Me muevo en la cama buscando un lugar más fresco, hace algo de calor hoy y creo que eso se debe al hermoso hombre que me abraza, solo gruñe cuando intento separarme de él pero no me suelta y no abre los ojos, ¿por qué tengo un prometido tan fuerte? Lo digo enserio, tengo calor y ganas de hacer pis, pero no puedo salir de sus fuertes brazos.
- Jackson.- él no me hace caso.- Jackson voy a hacerme pis en la cama sino me sueltas en este instante.- Jackson me suelta de inmediato.
Salgo corriendo al baño de la habitación, no iba en broma, de verdad me estaba haciendo mucho pis, tanto que cuando sale hago un sonido de satisfacción que Jackson escucha y por el que se ríe.
- Deja de reírte, si me hubieras soltado la primera vez no hubiera llegado a tanto.- me quejo.
- Es que quería seguir abrazándote.
Me lavo las manos y salgo más tranquila del baño antes de sentarme en la cama y encender mi móvil para ver que hora es.
- Mierda.- Jackson abraza mi cintura.- Tengo que desayunar rápido.
- ¿Qué pasa?
- He quedado en media hora con tu hermana, mi dama de honor, mis amigas y Lukas para ir a probarme vestidos de novia.
- ¿Puedo ir?- niego furtivamente con la cabeza.- ¿Por qué? Tu hermano puede pero yo no.- parece indignado.
- Quiero sorprenderte y por si no lo sabes Lukas es quien paga mi vestido de novia.- él se separa de golpe.
- ¿Por qué?
- Porque es algo que ha querido hacer desde que tengo diez años.- él asiente.- Además, tu deberías buscar los gemelos con forma de corona.
- ¿Con quién se queda Andrómeda?
- Aprovecharé para comprarle el vestido a ella también, posiblemente no nos veamos hasta tarde.
Me levanto de la cama, me peino y me cambio a una velocidad anormal, despierto a una muy dormida Andrómeda, definitivamente padre e hija son iguales a la hora de dormir profundamente, ojalá tener yo esa habilidad.
Desayunamos en quince minutos hasta que suena el timbre de la casa y aparecen mi cuñada con Mike y Anthony, supongo que los dos chicos se quedaran con Jackson y juntos irán en busca de lo que le falta a mi prometido, no pienso ceder, si él no lleva esas cosas yo no pienso llevar una puñetera corona, detesto el día en el que Andrómeda mencionó que quería que yo llevara corona y mi cuñada la alentara con esa idea.
- ¿Ya están todas en marcha?- le pregunto a Sophia.
- Somos las últimas en llegar.- me reprocha.
- Tu hermano es un oso amoroso, no quería soltarme ni para ir al baño.- lo acuso como una cría pequeña.
Andrómeda se despide de su padre, primo y tío para luego darme la mano y salir las tres juntas de la casa, no vamos en mi coche aunque si con Eddi, es el único guardaespaldas que va a acompañarme hoy ya que vamos muchas personas, así que no tengo tanto miedo de que algo vaya a pasarme, al menos no hoy, otro día quien sabe, hoy espero que todo esté tranquilo.
-¿Estás nerviosa?
- Un poco, ¿tu lo estabas?
- Me fugué Eleanor, me fugué de mi boda.- me giro para verla sorprendida.- Yo no iba a casarme con Anthony sino con el que había sido mi novio ocho años, entonces me arrepentí, cogí de la mano al mejor amigo de mi hermano, nos fugamos y nos casamos.
- Tuvo que ser emocionante.- digo con una sonrisa.
- Lo fue, cuando volvimos de la luna de miel improvisada mi hermano nos felicitó, jamás quiso que me casara con June, y siempre supo de los sentimientos de Anthony, mi padre fue más complicado porque no se imaginaba que su recta hija fuera capaz de hacer algo así, me preguntó si yo era feliz con esta elección y cuando le dejé claro que si, simplemente lo aceptó y nadie puede negar que adora que su yerno sea Anthony.- termina con una hermosa sonrisa, adornada con los mismos hoyuelos que tiene Andrómeda.- Pero hoy tenemos que hablar de ti y no de mi.
- Hoy tenemos que elegir mi vestido, los de las damas de honor y el de Andrómeda, no solo es mi día.
- Tu hermano es todo un bombón.- dice ignorando lo que he dicho antes.
- Lo sé, tenemos el mismo encanto.- ella me sonríe.
Hablamos hasta que llegamos al centro comercial donde ya me ha avisado hay tres tiendas de vestidos de novia y si o si de aquí salgo con el vestido, las compras no me entusiasman mucho la verdad así que no quiero gastar más tiempo en buscar un vestido cuando literalmente queda poco más de un mes para mi boda, exactamente un mes y una semana para ello y estoy cada vez más nerviosa por ello.
Al entrar al centro comercial veo a mis amigas y a mi hermano, Paulette evita la mirada de Lukas y está muy roja, algo me dice que mi jefa ha tenido un pequeño flechazo con mi hermano mayor y la verdad es que no me importaría verlos en una relación, siempre y cuando en el dado caso de que rompieran eso no afectara a mi relación con Paulette, eso me da miedo pero creo que ambos merecen ser felices, Lukas sobre todo, yo he encontrado mi felicidad pero él sigue en su busca.
- Hola peque.- me dice antes de dejar un beso en mi mejilla.- ¿Cómo está la bella princesa?- le dice a Andrómeda que estira sus pequeños brazos para que él la tome y lo hace porque mi hermano está a sus pies.
- Bien.- le responde Andrómeda al final.
- Me alegro, ahora vamos a la primera tienda.
Entramos a la primera tienda y me doy la vuelta en el momento que digo que soy la novia y ellas miran con asco las marcas blancas de mis brazos, sigo muy insegura de las cicatrices y doy gracias a que la del estómago no se puede ver porque es muy grande y larga.
En la segunda son mucho más amables y por eso mismo es que me quedo para ver si aquí encuentro el vestido.
- ¿Él es el novio?- dice señalando a mi hermano.
- No, es mi hermano.
- La belleza es parte de la familia.- nos alaga y nosotros nos limitamos a sonreír.- Vamos, todos pueden elegir un vestido para la novia mientras ella espera en el cambiador.