Androide 501

Grace_11

Por primera vez en mucho tiempo odio que haya algo hecho a la medida para mí, antes me encantaba cuando mi tutor traía artefactos o juguetes fabricados específicamente para mí por verlos como juguetes especiales, pero ahora me irrita como nunca por tener que entrar a un túnel por ser la única que sabe ahí.

En este momento estoy arrastrándome por el túnel por el que apenas entro, las paredes metálicas tratan de imitar lo mejor que se pueda a los ductos por no decir que son copias exactas, es posible que sea de otro material que se vea igual para ahorrarse dinero, aunque podría que no sea cierto porque a mi tutor le encanta que todo esté enfermizamente detallado con la mínima posibilidad de fallar. Tengo que sacar la linterna a la mitad del camino, o lo que espero que sea, que se siente eterna; la primera bajada me aterra nerviosamente por miedo a resbalarme sin poder parar hasta ser expulsada hacia la salida. Incluso obligo impulsivamente a Lewis que me jale para evitar caerme, cosa que no cumple totalmente al decirme que no ha registrado ninguna salida en el rango de la caída y cosas que no entiendo muy bien por complicarse demasiado, siendo peor que al dar la vuelta me dice que ahora sí no tengo nada de probabilidad de caer por el acantilado. Sería imposible no decir que en este punto ya estoy a punto de desarrollar una claustrofobia, llevo poco más de veinte minutos avanzando por un túnel sin saber cómo va a terminar, cada vez que avanzo me pongo más nerviosa pensando en todas las horribles maneras en las que podría terminar el túnel.

He llegado al final, tras recorrer dos bajadas del túnel he llegado al final, eso sería una buena noticia si no terminara en una puerta sólida, por lo que puedo ver se necesita un código para abrirla, es de esas cerraduras de apretar botones para llenar una pantalla con números y letras. Solo me queda esperar la respuesta de Lewis, a este paso ya debió de haber registrado la cerradura y averiguado cómo abrirla.

— No puedo abrirla —eso si me sorprende, siendo un androide podría hackear la cerradura con solo verla o pasarme el código.

— ¿Cómo que no puedes hacerlo? No has tenido problemas para abrir cerraduras y controlar la tecnología de este lugar.

— Porque tenía acceso directo, en cambio, la escotilla requiere de un código que no puedo obtener al no tener una base de datos concreta, es como hacer que una calculadora haga más que calcular, no puedo hacerlo si no está diseñada para hacerlo. Lo curioso es que detecté que es una cerradura doble, puede abrirse por ambos lados y tiene un censor, es probable que mi creador esté vigilando todo.

— Bueno, ya tenemos algo seguro, mi tutor viene en camino y ya puedo salir de aquí, no creo que pueda soportar más tiempo.

— Está bien, registraré claustrofobia en tu perfil —ojalá que sea en la información que tiene en su cabeza, tarjeta madre o lo que sea y no en mis redes sociales.

Es mi responsabilidad retroceder por mi cuenta por las vueltas que hay, si me intentara jalar me estrellaría por todas las paredes y eso no saldría para nada bien, tengo que avanzar viendo como la cuerda es jalada ligeramente por Lewis. Continuamente volteo hacia atrás pensando que podría aparecer alguien detrás de mí, siendo ilógico por más que no puedo evitarlo, aparece en mi cabeza sin evitarlo. Ya cuando termino de dar la última vuelta jalo la cuerda para ser elevada por Lewis y salir de este horrible túnel. Lo primero que veo al volver a salir es que mi cama ahora está en otro ángulo para no tapar el túnel y la herida de Lewis en su rostro, que cada vez que la veo parece hacerse cada vez más grande, detrás de esa herida se encuentra un material metálico, haciéndome pensar que tiene un montón de placas en su cabeza para simular las expresiones y los movimientos que hace una persona.

— Sólo falta encontrar la combinación de la cerradura y ya podremos escapar, si esta semana encuentro el código podrías ir alistando una mochila con todo lo que necesites —confirmo mi teoría al escucharlo avisándome de lo que tenemos que hacer y ver que esa placa detrás de la herida se mueve de acuerdo a los movimientos de su mandíbula, es hipnótico—. Yo te alcanzaría después, tendría que rehabilitar el ascensor para su uso, iniciando con retirar los escombros. Por ahora puedes descansar, te lo mereces.

— ¿Y qué harás tú? Podrías descansar un poco, jugar uno de los tantos videojuegos o lo que sea que quieras —ambos hemos trabajado duro, estuvo revisando la casa en busca de una manera para salvarnos, merece descansar tanto como yo para no presionarse demasiado.

— Haré un plan y veré que hacer, tú tranquilízate mientras hago todo.


 

Por más que intento hacer que intento hacer que descanse de todo junto a mí, él no cede y no creo que lo haga, me prometió hacer una pintura o algo para que no me quejara tanto. En cierto punto decido no quejarme más, también lo estaría presionando si lo obligara tanto a hacer lo que quisiera pensando en que lo ayudaría hasta en el más mínimo sentido. Sería un buen momento para llamarle a Amy, hace unos días que no le llamo y le sería de ayuda que la consuele por no poder ir a ese viaje con su familia, le cancelaron de último minuto su visa por un error de administración, perdiéndose de un viaje que anhelaba mucho, incluso su hermano no le envió ninguna foto que tomaban allá sabiendo que era muy importante para ella, ahorró por meses para ese viaje y por un error de papeleo perdió esa oportunidad. Suena el primer tono al llamarla, luego el segundo y luego nada… que raro, debería estar disponible a esta hora, no hace nada a las cinco, a esa hora inicia su hora de relajación. Tal vez no tenga señal, no sabemos si esos robots tumbaron una antena de señal celular para dejarnos incomunicados.




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