Anestesia

Capitulo 19- Volviendo al pasado (primera parte)

Sonaba mi móvil.

 

Estaba entre emocionada y dolida de lo que estaba pasando.

Por otra parte más de tres segundos de beso me parecía excesivo. Este no me suelta, pensé.

 

Me quede como un palo, con la boca cerrada, no pensaba devolverle el beso, solo lo aceptaría.

 

Mi móvil no paraba de sonar.

Paulo me soltó.

 

-Mary, yo...- volvió a apoyar su frente en la mía como el día de la fiesta de navidad. - Yo te necesito.- Dijo justo cuando abrieron la puerta. Era Gabriel.

 

-¿Que coñ..? Bueno da igual, largo de aquí que viene el jefe del periódico con su familia.- Dijo apartándome.

Mierda, pensé, vendrá Daniel también. Gabriel se asomo rápido por la puerta, cogió mis cosas, me empujo hacia el baño de la habitación y cerró la puerta.

 

-Buenas.- Pude escuchar desde el baño.- ¿Que tal esta?- Era la voz del jefe.

-¡¡Alaa!! es el que salía por la tele.- Dijo Mari la hermanastra de Daniel.

-Estate quiete-cita.- Escuche de la madre de Daniel.

 

Mire mi móvil, tres llamadas perdidas y dos mensajes “va a ir mi familia al Paulo esté al hospital, ¿Tu quieres que vayamos? Se que te cae bien.” y más tarde “Bueno dado que no contestas supongo que no quieres, yo he quedado con unos amigos para tomar algo, si necesitas lo que sea llama.”

 

Uff... Daniel no estaba en la sala, pero yo seguí aquí atrapada. Puse el móvil en silencio por si acaso.

 

El jefe le dijo que se recuperara que con las columnas que había mandado tenían para aguantar bien hasta que se recuperara, que ya rellenaban he intercalan con otras cosas que no se preocupara por ello, la hermana y la madre de Daniel se marcharon y el jefe delante de Gabriel le dijo que esperaba que nada de eso fuera por culpa de Daniel, que sabía en algún grado los problemas que tenía con él y también conmigo, que no se preocupara por eso ahora que se centrará en recuperarse, se marchó con Gabriel, le dijeron que iban a hablar un poco fuera y el jefe se despidió de Paulo.

 

Escuche la puerta, era el momento de salir del baño.

 

Pero que iba a pasar cuando saliera, me había besado, se que yo no había manifestado ningún sentimiento, pero tampoco podía, primero porque no me lo esperaba y segundo porque sería traicionar a  Daniel, y aunque Paulo sea como ese amor platónico de toda la vida, no era ese Paulo al que conocí, en realidad no sabía mucho de Paulo, que era escritor, y que era amigo de Eric.

 

Se abrió la puerta, era Paulo, con su pijama de hospital y su vía del brazo arrancada.

 

-Mary, ya se han ido.- Me dijo, cuando estaba en la cama no lo había notado pero estaba bastante más delgado, se le veía enfermo.

-¡Paulo!- Le dije mirando su brazo por él corrían unas gotas de sangre de haberse arrancado la vía.

-No pasa nada, ven.- Dijo sacándome del baño, cogiéndome de la mano.

 

En la habitación no había nadie salvo nosotros. Mire el reloj.

-Quizás debería irme Paulo…-Le dije, necesitaba pensar.

-No espera.- Dijo agarrándome con las dos manos.

 

Un chico alto con los ojos oscuros, perilla  y el pelo medio castaño entró con una caja de bombones y la dejó en la mesilla.

-Paulo, que tal estas.- Le dijo.

-Eric.- Dije yo. No le recordaba para nada así, ni le había reconocido, pero su voz seguía siendo igual.

Se me quedó mirando.- ¿Mary?- Y se abalanzó a abrazarnos a Paulo y a mi.

No se como describir ese sentimiento, pero es algo como muy familiar y que echabas de menos, es como encontrar algo que perdiste hace tiempo, así fue el abrazo entre Paulo, Eric y yo.

 

-Es una pena que nos veamos en esta triste situación.- Dijo Eric. Se le veía como maduro, no esa cabra loca que sabía que viviría de sus padres.



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En el texto hay: drogas, amor, periodismo

Editado: 31.10.2019

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