Quizás era lo que me merecía. Quedarme sola y en la estacada, ahora Dani, no, mi jefe, el padrastro de Dani me llamara, me dirá que lo siente mucho pero que ya no hay trabajo para mi.
Me deprimí, mis padres no solían entrometerse en mis asuntos y yo no hablaba mucho con ellos sobre el tema. Ni siquiera comíamos juntos, mis padres los fines de semana sí que comían y cenaban juntos, pero a diario tenían unos horarios muy distintos, y yo en cambio nunca comía ni cenaba con ellos, al que más veía era a mi padre, coincidimos cuando yo vuelvo de trabajar cuando voy a la oficina y con mi madre según el día, cuando estoy en casa que es la mayoría de la semana suelo estar en mi cuarto, internet y los libros son mi mejor escape.
Madrid es muy distinto a Alicante, no solo el clima, la gente y la rutina, en Madrid todo parece más estresante, lo es, seguro que todo esto de Dani y Paulo no hubiera pasado de haber sido en Alicante.
Mi vida se desmorona.
Para mi sorpresa recibía correos de mi jefe mandándome PDFs de libros que tenía que reseñar, quizás Dani no le había dicho nada, leer me distraía y seguir teniendo trabajo me aliviaba.
Era el último día de Eric en la ciudad así que a pesar de que tenía pocas ganas de salir quede con él, porque ¿Cuando le volvería a ver? Quede con él en el centro de Madrid, ya estaban quitando las luces de Navidad, decidimos entrar en un bar cerca de La plaza de los cubos, no era muy de beber cerveza pero ese día la verdad es que me apetecía, nos sentamos y mientras bebíamos nos pusimos a hablar.
Me recordó que se casaba el mes que viene y que esperaba que fuera, que podía llevar a quien quisiera como acompañante y que Paulo también estaba invitado. Que había dejado al encargado supervisando la franquicia mientras no estaba y que le iba muy bien, que también había invertido en algo de coches con las ganancias, no lo entendí muy bien pero era algo relacionado con los coches de carreras o algo así.
-Mary, no te entiendo, tu sabes como eramos tu y yo, como era esa conexión, y yo te veo igual pero con Paulo ahora, ¿Por qué no sales con el?- Me soltó de golpe.
Miraba mi refresco mientras pensaba en su pregunta.
-Si todo fuera tan sencillo como eso.- Conteste.
Me cogió de la mano, automáticamente deje de mirar el vaso y le mire a el.
-Sabes que te lo digo porque te aprecio mucho Mary, no te atosigues con dos personas, valora quien es quien te hace sentir mejor, quien de verdad te va a dar la vida que mereces y quieres, con quien te ves a más largo plazo, mira.- Dijo levantándose y acercándose a una pareja que estaba al lado.
-¿Cuanto tiempo lleváis juntos?-
-Dos semanas.- Le contestaron.
-¿Y porque estáis juntos?-
-Por que le quiero y me hace feliz.- Dijo ella.
-Por que es preciosa y me da todo lo que necesitaba.- Contestó el.
Se acercó a otra pareja que estaba entre un grupo de amigos.
-¿Os puedo preguntar cuanto lleváis juntos?-
-Tres años.- Contestaron los dos.
-¿Y por que estáis juntos?- Preguntó Eric.
-Por que ella me hace mejor persona.- Dijo el chico.
-Por que me quiere y me cuida, le amo.- Dijo la chica.
Volvió rápidamente a sentarse a mi lado.
-Ves Mary, no hace falta hacer un gran estudio para saber por qué la gente se enamora y esta junta, ya sea una semana o unos años el amor es lo único que importa, seguir a tu corazón, y intentar no perder el tiempo.- Me dijo sonriéndome. - Pregúntame anda... venga.- Me dijo haciéndome aspavientos.
Trague saliva.
-¿Cuántos años llevas con tu novia?- Pregunte.
-Unos meses.- Contesto.
-¿Y..porque estas con ella?-
-Por que el que yo creía el amor de mi vida se me escapo, y la chica que me sacó de ese bache fue ella, la que me hace ser mejor, ver las cosas en positivo, activarme y levantarme cada día, se que me quiere, que sera mi amiga y mi apoyo siempre, a corto y a largo plazo.- Me contesto.
-¿Yo era esa chica?- Pregunte.
¿Crees que eso ahora importa?- Contestó Eric.
-Me voy a ir a preparar las últimas cosas y me iré al autobús.- Me cogió de las manos. -Mary, yo creo en ti, se que harás lo correcto y que estarás bien.- Me dijo antes de marcharse.
Maldito corazón que a veces se me antoja vacío y otras demasiado lleno, un caos que explotara y me dejara sin nada...
Me tumbe en la cama estirada, con una sudadera y un pantalón largo negro como de chándal, mirando al techo, escuchando canciones de amor de las que nunca dirías que escuchas, esos sentimientos de añoranza, era extraño.
Parecía que no había pasado nada de tiempo con Daniel, pero, en realidad, habían pasado tantas cosas, más buenas que malas, aunque en cuanto llegó Paulo era todo tensión. De todas maneras aunque me acercarse a Daniel ¿Cuántas posibilidades había de volver? No quiero ser esa típica chica que se arrastra cuando lo deja, ya había visto gente así y se que luego se arrepiente.