Anestesia

Capitulo 11- Colgar el teléfono

-¿Daniel?- Dije medio dormida.

-¡Si! Dijo dándome un beso y un abrazo estando aun yo tumbada en la cama debajo de la sabana.- ¿Que tal por allí, bien?, mi padrastro esta bastante contento con el evento, le aprecio bastante completito, seguro que le gusta tu reportaje.- Me dijo sonriente, como siempre.

 

-Eh.. no se, ¿Oye como has subido?.- Dije confusa y aun medio sopa.

-Tu padre me ha dejado subir.- Dijo señalando hacia abajo.

-Maldita sea...- Dije en voz alta, Mierda, mira que le tengo dicho a mi padre que no haga estas cosas.

-No pasa nada mujer, ahora somos pareja, ahora te debería dar menos miedo.- Dijo acariciándome el hombro.-Muy sexy el pijama por cierto, y eso que solo he visto la parte de arriba.-

Le aparté un poco y me incorpore aun dentro de las sabanas.

-Sonara un poco.. raro, pero ¿Hoy me tocaba currar?- Pregunte, yo había entendido que no pero si estaba Daniel allí.

-No.-Contesto.-Solo pasaba a verte, ahora en nada entro a currar.- Dijo mirando el reloj de su muñeca.

 

Sonó el timbre.

 

-¡Mary, tienes visita!- Gritó mi padre desde abajo.

-¿Quién es?.- Grité desde arriba.

-Un tal Paul, ¿Le dejó subir?- Preguntó inocentemente mi padre.

 

Daniel se me quedó mirando. -¿Que hace Paul aquí?-Preguntó. ¿Te dejaste algo en el hotel, o algo? ¿Pasó algo en Valencia?.- Continuo.

-No.-Dije rápidamente.-Vendrá a decirme algo del próximo trabajo.- Le conteste.- Ahora vuelvo.- Dije mientras salía del cuarto y bajaba las escaleras de un salto.

-Mary.-Me dijo Paul sin siquiera dejarme saludarle.-Si te ha pasado algo por favor dímelo.-Dijo mientras me agarraba de los hombros con sus dos manos manos, eran muy grandes y cálidas.

-Paul, de verdad que no paso nada.- Dije agachando un poco la cabeza, eso me hacía recordar como me sentía.

-Mira si el Paulo ese te hizo algo.- Dijo apretando los labios.

-No.- No podía permitir que hablara así de Paulo.- No, fui yo, el no hizo nada- Dije, y en ese instante supe que había metido la pata.

-¿Tu?.- Puso la cabeza ladeada.-No lo entiendo.-

-¿Pasa algo?- Dijo una voz bajando las escaleras.

-¡Anda hola Paul!- Dijo Daniel sorprendiéndose y saludándole tendiendo su mano.- ¿Qué tal por allí que haces aquí?.-

-Bien, nada solo para ver si Mary llegó bien a casa.- Dijo Paul.

-Bien...que majo.- Dijo Daniel y se quedó a un lado.

-Bueno, veo que estás bien, me voy, ya nos veremos por la oficina, hasta luego.- Dijo Paul deprisa y corriendo, y se fue.

 

Tras un breve silencio que se me hizo eterno Daniel dijo;

-Mary, ¿Paul no te trajo hasta casa?-

Si, me trajo hasta casa, y sabia que había llegado bien, Daniel ahora dudaba, yo me lo había buscado, esto se estaba convirtiendo en una situación extraña.

-...-Mire hacia el lado, no sabia que contestar.

-Bueno, me tengo que ir a currar.- Dijo tras besarme en la mejilla, ir hacia el coche y partir.

 

Fui a mi habitación a tumbarme boca abajo en la cama a ver si ahogaba esta situación y la dejaba atrás, pero no fue así, debía pensar algo, debía ser sincera, no quería llamar a Daniel y molestarle en el trabajo, mejor cuando saliera a la hora de comer.

 

Sonó mi teléfono.

“Paul Fotógrafo” Ponía en la pantalla del móvil.

-¿Si?-Conteste.

-Mary, tienes que explicarme lo de que fuiste tu.- Dijo muy serio.

-Ahora no Paul...-Conteste sin ganas y le colgué el teléfono, no solía colgar a nadie, de hecho odiaba que me colgaran el teléfono, pero no me veía con fuerzas de hacer más.

 

Tras respirar profundamente unos instantes volví a llamar a Paul.

-Paul, déjame hablar, fui yo, yo me sentía mal, porque hacía mucho que no veía a Paulo, nada más, no confundas las cosas por favor.- Le dije intentando que mi voz sonase rotunda.

-Vale, vale, solo era saber que estabas bien, nada más- Dijo al otro lado del teléfono antes de colgar.

 

Supongo que me merecía que me colgara tras colgarle yo, bueno, me centraré, al fin y al cabo Paul era solo un compañero de trabajo.

 

Seguía tumbada en la cama y el libro de “Las sombras del demonio” me miraba desde la mesilla, seguía sin entender bien la dedicatoria, con un “ESPERO QUE TE GUSTE, BESOS” me hubiera bastado.


Me acomode en la cama poniendo la almohada como respaldo y empecé a leer.

 



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En el texto hay: drogas, amor, periodismo

Editado: 31.10.2019

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