Anestesia

Capitulo 10-Encuentro inesperado (primera parte)

Mi gesto se tornó asustada y nerviosa, hice gesto de salir corriendo, pero no pude, me paralice, además de que tenía a la directora delante, pero no podía dejar pasar esta oportunidad.

 

-Me disculpa un segundo.- Dije rápidamente, intenté que no se notara que iba corriendo muy muy deprisa, hacia la puerta, aunque era difícil.

 

Llegue a la puerta, y vi salir a mucha gente, pero entre un grupo de personas hablando a su alrededor allí estaba Paulo, parado, hablando con esa sonrisa y esa cara de ángel, dios mío, estaba que me moría de nervios.

 

Me acerque lentamente hacia donde estaba, parecía que no se iba  a mover, a cada paso sentía ese temor de si no me reconocería, ya había pasado casi un año desde que me fui de mi Alicante natal, y seguramente algo más desde que le vi aquella vez.

 

-Paulo.- Dije muy bajito cerca del círculo de gente donde estaba, mi garganta no me dejaba hablar alto.

 

La gente de su alrededor se empezó a mover y pude verle perfectamente, había crecido desde la última vez, parecía más adulto, la media melena le quedaba genial, no había perdido ni un ápice de su dulzura, era mirarlo y sentir aquella sensación, era mirarlo y sentirme bien, algo nostálgica y terriblemente torpe de no acercarme a él.

 

-¿Mary?.- Oyeron mis oídos.

-Pau..- Vi como me ponía la mano en el hombro Paul. -¿Que demonios haces? Has dejado a la directora con la palabra en la boca.

-He.. lo siento, es que tengo que hacer algo.- Dije muy seria, necesitaba hacerlo, solo tendría esta oportunidad, no podía dejarla pasar. Comencé a andar hacia Paulo con seguridad.

 

-Hola.- Dije delante de él. Paulo miro alrededor y me dijo.

-¿A mi?- Señalandose a si mismo con el dedo.

 

Me hundí, ¿no me recordaba? Dios, tierra tragame y llévame lejos de aquí.

 

-Es broma Mary, ¿Que tal? Ya me dijo Eric que te habías mudado.- Dijo abalanzándose a darme un fuerte abrazo y un par de besos en las mejillas.

-Eh...Si...- Me quedé de piedra, parecía idiota hay parada balbuceando.

-¿Y que te trae por aquí?.- Me dijo cogiéndome de la mano.

 

-Mary, nos tenemos que ir.- Interrumpió Paul. Y al instante Paulo me soltó la mano.

-Lo siento.- Dijo Paulo.- Me he tomado muchas confianzas.- Y sonrió.

-He.. No no, Paul es fotógrafo, trabajamos juntos.- Excuse. Maldito Paul, hacer que Paulo me soltara la mano, no te lo perdonare.

-Buenas, soy Paul, trabajamos para un periódico nacional de Madrid.- Dijo dándole un apretón de manos a Paulo.

-Yo soy Paulo, casi como Paul.- Río.- Yo estoy aquí como autor novel, aun no he publicado pero pronto estaré en las librerías.- Dijo en tono de broma.

 

-¿Si?.- Corte sus presentaciones. - ¿Vas a publicar?¿Quieres que te haga una entrevista para el periódico?.- En realidad esto debería preguntárselo al jefazo, pero me tome la libertad de intentarlo antes de preguntar.

-Esto.. Bueno.- Se veía que no se lo esperaba, no parecía el tipo de persona que le gusta alardear de esa manera, pero era una oportunidad para el.- Claro, bien, ¡Cuando?.-

 

Según termine la frase me vi escribiendo mi nombre, teléfono y correo electrónico en un pañuelo de papel para dárselo.

 

-¿Te aviso para prepararla?, ¿Me mandas un correo y así te comento?.- Dije decidida, esta vez sus datos no se me iban a escapar, y le vi mirando un smarthphone de última generación cuando me empezó a vibrar el móvil en el bolsillo.

 

-Ya tienes el mio.- Y me guiño un ojo, me derretía, no podía exteriorizarlo, o al menos intentaba que no se notara mucho, pero que demonios, babeaba por el.

Por fin tenia su numero, en algún momento me enviara un correo y por ¡fin! tendré sus datos aparte de su nombre, o dios, una entrevista a solas seria genial. Y mientras estaba babeando por Paulo, y Paul y él hablaban sobre como nos conocimos Paulo y yo, porque Paul es un cotilla me empezó a vibrar el móvil otra vez.

 

“Daniel” pude ver en la pantalla antes de cogerlo.

-¿Mary?.- Pregunto, una pregunta absurda si llamaba a mi movil.

-¿Si?.- Conteste.

-¿Que tal todo? Ya vuelves mañana ¿verdad? creo que mi padrastro os ha dado dío un día de cortesía, bueno en realidad porque le hicieron una buena oferta en el hotel, pero te veo mañana cuando llegues, ¿no?, Paul te deja en casa, ¿te voy a visitar?.- Interrogatorio, por eso los novios me machacan, Daniel era muy mono, y bueno, más o menos siempre me había tratado bien, era más mayor que yo y supongo que tenía ese aire protector que me gustaba bastante.

-He.. ni idea, yo pensaba que salíamos hoy, pero si dices que es mañana, pues, claro, te veo en mi casa cuando llegue.- No sabia si había contestado todo  lo que me había preguntado, pero bueno, no iba a decir mucho más, Daniel me estaba distrayendo de Paulo, pero por otra parte, Daniel ahora era mi pareja, no era algo serio, creo, pero tal y como se me declaro no le podía decir que no, pero a pesar de que suene de mala persona, con como me hacia sentir Paulo solo con mirarme, ahora me arrepentía un poco de haberle dicho que sí, pero por otra parte Paulo ni siquiera vivía cerca, a lo mejor tenía pareja, no sabía nada de él.



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En el texto hay: drogas, amor, periodismo

Editado: 31.10.2019

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