Andrómeda

Capitulo 23 ✔️

Me estoy preocupando, Andrómeda ya ha bajado a desayunar pero Eleanor no, y eso me está preocupando, ayer dijo que le dolían los pies espero que hoy no se sienta tan mal que no pueda ni levantarse, me sentiría mal por ello ya que fui yo quien le dijo de dar un paseo aunque ella llevaba tacones.

- ¿Y mamá?

Oigo un soplido fuerte y veo a Eleanor apoyada en la puerta con los ojos cerrados, vale, puede sostenerse en pie, lo único que tiene en sueño, ya no me siento mal, si tiene sueño es porque se acostó tarde a pesar de que llegamos a la casa a las nueve de la noche y cada uno se fue a su cama, no sin antes dejar a Andrómeda en su cuarto y darle un beso de buenas noches.

- Mami, ¿sueños?- Eleanor abre los ojos y puedo ver que están rojos, quizás ha llorado.

- Mami está bien princesa, no tienes de que preocuparte.- suspira y le sonríe.- Hoy te lleva al colegio Eddi.- le da un beso y se sienta enfrente de ella para desayunar.- Buenos días, tenía algo que preguntarte.- me mira.

- Dime.- intento no sonar ansioso.

- Paulette me dio ayer la baja porque la estaba desesperando.- ella hace una mueca graciosa.- Y me preguntaba si puedo ser tu secretaria hasta que encuentres una sustituta para Margot.- parece que el nombre se le atraganta pero yo estoy más sorprendido por su pedido.

Claro.- intento ocultar la emoción.

- Voy a cambiarme y voy contigo.- dice con una sonrisa, quiero preguntarle porque sus ojos están tan rojos.- Vamos Andrómeda, tenemos que ponernos bonitas.

Las dos chicas se van juntas agarradas de la mano y se pierden de mi vista, son hermosas, perfectas para mi y creo que ya no puedo imaginar una vida sin ellas, simplemente no creo estar completo, siempre pensé que me faltaba algo y creo que ya lo he encontrado, ellas son ese algo que me faltaba y estoy encantado de haberlas encontrado.

- Hueles a enamorado.- se burla Ross y Kevin se ríe.- Me cae bien el jefe enamorado.- Kevin asiente dándole la razón.

- Idiotas.- les saco el dedo y me levanto para esperar a las chicas aunque Andrómeda se va con Eddi al colegio.

Me siento en el sofá y reviso los correos que me han llegado, dos son del padre de Lisandra, uno de mi padre y otro de una dirección que no conozco. Iba a abrirlo cuando Andrómeda y Eleanor bajan por las escaleras con unas sonrisas brillantes que me dejan sin palabras, ambas están hermosas.

- ¿Vamos?- asiento incapaz de encontrar palabras para describir mis emociones.- Andrómeda portate bien.- le da un beso y luego le suelta la mano para que se vaya con Eddi.

Eleanor me da un beso en la mejilla y se va a la puerta principal para que salgamos pero yo estoy estático, ellas son demasiado, ella es más de lo que alguna vez pude pedir y si esto es un sueño, no quiero despertar jamás, puedo jurar que adoro mi vida en estos momentos.

Obligo a mis piernas a andar y la tomo de la mano para que vayamos así hasta el coche, ella no deja de sonreír y ya no hay rastro de los ojos rojos, solo sus maravillosos ojos azules, que ojalá hubiera heredado Andrómeda.

Ahora que lo pienso un poco, nadie de la familia de Eleanor tiene los ojos azules, únicamente ella posee ese cristalino color fuerte, supongo que por algún tema de genética que no entiendo ella ha heredado los ojos de alguna generación antigua.

No hablamos mucho en el coche pero el ambiente no es incómodo, los silencios con ella me hacen reflexionar en todo lo que tengo y en lo que me faltaba antes de que ellas llegaran, ese amor que me faltaba, mi casa era sosa hasta que Andrómeda llegó para llenarla de risas y Eleanor para llenarla de alegría.

- Fui la secretaria de mi padre, no creo que debas enseñarme nada.- dice ella de repente, sacándome de mis pensamientos.- Supongo que ella dejó la agenda con las reuniones y todo eso, a partir de eso yo puedo empezar a hacerme una idea.- dice con una hermosa sonrisa de sus labios color rojo, me encanta el labial que se ha puesto hoy pero también lo detesto porque me distrae y me hace verle solo los labios.- ¿Me has escuchado?

- Si.- le sonrío.- Si necesitas ayuda o algo no lo entiendes puedes avisarme para que te eche una mano.- ella asiente y vuelve la vista a la carretera, estamos a punto de llegar.

- Estoy nerviosa por la fiesta.- dice sin mirarme.- Llevo sin ir a fiestas donde hay personas importantes desde que me quedé embarazada de Andrómeda, odiaba los comentarios maliciosos sobre el padre de mi hija y sobre mi.- sigue sin mirarme.

- Si alguien hace ese tipo de comentarios lo callaremos.- le digo con una sonrisa y ella me mira con agradecimiento.

Aparco el coche y salimos, la cojo de la mano y juntos caminamos al interior del edificio, sé que desde que hablamos con el contable han había rumores y hoy que nos ven entrar juntos, agarrados de las manos, estoy seguro de que sos rumores crecerán pero no puedo importarme menos.

Al llegar a mi despacho decido mirar el correo de la dirección desconocida, podría ser de alguien importante o relacionado con la empresa.

El correo no tiene remitente lo que es muy raro porque es un elemento imprescindible para poder mandarlos, pero yo sé poco de tecnologías, así que a lo mejor si hay un forma legal de hacerlo.

¿Quieres saber la identidad del padre de Andrómeda?”

Me siento molesto, si quiero saber quien es el padre biológico de mi princesa pero quiero que sea Eleanor quien me lo diga y no alguien que quiere hacerle daño. Borro el correo y comienzo con mis cosas.




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