Andrómeda

Capitulo 26 ✔️

Lloro en el hombro de mi hermano por todo lo que he perdido en un solo día y por todo lo que perderé en poco tiempo. Sé que el secuestro de mi princesa va a durar poco tiempo, en cualquier momento Philip me llamará o me enviará un mensaje y me iré, pedirá el cambio.

Andrómeda a él no le interesa, nunca ha querido ser el padre de su propia hija y menos quiere ser el padre de la hija de otro hombre. Si él no supiese que de hacerle daño a mi hija no podría tenerme, estoy muy segura de que hace ya tiempo él la hubiese quitado de su camino.

Sabia que encontrármelo nuevamente no significaba nada buen. Estas semanas de paz he estado viviendo una vida que no era mía en absoluto. Yo no nací para ser feliz, yo nací para sufrir. Yo cumplo los pecados de mi familia, mientras ellos viven un buena vida.

Aunque no sé si decir que mi padre vive una buena vida, él amaba a mi madre con locura y permanece al lado de mi tía por miedo a que me haga daño a mi o a Brandon, es algo que cuando entendí que significaba que Brandon y yo no teníamos la misma madre entendí. Antes de ser consciente de todo, yo creía que mi padre me odiaba tanto como lo hacía y hace la mujer que me crió.

- Ana.- mi hermano intenta quitarme las lágrimas que bajan por mis mejillas pero es un tonto intento, no puedo dejar de llorar ni por un segundo y comienzo a pensar que voy a deshidratarme.- ¿Quieres agua?

- Yo le traigo un vaso.- puedo sentir la mirada de Alana sobre mi.

Entiendo a todos los que en esta casa me están juzgando y no los culpo por ello. Ahora mismo debo de ser la mayor zorra del mundo, la peor mujer que hayan conocido en algún momento en su vida. Y de poder iría para atrás y con miedo le contaría a Jackson que iba a ser padres. Aunque él dijese que no, me acusase de querer su dinero, pero entonces no estaría pasando por esto. Quizás ni hubiese conocido a Philip.

- Gracias.- digo al recibir el vaso de agua por parte de Rachel.

- ¿En serio es hija del jefe?

- Lo es.- bebo agua.- Podéis pensar lo que queráis de mi, era joven, estaba sola y tenía y sigo teniendo una familia de mierda.- resoplo.- Y tenía miedo.

- ¿Miedo de qué?- miro a Alana.

- No creo que lo entendieses.- intento no mirarla.

- Claro, porque es una puta escusa barata.

- Respeta a mi hermana.- me defiende mi hermano.

Brandon se levanta con toda la intención de pelear con Alana, no físicamente claro, mi hermano jamás le pondría un dedo encima a una mujer, pero tampoco va a dejar que me insulten o menos precien, así que va a atacar verbalmente a todo aquel que lo haga.

- Brad, no quiero peleas.- lo intento calmar.

- No quieres porque sabes que llevo razón.- me muerdo el labio para no insultarla.

- No conoces a mi familia, no conoces ni la mitad por lo que he tenido que pasar Alana, mejor callate.- le pido.

- Le has hecho daño a Jackson.

- Lo sé, no necesito ni que tú ni que nadie me lo diga, soy bastante consciente de ello.

- Eres una cobarde.

- Lo soy Alana.- reconozco.- Soy una cobarde porque me arrebataron de las manos de mi madre, a ella ni siquiera la dejaron sostenerme.- digo entre dientes.- Me arrancaron de su lado y no me dejaron pasar tiempo con ella, y la asesinaron antes de poder ser una familia, antes de poder ser madre e hija.- ella retrocede ante mi tono de voz.- Mi madre no quiso ocultarme y se la arrebataron porque nadie la defendió, nadie abogó por ella.

- Jackson no te la hubiese arrebatado.

- Puede que tengas razón Alana, pero yo tenía veinte años, y depresión.- lloro.- Pasé mucho tiempo, más del deseado llorando.- le aclaro.- Siempre que lo veía por la televisión me decía que tenía que llamarlo y decirle pero me daba miedo, estaba paranoica.- suspiro.- No son escusas válidas y lo sé, pero no puedo recuperar el tiempo, solo puedo esperar que nos la devuelva y ellos puedan pasar todo el tiempo perdido juntos.

- Espero que él la devuelva.- dice con voz dura.

- Puedes odiarme si quieres Alana, todo lo que quieras pero nada va a cambiar, absolutamente nada.- me levanto del asiento.- Yo soy la madre de Andrómeda, ya no soy esa chiquilla asustadiza que cometió el error de ocultar, soy una mujer hecha y derecha, con una serie de valores inquebrantables.- ella me mira con algo de desagrado.- Me enseñaron a respetar a mis mayores, pero también a hacerme respetar, y si empiezas a faltarme el respeto, no querrás saber como puede ser un Hoffman.

- ¿Crees que me das miedo?

-Eso lo decides tu Alana, si te doy o no miedo a mi me da bastante igual.- la miro con intensidad.- Pero llevaría cuidado con lo que dices o insinuás.- le sonrío con falsedad.

- De no haber ocurrido esto, ¿Se lo hubieses dicho?

- Si.

Salgo de la cocina sintiendo la mirada de todos sobre mi, no me quedo mirando a ninguno, no quiero derribarme delante de ninguno de ellos y me da vergüenza mirar a Jackson a la cara, mucha vergüenza.

- Eleanor.- me giro para ver a Sophia.

- ¿Por qué?

- No te hagas la tonta Sophia – ella me mira indignada.- Sé que viste las similitudes entre mi hija y tu hermana mucho antes que ninguno, por algo preguntaste por mi foto de Whattsapp, ¿no?

Mis ojos oscuros se enfrentas a los suyos miel, sabe que no puede contradecirme, sabe perfectamente que la he pillado. Y solo ella sabe las razones para no contarle a su hermano mayor de sus sospechas sobre la paternidad de Andrómeda.

- Quería que tu me lo confirmases.

- Ya está confirmado.- le miro con dureza.- No puedo quedarme aquí.- suspiro.- Brandon se quedará en aquí, yo iré a mi apartamento, estaré en contacto por llamada.

Salgo de la mansión sin hablar ni mirar a nadie, salgo con la espalda recta y el mentón arriba, puede que cometiese un gran error pero no voy a dejarme amedrentar por nadie, lo siento para aquellos que me creyeron débil.




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