Besarla sin que nadie la obligará a ello fue magnífico, sigue sin ser un beso, solo un roce de boca contra boca pero por el momentos eso es más que suficiente para mi, no puedo presionarla a nada y menos cuando ni siquiera me recuerda.
Cuando vi a ese idiota sujetarla por la muñeca mientras que ella le rogaba que la soltara porque le estaba haciendo daño, sentí mucha ira, quería abalanzarme sobre él y golpearlo a pesar de su superioridad física notable y no es que yo precisamente sea pequeño y delgaducho pero él era más grande.
Saludo a las cocineras y espero a que Andrómeda y Eleanor bajen y me acompañen en el desayuno, es uno de mis momentos favoritos del día porque la pequeña nos habla de sus locos sueños sobre reinos y princesas, y puedo ver la hermosa sonrisa de Eleanor.
Veo bajar con mucho cuidado y con ayuda de uno de los guardias a Andrómeda pero no veo por ninguna parte a Eleanor.
- ¿Mamá?- me pregunta mientras la ayudo a subir a la silla para que tome su desayuno.
- La señorita Eleanor.- lo miro mal.- Perdón, Eleanor salió esta mañana para pedirme que llevara a Andrómeda a la escuela infantil, no parecia haber dormido mucho.
- Gracias, yo me encargo de llevar a Andrómeda al colegio.- él me mira algo sorprendido pero no me contradice.
Andrómeda se termina rápido el desayuno y luego sube a su cuarto para coger su pequeña mochila rosa de princesas, tiene una obsesión con ellas pero mientras que sea con eso y no con otras cosas estaré tranquilo, peor será de adolescentes, bien dicen que las calladas son siempre las peores.
- ¿Me llevas tu?- me sonríe.
- Si.- correspondo su sonrisa.- Kevin, consigueme el número de Brandon O' Connor.- él asiente y me voy.
En el coche Andrómeda canta canciones que no tengo claro si son inventadas o de todas las peliculas infantiles que se ha visto y no lo tengo claro porque mezcla el inglés y el francés para cantarlas por lo que entiendo las partes en inglés pero parezco tonto intentado entender las partes en francés, quizás deba aprender el idioma para comunicarme con ella y con Eleanor, incluso con la jefa de mi prometida que parece ser una muy buena amiga suya.
Camino con decisión, solo he ido a recoger a Andrómeda una vez, ayer para ser exactos pero Eleanor ya había dicho que esta era una posibilidad y por eso me entregaron con facilidad a la pequeña, no sé si me fiaría de una escuela infantil en la que te dieran al niño solo por decir que eres familiar o un conocido de la madre.
Llego hasta la puerta de su clase, puedo notar la intensa mirada de la maestra de mi hijastra pero como ayer, la ignoro, mis preferencias son las dos chicas hermosas que tengo viviendo en mi casa, no por querer sexo voy a caer por la primera cara bonita que vea.
- ¿Luego veré a mamá?
- Seguro que si, pero es que hoy no se encontraba bien.- le digo.- Portate bien.- le doy un beso en lo alto de la cabeza y la dejo que se vaya con sus compañeros.
Me doy la vuelta ignorando las nuevas miradas, ayer llegué algo tarde porque me perdí y no tuve que ser el centro de atención pero hoy es diferentes, muchas madres me miran.
- Espera.- oigo detrás de mi.- Soy Anastasia.- me giro para ver a la mujer, la vi el día que informaron a Eleanor que sería mi esposa y es una de sus damas de honor.
- Jackson.- me presento.
- Lo sé, Eleanor me lo dijo.- toma aire.- Es raro que ella no la traiga a clase, no es tan raro que no venga luego porque su trabajo le exige mucho.- ella parece preocupada.- ¿Le ha pasado algo?
- Se rompió ayer la muñeca.- la informo y ella hace una mueca.
- ¿No serás agresivo como Philip?- me mira con desconfianza.- De ser así me daría igual tu poder, alejaría de ti a ambas.- sé a quienes se refiere.
- No soy agresivo y de no ser por mi no sé que le hubiera pasado.- suspiro.- Ella me mandó un mensaje diciendo que necesitaba ayuda urgente y una dirección, al llegar ese tal Philip la sostenía con fuerza.
- Cabrón de mierda, hijo de puta.- diablos señorita.- Pensé que Paulette se lo había dejado claro.- dice cabreada.- Bueno, luego hablaré con ella, ha sido un placer conocerte.
- Igualmente.- ha sido extraño.
Recibo un mensaje de Kevin con el número de teléfono de Brandon O' Connor, no quiero dejarla sola en la casa pero no puedo faltar al trabajo, al menos no las primeras tres horas porque tengo unas reuniones con inversores y son muy importantes porque quiero expandir las empresas por Europa.
Marco el número y espero que me lo pueda coger sino ella estará toda la mañana sola o bueno puedo hablar con Kevin si así lo desea.
- ¿Diga?
- Brandon, soy Jackson.- me presento.- Tu hermana tuvo ayer un incidente con un imbécil y ahora tiene la muñeca rota.- oigo como algo se cae al suelo y luego se queja.- Y hoy ha pedido que llevemos a Andrómeda al colegio, puede que se sienta mal, querría quedarme a hacerle compañía pero tengo cosas importantes que no pueden esperar, por desgracia.
- No te preocupes, dile a quien sea que estoy en tu casa en quince minutos, gracias por informarme.- cuelga.
Le mando un mensaje a Kevin para que se encargue de abrirle la puerta a Brandon, él no contesta pero sé que lo ha visto.
Les hago una seña a a mis guardaespaldas y nos vamos, ellos en sus coches y yo en el mío.
Al llegar Margot me pone al día de todo, y me informa además de que tengo una visita de mi padre y de mis futuros suegros, esos que no me caen bien y de los que desearía deshacerme si pudiera pero pues no puedo, por desgracia siguen siendo los padres de mi preciosa prometida.