Narra Enzo
Estábamos conversando tranquilamente en la camioneta cuando de repente el chofer frena bruscamente, haciendo que nos inclinemos hacia adelante. Cubro a mi esposa con mi brazo y me aseguro de que mi hijo esté bien. Empiezo a verificar que todos estén bien y que tanto el chofer, mi hijo y yo salgamos de la camioneta mientras le digo a mi esposa que se quede adentro.
Al ver a esa chica tirada en el suelo inconsciente corremos hasta ella me fijo que es la misma chica que estaba en la restaurante anteriormente lo compruebo que este bien sólo está inconsciente
Mi chófer me pregunta que hacemos con ella sin pensarlo dos veces le digo que vamos a llevar al mansión porque no quiero levantar sospechas enseguida con cuidado la pongo en mis brazos cogiéndola en volandas y la llevo a la camioneta.
Acto seguido, le digo a Massimo que suba a la camioneta primero al sentarse y la pongo sobre sus piernas,donde él intenta llamarla pero sigue inconsciente.
Ante la mirada de mi esposa, quien me dice que la llevemos a nuestra casa y llamemos a un médico .
Sin embargo, noto que mi hijo está muy preocupado por ella, así que me subo a la camioneta y le indico a mi chófer que siga el camino hacia mansión mientras veo a Massimo acaricia su cabello con tristeza y con preocupación
Cuando mi chófer estaciona frente a nuestra mansión y apaga el motor, inmediatamente Massimo baja primero y con cuidado toma a esa chica como si fuera una princesa. Acto seguido, mi esposa y yo nos bajamos de la camioneta, entramos y le digo a Massimo que la lleve a la habitación de invitados, así lo hace. Al entrar, él la pone en la cama .
Mientras llamo al médico para que venga a revisar a alguien, me dicen que vendrá en unos minutos. Después de hablar con el médico en ese instante, Massimo nos cuenta que esa chica, que es su amiga se llama Hera Ruiz, tiene 15 años, ,usa lenguaje de signos para comunicarse y es la misma chica que quería presentarnos.
Pasado unos minutos después, mi empleada me dice que el médico ha llegado. Entonces le digo que venga a la habitación de invitados. Tras decirle esto, mi empleada se marcha rápidamente y regresa con el médico.
Él me dice que salgamos afuera para poder revisarla. Al salir de la habitación, me doy cuenta de que mi hijo está muy inquieto y tiene una mirada llena de rabia. Por lo tanto, mi esposa intenta calmarlo. Por supuesto, yo me quedo pensando, buscando lógica, aunque no la encuentro, ya que en el restaurante fue totalmente inhumano la forma en que ese imbécil la trató a ella, y no puedo creer que su madre no haya intervenido
Hace unos minutos sale el médico que nos informa que la muchacha debe descansar. Pero, en un minuto se calla y, sin embargo, continúa diciéndonos que tiene muchas marcas en los muslos y espalda. Ante la mirada de mi hijo, percibo que él lo sabe al notar su expresión.
Después de habernos dicho que se marcha, pero antes de hacerlo, le agradezco inmensamente por haber venido a revisar a Hera y me recomienda llamar a una trabajadora social para estudiar el caso de la muchacha. Luego, él se va por completo. Mi hijo, mi esposa y yo entramos en la habitación, esperando a que la muchacha se despierte.
Después de inmensos minutos, la muchacha abre sus ojos y luego nos observa ahí donde, cuando les decimos que se había golpeado al caer en el suelo, por supuesto vino un médico para revisarla y recomendó que descansara en ese preciso instante.
Mi hijo y yo intercambiamos miradas como si estuviéramos pensando lo mismo, así que comienzo a decirla que puede quedarse hasta mañana y mañana hablaremos con una trabajadora social para discutir su caso, ya que tiene muchas marcas en sus muslos y espalda. De inmediato me doy cuenta de que mi esposa ve su expresión. Inmediatamente nos dicen que vayamos afuera para poder hablar con ella, así que nos retiramos, pero antes de marcharnos Massimo le da un beso en la frente y luego nos marchamos por completo.
Cuando salimos de la habitación, noto la expresión de mi hijo y de la nada me dice que ellos deben pagar por lo que le hicieron a su amiga eso estoy de acuerdo con él, pero le digo:
—Hijo, debemos ser inteligentes y buscar pruebas para que ellos vayan a la cárcel. A pesar de que yo sea el jefe de la mafia, es fácil para mí buscar la justicia con mis propias manos. Sin embargo, debemos hacer las cosas de la manera correcta, ¿Entiendes? —Él asiente con la cabeza
Le pregunto cómo la conoció y luego comenzó a contarme, captando mi atención mientras relataba cómo la había protegido de unos chicos.
Eso me hizo recordar cuando hace muchos años protegí a mi esposa de unos chicos que la estaban molestando en un bar
De repente, vimos cómo mi mujer sale rápidamente y Massimo comienza a entrar en la habitación sin darle una oportunidad para que mi mujer nos diga, supongo que él está ansioso por estar al lado de su amiga.
Mi mujer me dice que tiene la sensación de que ese hombre que estaba en el restaurante haya tocado de manera inapropiada a Hera. Enseguida me mira con esos ojos que me vuelven locos, diciéndome por favor que investigue. Ya claro le comento que somos desconocidos y eso le corresponde a la policía, pero ella insiste. Al final, accedo a su petición y le digo lo mismo que le dije a Massimo, así que estará tranquila.
Nos acostamos en la cama mi mujer se acurruca sobre mí pecho a un poco a poco se queda dormida
Sin despertar a mi esposa, tomo mi móvil de la mesita para mandarle un mensaje a un buen amigo, pidiéndole que intentara buscar pruebas contra los padres de Hera Ruiz para mañana a primera hora.
Después de enviar el mensaje, me quedo pensando en lo que ha ocurrido esta noche, que me dejó con la sensación de tener que proteger a Hera hasta siento que mis ojos se cierran y me quedo totalmente dormido.
Al día siguiente nos levantamos y cuando pasamos por la cocina, donde vimos a Hera ayudando a nuestra empleada a preparar el desayuno.