Capítulo 40 ✔️

Estoy nervioso, muy nervioso porque hoy por primera vez desde hace tres años, Eleanor va a dormir en mi cama y ella ya me ha puesto en sobre aviso de que nada sexual va a pasar entre nosotros por el momento, le tengo ganas no voy a mentir y decir que no pero tengo que pensar primero en su salud y en que en estos momentos se siente mucho más insegura de su cuerpo debido a las cicatrices en él.

No quería decirle nada a Eleanor del cambio de habitación hasta estar en la cama, pero Andrómeda decidió convertirse en un pequeño diablillo y decírselo en el coche mientras que íbamos a por las hamburguesas de ambas chicas.

- ¿Tengo algo?- le digo a Eleanor mientras miro a la carretera.

- Te ves sexy conduciendo.- dice sin pesar y como siempre luego se arrepiente.- Mejor voy a fingir que duermo.

Sonrío y ella aparta la mirada para ver por la ventana y como dice fingir que está dormida. Puede que ella finja pero nuestra hija no lo hace, Andrómeda tiene una capacidad de dormirse sobre humana, no creo haber visto nunca ha alguien que se duerma tan rápido como lo hace nuestra princesa, y no sé de quien lo ha heredado porque a mi me cuesta dormirme y sé que a Eleanor también y lo sé porque en un mes pude verla varias veces con ojeras por acostarse tarde.

Aparco el coche en la entrada de nuestra casa y tomo en brazos a Andrómeda, ella se revuelve un poco para acomodarse pero pronto encuentra la posición más cómoda y vuelve a quedarse tranquila.

Eleanor nos echa otra foto, cree que no me doy cuenta de que lo hace pero si lo hago, solo no digo nada porque ella se ve muy feliz haciéndolo, y si ella es feliz yo también lo soy.

Con mi mano libre agarro la suya y le doy las llaves de la casa para que ella abra la puerta, sé que está emocionada por volver, ya me estaba volviendo loco hasta a mí y estaba a punto de rogarle a Rodrigo que le diera el alta de una vez por todas, tenemos que reconocer que Eleanor es una persona muy persuasiva.

- Eleanor.- nada más llegar Kevin la recibe con los brazos abiertos y ella me suelta la mano para ir a darle un abrazo.- En tu vida vuelvas a hacer eso, ¿sabes el susto que nos diste?- la regaña.- Me alegra saber que estás bien, que ambas lo están y que la boda sigue en pie.

- Gracias Kevin.- él la mira con ternura.- Gracias por no juzgarme u odiarme.

- Aquí la historia de Ross es conocida, sino odio a su esposa menos voy a odiarte a ti que eres mi amiga.- ella vuelve a darle un abrazo y a mi se me llenas los ojos de lágrimas.- ¿Vas a llorar jefe?

- Puede ser.- ellos me miran.- ¿Qué? Por fin mi prometida está en casa, nadie la mira diferente y ella está feliz, son lágrimas de felicidad.

- ¿Qué hice para merecer un futuro marido como él?- pregunta Eleanor a la nada y yo no puedo evitar reír ante su dramatismo.- Te amo.- dice antes de acercarse a mi y ponerse de puntillas para darme un beso en los labios.

- Me alegra ver que ambos son felices.

Dejamos a Kevin y a los guardaespaldas en la primera planta de la casa y subimos a dejar a Andrómeda descansar en su cama, pero antes Eleanor le cambia la ropa sucia por el pijama y se lamenta de que se haya dormido antes de poder bañarla.

Con sigilo salimos de su habitación, apagamos las luces y cerramos la puerta para ir a la planta baja, Eleanor quiere saludar a Alana y a Rachel, quienes al igual que todos también la han extrañado por la casa.

- Hola.- dice tímida al entrar a la cocina.

- Eleanor.- chilla Rachel antes de alzarla en un abrazo, sé que mi prometida es un peso ligero pero estoy seguro que Rachel también lo es y la ha levantado como si nada, tiene mucha fuerza.- Te he echado de menos.- dice con lágrimas en los ojos que luego se deslizan por sus mejillas.

- Pero no llores que entonces yo también lo hago.- le dice y de inmediato comienza a llorar.

- Lo siento.- se ríe pero no deja de llorar.- No vuelvas a hacer eso.- ella baja la mirada algo avergonzada.

- No te preocupes, no pienso hacerlo de nuevo, no quiero más cicatrices en mi cuerpo.

Veo a Alana repasar el cuerpo de Eleanor por completo para luego mirarla con lástima y solo ha visto las marcas que tiene en los brazos, pero hay algunas más en las piernas y la que más destaca que se encuentra en el abdomen, esa creo que es la que peor lleva Eleanor, las de los brazos parece que ya las va aceptando pero no ha sido capaz de verse el abdomen desde que despertó y me duele verla de esa forma.

- Me alegra que estés de vuelta niña.- le dice Alana con una sonrisa.

- Estoy encantada de estar de vuelta.- responde ella de vuelta.- No me mires con esa cara de pena, sé que hay cicatrices, incluso algunas que no veis pero estoy bien, estoy viva y él en la cárcel de donde seguro no va a salir con vida.- esa declaración las deja heladas pero no dicen nada.

Sigo a Eleanor fuera de la cocina y se sienta en el sofá, iba a sentarme pero con una sonrisa ella pone su pierna lo que me impide sentarme en ese lado. Le doy la vuelta al sofá para intentar sentarme en el otro lado pero ella estira su otra pierna y yo me quedo totalmente impactado, la recordaba flexible pero no tanto.

- Joder.- oigo el susurro de Eddi.

- En efecto Eddi, joder.- digo en alto y ella nos sonríe.- ¿Cómo...?- dejo la pregunta en el aire mientras la miro.

- Muy fácil, Eliza me odiaba pero todo el mundo siempre se fijaba en mi por lo que me inscribió en danza, sus palabras exactas fueron “ ya que te tengo que criar al menos haré que crean que vales para algo.”, sé que Brandon os dijo la verdad sobre mi madre, sobre la verdadera, Eliza me criaba porque la obligaron pero ella y mi padre nunca tuvieron la intención de que alguien supiera quien era en verdad mi madre, así que ella quería que todos la halagaran por mis logros.- ella se estira en esa posición y agarra el mando de la televisión.- Luego me odió porque la decepcioné quedándome embarazada y yo fui feliz.- dice con una sonrisa.- Y esto es lo que quedo de danza, es de lo único que me acuerdo.- se encoge de hombros.