Narra Enzo
En estos momentos tan difíciles me encuentro consolando a Hera, hasta el alma se me destroza de verla en este estado. Intento hacerla dejar de llorar, pero ella se aleja de mí y me pregunta qué pasó con su padrastro.
Inmediatamente le digo que se encuentra en un almacén abandonado; lo dejé allí con mis hombres.
Sorprendentemente, me dice que quiere verlo mientras seca sus lágrimas. Intento decirle que no es una buena idea, sin embargo, ella insiste en verlo. Intercambio una mirada con Massimo para que me ayude a convencerla, pero no me ayuda. No tengo más opciones que aceptar que Hera vea a su padrastro, pero le digo:
— Si te sientes incómoda cerca de él, me dices y te saco del almacén, De acuerdo, — Ella asiente con la cabeza. De pronto, aparece mi hombre de confianza con una bolsa y me pregunta qué es.
Cuando se acerca a nosotros, me dice que son unas ropas y unos zapatos que su esposa había comprado para Hera .
Entregándosela a ella y luego ella le dice gracias y se levanta del sofá, acto seguido se marcha a la habitación. Mientras tanto, sigo pensando en que no es una buena idea que Hera vea a su padrastro.
Un rato después, Hera aparece con pantalón negro, una camisa blanca y una chaqueta negra. También lleva unos tenis negros y su cabello suelto. Se acerca a nosotros y nos dice que ya está lista. De inmediato, tomo las llaves de mi coche y salimos del departamento.
Al salir, nos montamos en el coche y empiezo a conducir hacia mi almacén, pensando en lo que va a suceder cuando ella vea a su padrastro.
Cuando llegamos, acto seguido nos bajamos del coche y entramos al almacén donde Hera se queda mirándole con rencor. Sin rodeos, me pregunta qué le sucedió y por qué tiene ese aspecto. Con cuidado mido mis palabras e intento decirle que mis hombres y yo le hemos pegado para que no vuelva a tocarla nunca más.
Sin embargo, noto que la mirada de ella ha cambiado mucho. Se acerca a su padrastro y comienza a reír de manera diabólica. Él se queda solo mirándola, entonces ella me mira como si estuviera pidiendo permiso para golpearlo. Asiento con la cabeza y ahí es cuando comienza a torturarlo con puños y patadas hasta que él cae al suelo. Está claro que mi hijo quiere intervenir, pero no lo dejo.
—Ella necesita
desquitarse el rencor y odio que lleva dentro de ella .
Después de golpearlo, ella regresa con nosotros y me dice algo que me hace sentir que estoy descubriendo una nueva parte de ella. Le digo algo que la hace comprender algo importante.
Hasta que comienza a llorar simplemente la abrazo como un padre cuando deja de llorar a continuación le digo una frase que recuerde siempre luego les digo a mis hombres que desaparezca a ese maldito sin dejar huellas después nos vamos de almacén nos montamos en coche comienzo arrancar hasta mi mansión para hablar con mi esposa sobre adoptación de Hera pero lo sé va a negar
Cuando llegamos a la mansión, le pido a Massimo que lleve a Hera a la habitación de invitados mientras hablo con mamá. Me doy cuenta de cómo ella mira a Hera y él asiente, llevándola allí.
Sin rodeos, de manera sencilla le digo a mi esposa que voy a adoptar a Hera, y claro, ella queda sorprendida y un poco confundida con mi decisión.Pero de repente me menciona unos inconvenientes, por ejemplo, que Hera y Massimo se van a enamorar, que Hera es una niña que se aprovechará de nosotros y que volverá con su madre de inmediato. Le digo que me informaron que la madre de Hera está muerta, así que mi esposa se queda callada y decido continuar.
— Mi amor, te amo muchísimo. Sólo te pido que confíes en nuestro hijo y en Hera.— Está a punto de decirme algo, pero no la dejo hablar
Hera me recuerda a mi hermana fallecida. Mi padre se metió en problemas que terminaron lastimando a mi querida hermana, que no tenía culpa. —Mi esposa me agarra y me dice que entiende perfectamente este sentimiento. De repente me besa y yo le devuelvo el beso, olvidándonos de que no estamos solos.
Después de ese beso, mi esposa llama a nuestra empleada para que venga. Cuando nuestra empleada aparece, mi esposa le ordena que prepare una rica cena para celebrar, porque muy pronto tendremos una nueva miembro de la familia.
Tras decirle a nuestra empleada, se retira. Sin embargo, mi esposa me da un beso y se va a la cocina para ayudar a nuestra empleada. Mientras tanto, aprovecho para llamar a un buen abogado que me aconseje ahí donde él me explica cada proceso y, claramente, el caso de Hera es complicado debido a que es menor de edad y no tiene un tutor legal. Es necesario que intervenga una trabajadora social, pero en su opinión, cree que soy la mejor opción para ella en lugar de estar en un centro de menores
Así que mañana temprano él solicitará una reunión con un juez para hablar sobre el caso de Hera.
Después de hablar con el abogado, mi esposa aparece sonriente y me dice que vaya a avisarle a nuestro hijo. Era para ayudar a poner la mesa, así que voy a buscarlos y cruzo un enorme pasillo a punto de entrar en la habitación de invitados. Ahí veo a mi hijo contando chistes a Hera, quien por supuesto, sonríe. Cuando mi hijo nota mi presencia, les digo que vayan a poner la mesa, mientras la empleada está haciendo la cena. Inmediatamente, ellos se levantan de la cama y salen de la habitación.
Los tres caminamos hacia el comedor, que está un poco cerca de la cocina. Al pasar por el comedor, cogemos los cubiertos del armario y los ponemos en la mesa.
Acto seguido, Hera me pregunta dónde están los vasos. Inmediatamente le señalo un armario donde hay vasos, entonces ella agarra los vasos y los pone en la mesa.
Cuando la mesa está lista, de repente aparece mi amada esposa y Massimo con dos platos. Hera les ayuda con otros platos y la empleada trae unas bebidas y las pone en la mesa.
Veo cómo mi esposa indica a Hera dónde debe sentarse, justo enfrente de Massimo. Comenzamos a cenar y veo a Hera disfrutando de esta cena. Incluso mi esposa empieza a hablar de cuando Massimo era pequeño, y veo cómo Hera se empieza a reír.