Alguien me dijo una vez "Las oportunidades solo pasan una vez en la vida, luego, se pierden para siempre." Se que todo tiene su consecuencia y que cada decisión que tomas en la vida por mínima que sea va marcando tu destino.
En ese momento me hubiera tirado al suelo con una manta y dormir, dormir y despertar, y que fuera esa chica de quince años que caminaba junto a Eric, o despertarme en el momento en el que vine a Madrid, o quizás estar en el tren despidiéndome de Paulo y haberle dicho algo en su momento, todo hubiera sido muy distinto, puede que incluso no estuviera ni en Madrid, pero ya no podía volver a atrás.
-Dani, ¿Tu me quieres?- Pregunte ahora mirando yo hacia abajo.
-Claro que te quiero, si no para que coño montaría este revuelo…-Contestó- ¿Y tú? ¿Me quieres a mi?- Me preguntó.
En ese momento cualquier respuesta tendría su consecuencia, decirle que no, se levantaría, me despediría, o pediría a su padrastro que lo hiciera, me insultaba, supongo, y se marcharía muy cabreado. Si le decía que si, se levantara, me abrazaría, me diría que lo siente por haberle pegado pero que yo debería no dejarme hacer estas cosas. Pero la respuesta que tenía en la cabeza era más complicada que eso, era un “no lo se”.
-¿Te gusta Paulo, quieres a Paulo?- Me pregunto sin que yo llegara a contestar a su otra pregunta.
Jamas me había visto envuelta en un “lío de amor” entre dos chicos, ¿Que si quería a Paulo? No, mi respuesta en mi cabeza era clara y concisa, ¿Que si me gustaba? Era probable, mi instinto quería estar con él, con ese chico problemático y enfermo al que gustaba.
-No quiero a Paulo.- Contesté, era mi respuesta más sincera.
Dani suspiro.
-Necesito algo de tiempo vale.- Me dijo levantándose. - Necesitamos algo de tiempo.- Me dijo cogiéndome de la mano.- No me llames por un tiempo, creo que necesitas aclararte, pero que sepas que no estaré esperando toda la vida.- Me dio un beso en la mejilla y se marchó sin que yo soltara palabra alguna.
Me entraron ganas de llorar viendo como se marchaba, notaba que mis ojos se humedecieron y que estaba echando a perder algo importante.
Subí a la habitación, allí estaban Paul, Eric y Paulo, respire hondo, no quería que se notara nada, Eric salió a hablar por el móvil, Paul me miró, puso cara de enfado y salió de la habitación.
Paulo estaba tumbado en la cama con el ojo izquierdo rojo y algo hinchado. Me miró.
-¿Estas bien?- Me preguntó.
-¿Eso no debería preguntarlo yo?- Dije mirándole el ojo.
Me miro, me daba la sensación de que solo con eso me estaba diciendo “esto a sido por tu culpa”, y los dos estábamos evitando hablar de Daniel, era evidente lo que había pasado como para atreverse ninguno a nombrarlo.
-Vaya forma de conocer a tu novio.- Dijo Eric justo al entrar a la habitación.
Me senté en la butaca que había cerca de la cama mirando el móvil de reojo por si veía que Dani me llamaba o escribía. Suspiraba he intentaba poner buena cara, todo había pasado tan rápido, no soy una persona que se enfrente bien a situaciones tan violentas, tiendo a pensar todo después de que ya haya pasado.
Entró Gabriel, el agente de Paulo corriendo.
-¡Me cago en la puta!- Grito. - ¡Ahora si que voy a denunciar a tu novio!- Me dijo ya directamente a mi.
Comencé a llorar delante de todos, ya no me podía aguantar más.
¿Mary?- me dijo Eric acercándose.- No llores venga.-
Paulo se incorporó y bajó despacio de la cama.
-¿A donde cojones vas?- Le dijo Gabriel.- ¡Vuelve a la cama ahora mismo!
Se acercó y apartó levemente a Eric.
-¿Es por Daniel?- Me dijo bajo muy cerca del odio. Y me abrazó contra él con todas su fuerzas.
Llore hasta que me quede dormida apoyada en Paulo.
-Mary, Mary..- Me dijo bajo Paul.- Venga vámonos que están todos durmiendo.- Se refería a Eric que estaba en la otra butaca dormido, yo estaba tapada con una sábana y Paulo estaba en su cama durmiendo.- Es tarde, vámonos.- Paul se había quedado esperándome para llevarme a casa, que considerado.
Durante el trayecto le conté todo lo que había pasado con Daniel, no me dio su opinión, solo escuchaba y conducía, me dejo en casa, y me dijo que era la última vez que me esperaba tanto rato, que pensaba que iba a dormir menos y al final me he tirado un par de horas, me dio ánimos y se marchó.
A Paulo le daban el alta al día siguiente, salió en el periódico, ni Daniel, ni Gabriel, ni mi jefe me llamaron ese día, Paul solo me envió un mensaje en el que me decía que “esperaba que estuviera mejor.”, Eric me mandó un mensaje que decía “Espero que estés bien, me voy en dos días, avísame para quedar.”