlo, hay todo un menú de posibilidades, siendo la que me interesa la de poder ejecutar sus funciones que no impliquen controlarlo directamente, en específico proyectar las cámaras en la pantalla de mi celular, las estaría controlando remotamente y ya saben que estamos aquí, así que no nos pondría en riesgo, solo estamos esperando a que entren y acabar con ellos. En la cámara del garaje no hay ninguno y no se ve que afuera haya más gente esperándonos, por lo que solo era una misión de búsqueda y reconocimiento y no de ataque, la de la sala principal se ve a tres de los cinco robots revisando cada cosa que hay y buscando puntos débiles, supongo. Hay uno en mi habitación que está leyendo explícitamente algunas cosas que he escrito para desahogarme, eso es invadir la privacidad sea un robot o no. El único robot que queda está justo arriba de nosotros, golpeando la entrada al búnker sin parar, tendría que hacer un arma de emergencia para poder terminarlos. Solo hay latas, el abrelatas para poder abrirlas como en un episodio de una serie de los 90´s que amo, y muchas botellas de agua, tendría que rebuscar mucho en cómo hacer un arma con esas cosas porque no los podría vencer arrojándoles latas sin parar, solo les dejaría abolladuras. Pero si abro las latas y las corto de cierta manera…

— Oye, ¿Podrían las latas cortadas de cierta manera herir a los robots?

Él solo asiente, poniendo los ojos en blanco por no poder corregirme por decir robots y no el término que usa. Tomo dos latas y me como lo que hay adentro, son muy deliciosas por lo que guardo el nombre de la marca en una nota en el celular, después busco en la caja de herramientas, encontrando unas pinzas especiales para cortar metal, justo lo que necesitaba para cortar las latas con la forma de un cuchillo. Una de las hojas la hago más grande para juntarlas sin necesidad de pegamento, después utilizo la cinta industrial de color negro para envolver lo que sería la parte del mango y ya tengo lista mi nueva arma de defensa, quién diría que con una lata de frutas y unas cuantas herramientas se puede hacer un arma.

Tras unos minutos de esperar a que ceda la puerta, se escucha una explosión y cae el primer robot. Es igual a los que recordaba. Es plateado, con un cuerpo de los enemigos ordinarios de los power rangers y que coincide más al portar un traje negro con el símbolo de la empresa que tiene Kennet en el pecho con botas militares negras, y su rostro es inexistente al tener únicamente agujeros donde se pueden distinguir dos luces rojas. No me siento asustada en ningún sentido, Alex… Lewis (pensé que ya me había acostumbrado) me entrenó para poder combatirlos. Tomo el cuchillo con más fuerza y antes de golpearlo apago la luz del bunker con ayuda de… Lewis mientras enciendo la luz de mi celular, así no podrá identificarme con la suficiente rapidez y como hay luz, pero no la suficiente no podrá acostumbrarse a la luz del lugar y distraerlo. El primer movimiento del robot es tan simple como ir hacia mí, se nota que invirtieron todo el dinero en Emeson y-el-resto en vez de hacer robots más decentes. Sé que no soy una gran científica o programadora, pero si va a invertir mucho dinero en varios robots para cumplir sus propósitos que lo haga bien y hasta podría venderlos si los hiciera mucho mejor.

Le entierro el cuchillo que hice, provocando una grieta en carcasa y rompiendo una parte de su traje. Como Lewis me dijo, hago que caiga al suelo pateando con fuerza sus rodillas sin dificultad alguna. E imitando a una guerrera, le entierro el cuchillo una y otra vez para separar su cabeza de su cuerpo. Justo en ese momento se me ocurre una gran idea, podría engañarlos fingiendo ser ellos y ejecutarlos sin que tengan el tiempo suficiente para darse cuenta que soy yo, para mí es genial y muy bueno. Mientras me pongo el traje de esos robots y corto la carcasa de la cara para ponérmela, le cuento mi plan a Lewis que adora la idea, o eso creo porque sonríe y asiente. Al terminar corto esa carcasa para hacerme más arsenal con el que pelear en caso de perder mis armas de alguna manera y las pongo en el espacio entre mi pierna y la bota, por primera vez me alegro de usar botas en una pelea. Salgo del bunker cuidando que en la habitación no hay nadie y al ver que es así, pongo el colchón entre el hueco de las escaleras y la puerta, o lo que sea que quede de este. Si son tan débiles me pregunto cómo diablos lograron entrar al bunker. Es entonces cuando veo que tenían una gran arma tirada en la sala de entrenamiento, eso explica mucho. No hay tiempo de reflexionar de las tácticas que utilizan para lograr sus objetivos, todavía quedan cuatro robots que destruir, y sobre todo al que está leyendo mi diario. Lo más lógico es irme hacia mi habitación para destruir al que está en mi habitación, no es porque estoy enojada con ella, es porque si inicio con los tres que están en la sala principal me podrían acorralar y el que está en mi habitación se uniría y no para algo bueno. Al abrir la puerta finjo movimientos mecánicos para convencerlos, cosa que vagamente consigo, me ven y luego se voltean sin ponerme atención. Entro en mi habitación donde ese mismo robot sigue leyendo mi diario, aprovecho que está concentrado en eso para llegar por atrás y destruirlo. Uno menos, faltan tres. No salgo inmediatamente de la habitación para planear una estrategia adecuada, nunca ha sido bueno improvisar y las películas tienen muy buenos ejemplos.




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