Salgo del apartamento con el corazón en la mano, duele dejarlo todo pero mi hija siempre será la prioridad, me da igual perder la vida si ella puede vivir, me da igual tener que vivir toda mi vida con un hombre abusivo, ya he vivido en una familia así, puedo vivir debajo de un puente siempre y cuando sepa que ella va a estar bien y sé que Jackson la va a hacer feliz, confío en que el amor que ha demostrado este mes por mi hija sea el mismo y más ahora que sabe que es suya.
Con lágrimas en los ojos pero con una sonrisa en la cara me subo a mi coche y miro por última vez el apartamento y recuerdo por última vez la mansión de Jackson.
Respiro y conduzco con cuidado de la mano, no quiero que por casualidad me estampe, por eso soy algo lenta dentro de lo rápida que voy, me da pena, mucha dejar solo a Brandon. He dejado que diga todo lo que yo me he cayado toda la vida, ni mis abuelos, ni mis padres saben que yo sé toda la verdad, y que incluso con ocho años tuve la oportunidad de conocer a mi madre.
Ella era una mujer genial que se vio obligada por mi padre a dejarme con él, y por eso temí, no quería que me pasará lo mismo que a mi madre, odiaba la idea de que se repitiera le historia y no quería que él viera mi desastrosa familia, ¿cómo él iba a querer a alguien que permitía ese abuso? Él iba a odiarme si conocía la verdad, igual que me odiaban todos y prefiero vivir sabiendo que me odia por ocultarle de nuestra hija, a vivir sabiendo que me odia por ellos, puedo elegir, al menos, por lo que me odia.
Tomo el móvil y llamo a mi abuelo, si está va a ser la última vez que pueda escucharlo deseo decirle que lo perdono, que jamás lo odié por obligarle a mi padre a casarse con una mujer que no amaba y separarlo del amor de su vida, debo decirle que lo amo y que haya donde me encuentre lo echaré de menos.
- ¿Hola?- trago con fuerza y respiro con dificultad.- ¿Virginia?
- Abuelo, te amo.- él no responde.- Siempre supe de mi madre y mi padre, del amor que impediste.- oigo la exclamación de sorpresa.- Pudiste hacerlo mejor, pudiste dejar que ellos se divorciaran y no hacer que mi padre y mi madre se separaran.- las lágrimas corren por mis mejillas sin un mañana.- Pero lo entiendo, sé el riesgo que corría papá con ella, lo sé, igual que entiendo porque me alejaron de ella.- suspiro y giro.
- Eleanor.- la voz de mi abuelo es casi un susurro.- Si lo dejaba, él hubiera corrido el mismo destino que tu madre y yo no podía.- puedo oir como su voz se rompe y disminuye a medida que habla.
- ¿Sabes por qué la asesinaron?- mi respiración se detiene por un segundo y espero con calma a que él hable.
- Si, pero no es algo que deba decirte por teléfono.- suspiro, realmente no sé del todo porque la asesinaron pero tampoco quiero saberlo.
- No tengo tiempo hoy, otro día me encantará saberlo.- suspiro con mucha dificultad, siento como cada vez entra menos aire a mis pulmones.- Te amo abuelo, amo a la abuela y amo a papá, dile que lo amo mucho.- cuelgo la llamada.
Mi abuelo intenta llamarme de vuelta pero apago el teléfono y lo tiro por la ventana, nada de rastreo, nunca más, esta es mi decisión. Sacrificarme por mi hija es mi mayor decisión y nadie me lo va a impedir, les dolerá, me echaran de menos, sé que Jackson no me odia por ello puedo irme con la conciencia tranquila, ya sea para morir o para vivir escondida con Philip, siendo su mujer maltratada, pero ya nada importa, soy feliz, por primera vez en años soy feliz.
Llego al lugar en donde me ha citado y lo veo, aparco el coche y dejo las llaves para quien quiera se lleve el vehículo, esto es parte de mi antigua vida, de la que hoy desaparece, veo a Philip con esa sonrisa que da escalofríos y que desearía hacer desaparecer.
- Eleanor.- veo a mi pequeña llorando a su lado.- Al final si haces lo que sea por esta estúpida.
- Por ella soy capaz de morir.- le dejo claro.- Andrómeda cielo.- ella me ve y sale disparada a darme un abrazo.
Sentir a mi hija tan cerca hace que esto duela menos, saber que ella va a poder vivir sin problemas, que va a tener una familia diferente a la mía, que la va a amar y a proteger como la mía jamás ha hecho conmigo, estoy bien con irme con todo lo bueno que va a recibir mi pequeña, siempre he querido esto para ella pero por desgracia no va a ser junto a mi.
- ¿Papi?- se me estruja el corazón, es la segunda vez que se refiere a Jackson como su padre.
- Tu padre vendrá enseguida a por ti princesa.- le digo con una sonrisa.
- ¿Él es verdaderamente su padre?- asiento.- Nunca lo imaginé.- niega divertido.
- Entremos a dejarla.- casi le ordeno.
Le doy un último beso a mi hija en su mejilla y la tomo en brazos para ir hasta la cafetería en la que he pasado tan buenos momentos con mis amigos, allí he reído, bromeado y he discutido con ellos, allí me di cuenta que era estúpido retener mis sentimientos por Jackson y me di cuanta de que eran recíprocos, que si en algún momento yo lo hubiera llamado, él hubiera dejado a todas esas mujeres y hubiera formado una familia conmigo.
Lágrimas por esos buenos recuerdos se deslizan por mis mejillas y no impido que lo hagan, no me importa mostrarme débil en estos momentos y me da igual que todos me vean extraño.
- Víctor.- el chico colombiano que casi siempre me atiende me sonríe pero luego deja de hacerlo cuando me ve llorando.- No preguntes.- él asiente.- Cuida a Andrómeda hasta que su padre llegue.- lo veo confundido y yo fuerzo una sonrisa que lo tranquilice lo suficiente para que no haga muchas preguntas.
- ¿Su padre?- asiento.- ¿El hombre castaño que te ayudó hace unas semanas?- inclina ligeramente su cabeza.
- Si, él es su padre, el verdadero.- le sonrío.- Cuando lo veas, dile por favor que lo amo y que cuide a nuestra princesa.- él me mira como si pudiera leerme.
Me agacho a la altura de Andrómeda que me mira con fijeza, Philip me espera fuera para no levantar sospechas, más de las que ya levanta una mujer llorando dejando a una niña sola en un cafetería.