Ane ma( asi soy yo)

Capítulo 10 Ya tengo otro ángel guardián

Narra Hera

En el último momento me atrapan cuando intento escaparme. Me pongo más nerviosa porque no sé qué van a hacer conmigo.

De pronto, entra otro hombre y le dicen que su jefe quiere que yo esté presente. No me da tiempo para protestar, porque me jala hasta una pequeña sala donde veo al padre de Massimo y me quedo totalmente sorprendida

En ese preciso instante nuestros ojos se cruzan mientras me quedo pensando y preguntándome qué hace él aquí.
Pero me doy cuenta de que ese hombre le dice al padre de Massimo que es su noche de suerte porque será el primero en probarme. Enseguida miro que está pidiendo ayuda, así que de inmediato se acerca a mí y me examina muy bien. Justo cuando llega a mi oído, me susurra diciendo que me va a sacar de aquí, solo tengo que fingir. Después llamará a Massimo para que venga por mí, —Asiento disimuladamente con la cabeza.

Empezamos a actuar rápidamente, él le pregunta a ese hombre con una sonrisa picarona si puede llevarme .Por supuesto, ese hombre le contesta al padre de Massimo que sí. Acto seguido, me agarra por la cintura y nos marchamos de la sala caminando. Veo cómo le envía un mensaje a Massimo

Al llegar, nos encontramos con lo que parecía ser una especie de habitación. Hay una puerta que conducía a otra salida fuera de este lugar repugnante. En ese momento, él me comunica que Massimo esta en camino.

Después de cerrar la puerta, veo cómo agarra su móvil y luego pone un sonido de una mujer haciendo un ruido extraño, como si fueran gemidos, supongo que para no levantar sospechas, esperando a Massimo.

Hace unos minutos escucho cómo le llega un mensaje, tal vez sea de Massimo. A continuación me dice su plan y lo miro con temor. Seguidamente me tranquiliza diciéndome que todo estará bien. Luego empieza a abrir la puerta y me dice que corra hasta llegar al coche negro donde está Massimo. Sin pensarlo dos veces, comienzo a correr sin mirar atrás y de inmediato subo al coche rápidamente el chófer comienza a conducir

Con impulso abrazo a Massimo, pero se aparta de mí para examinarme por si acaso tengo algún rasguño. Luego, le pido que siga abrazándome y diciendole que por favor, que nunca me suelte.
Mientras acaricia mi cabello,
cuando llegamos a su mansión, su madre, al verme así, nos pregunta qué ha pasado. Pero Massimo le pide que me lleve a la habitación, así que me da un beso en la frente y me voy con su madre.

Dejándo solo, miro sobre mi hombro y veo cómo se sienta en el sofá con una expresión
que nunca antes había visto.

Al entrar, inmediatamente le cuento a la señora Aurora lo que ha pasado hoy entre lágrimas. Ante su mirada, ella intenta calmarme , después siento un sueño pero comienzo a decirle en lenguaje de signos

—Señora Aurora, hay un apodo perfecto para tu esposo, que es el de 'héroe de armadura'. Ese apodo le queda bien.

De repente siento que mis ojos se están cerrando, me recuesto en la cama y me duermo rápidamente aunque durante la noche tuve pesadillas

Por la mañana siguiente, no veo a nadie, así que le pregunto a la empleada con un papel dónde está todo el mundo. Enseguida me responde que la señora Aurora ha salido a su empresa, Massimo se fue para resolver un asunto y el señor Enzo está en su despacho.

Después de haberme dicho, me pregunta si deseo algo más. Le pregunto dónde está el despacho del señor Enzo y de inmediato me indica. Acto seguido, se marcha mientras camino hacia el despacho. Al llegar, toco la puerta y de repente oigo que alguien dice adelante. Entro y de inmediato me mira con preocupación, preguntándome cómo estoy.

Con sinceridad, le digo en lenguaje de signos que durante la noche he tenido pesadillas, de inmediato me dice que es algo normal debido a que tuve una experiencia muy mala y acto seguido me dice que si necesito hablar con alguien, pues él conoce a un buen psicólogo. Rápidamente le digo que no necesito ningún psicólogo, por lo tanto, me contesta vale y debo pensar, pero si necesito hablar con alguien, él estará aquí para escucharme. Sin embargo, luego me dice que si prefiero hablar con alguien en quien tenga más confianza, también puedo hacerlo. Aprecio su preocupación y le agradezco su apoyo, pero siento que puedo manejar estos problemas por mi cuenta. Le aseguro que si necesito hablar con alguien, no dudaré en buscar ayuda.

Seguimos hablando un poco más, estoy bastante cómoda. Incluso le comento que quiero dedicarme en el futuro. Al terminar, me levanto del sillón y me dirijo hacia mi habitación. Justo en ese momento me cruzo con la señora Aurora, quien me mira mal. Por supuesto, no le doy importancia y continúo hacia mi habitación donde no logro dormir. Después, me levanto a buscar algo en la cocina. De repente me encuentro con Massimo y comenzamos a hablar, acto seguido me propone ir a la piscina, así que nos vamos y sigamos hablando tranquilamente. Después de haber hablado, decidimos irnos a nuestras habitaciones al notar que es muy tarde.

Cuando llegamos a nuestras habitaciones, nos despedimos.  A continuación, entro y cierro la puerta a cto seguido, me tumbo en la cama.

A la mañana siguiente, tomo asiento en la mesa para desayunar, pero en ese momento me doy cuenta de que la señora Aurora me mira con una cara larga. Entonces prefiero callar y seguir comiendo.

Al terminar, ayudo a la empleada a recoger los platos y los llevo a la cocina. De pronto, la señora Aurora entra y enseguida me dice que necesita hablar conmigo.

—Hera, quiero aclararte una cosa que no te acerques a mi esposo mientras estés aquí —
Tal vez cree que estoy interesada en su esposo.
Por lo tanto, aclaro de forma muy clara en lenguaje de señas que no estoy interesada en él.

— En primer lugar, con todo respeto, no estoy interesada en el señor Enzo. Ayer le estaba agradeciendo por haberme sacado de ese lugar, simplemente estaba hablando con él. Por lo tanto, señora Aurora, no debes tener sospechas sobre mí, porque el señor Enzo te quiere y te adora.
Si usted quiere que vaya a su mansión, lo haré. Además, no quiero ser una molestia y no quiero que pienses que voy a seducir al señor Enzo
Pero por favor, no me prohíbas la amistad de Massimo y gracias por vuestra hospitalidad   —La dejo sin oportunidad de hablar y me marcho de la cocina, cruzando hasta llegar al salón donde me encuentro con el señor Enzo. Enseguida se percata de que pasa algo y rápidamente me pregunta qué sucede. Seguidamente, le comento que quiero volver a mi casa. Sin embargo, en ese preciso instante, la señora Aurora nos observa  y él se da cuenta. De inmediato, le agradezco y estaré agradecida con él. Ahora tengo que volver a mi casa, pero me mira con preocupación.
Inmediatamente le digo que no se preocupe  por supuesto que no parece contento de que vaya a mi casa.




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