Le pregunto con lenguaje de signos sorprendida
— ¿Adam, qué estás haciendo saliendo de ese departamento? —Él me mira sorprendido y dice:
—Me he mudado con un amigo—Claro que miro a Massimo con sospecha y comienza a reír mientras lleva nuestras maletas al interior de su apartamento, dejándome sola con Adam.
Este me mira con una sonrisa.
— Sus ojos azules se clavan en mí, no sé por qué, pero observo atentamente sus labios con ganas de besarlos. Sin embargo, me contengo y solo me da un beso en la mejilla antes de marcharse.
Me quedo pensando qué demonios ha ocurrido, y lo que siento cuando estoy cerca de él es algo inexplicable que me provoca ganas de besarlo y sentir sus labios sobre los míos.
Respiro profundamente, volviendo mi respiración a la normalidad. Inmediatamente después, entro en el departamento de Massimo. Al verme, él me mira y, como era de esperar, me hace preguntas. Por supuesto, lo ignoro y cambio de tema, preguntándole dónde está mi habitación.
Sin perder el tiempo, él pasa delante de mí, mostrándome la habitación donde me alojaré. Veo que todo está pintado en tonos alegres y que hay un amplio armario
Una cama grande con dos mesitas a cada lado
—Princesa, te dejo para que te instales. —Se marcha dejándome soa y guardo mis ropas y mis cosas personales. Luego me acuesto, pero siento que va a ocurrir algo que cambiará mi vida, acto seguido totalmente me duermo.
Al día siguiente, llevo una hora corriendo ,me siento agotada con ganas de llegar a departamento para darme una relajante ducha estoy casi llegando a departamento
En cuanto entro veo a Adam sentando con Massimo bebiendo al verme se queda mírandome fijamente con una pícara ya claro que no me dice nada enseguida siento un cosquilleo de mi que no puedo explicar esta pasando en este momento pero Adam se acerca hasta a mí y me saluda mientras tanto evito el contacto visual de inmediato siento nerviosa me excuso con quiero darme una ducha así me desaparezco del salón para ir a mi habitación al entrar entro en baño ahí donde me percato de estar nerviosa y al mismo feliz de haberlo visto otra vez
Después me quito la ropa y abro el grifo de la ducha, acto seguido me meto a bañar, justo en ese momento pienso en él, en su sensuales labios, y esa mirada tan hipnótica.
Tras la ducha, me pongo una camiseta larga y unas sandalias. Luego me marcho al salón, donde Massimo me informa de que iba a invitar a nuestra madre a comer.
Se marcha del salón y aquello me pareció una excusa para dejarnos solos. Entonces, me sento a su lado y él me mira con ternura. Empezamos a hablar. Por supuesto, me siento tímida y me invaden muchos nervios al recordar lo que siento cuando estoy cerca de él.
Seguimos hablando hasta que Adam se despide de mí con un beso cerca de mis labios. Por supuesto, mis mejillas se sonrojaron y se
marcha.
En ese momento, Massimo aparece con cara de preocupación y me dice que nuestro padre le llamó para preguntarle si estábamos bien, que había sonado preocupado. De repente, alguien toca el timbre. Cuando Massimo va a abrir, vemos a nuestra madre. Massimo le pregunta qué pasa y yo, al verla en ese estado, mme acerco a ella tranquilizo mientras Massimo se marcha a cocina supongo preparar una taza de manzanilla
Justo cuando Massimo aparece con una taza de manzanilla para nuestra madre y comienza a beber, suena el timbre. Massimo va a abrir la puerta.
Ahí es donde vimos a nuestro padre correr hacia nuestra madre, por lo tanto ella deja la taza en la mesa. En seguida la abraza mientras le hace preguntas para saber si esos hombres le habían hecho algo, pero ella responde que los habían matado y que agarró la llave del coche de ese tal Mariano para venir aquí. Por lo tanto, sigue abrazándola sin emitir ningún sonido y nos dimos cuenta de que él se queda pensando. En ese instante, Hera y Massimo lo miramos como si adivinamos qué piensa.
Después le pregunta que le gustaría tener una vida en otra ciudad y ella le responde inmediatamente que sí.
Vimos como comienza a llamar supongo al piloto después de la llamada
nos informa a Massimo y a mí que vayamos a preparar nuestras maletas para irnos a otra ciudad. Por supuesto, Massimo le mira con una sonrisa, como si estuviera esperando este momento, mientras que yo voy a mi habitación.
marcho a mi habitación, lo primero es hago al entrar es preparar la maleta. En cuanto termino de hacerla, entra mi madre Aurora. Ya claramente, me empieza a decir:
—Hija, sé que es un cambio repentino para ti también, pero va a ser un gran cambio que seguro que será algo positivo.—Simplemente me quedo escuchando, pensando que tiene razón.
—Mamá, pienso lo mismo que tú. Va a ser un gran cambio para nosotros, y para mí también —Me da una sonrisa y agarra mi bolso, en el que guardo mi móvil y cargador.
Después, cuelgo mi bolso al hombro y cojo mi maleta. Acto seguido, nos marchamos de la habitación y caminamos hacia el salón, donde alguien toca el timbre. Massimo abre la puerta y vemos a la empleada. Al ver a mi madre, enseguida corre a abrazarla. luego Massimo va a abrir la puerta, y vemos a la empleada. Al ver a mi madre, enseguida corre a abrazarla.
Después del abrazo, la empleada nos comunica que nuestras maletas están en el coche. Por lo tanto, me doy cuenta de que Massimo se marcha rápidamente a su habitación para preparar su maleta.
Un rato después, aparece con su maleta, lo que nos asombra por su rapidez. Sin perder tiempo, salimos del apartamento.
En cuanto salimos y abordamos el automóvil, el chófer comienza a conducir hacia donde se encuentra el jet privado.
Tras un rato, llegamos al aeropuerto. Al bajarnos del automóvil, caminamos por los pasillos y de inmobili.aria subimos al jet privado
Al ver al piloto, este le pregunta a mi padre hacia dónde nos vamos a ir . Mi padre le responde de inmediato: Ibiza. El piloto se marcha hacia la cabina mientras nosotros tomamos asiento.
De pronto, el avión inicia su despegue, ascendiendo hacia las nubes. Nos esperan varias horas de vuelo antes de llegar a nuestro destino