Capítulo VI: El Negocio de Cazar Vampiros

Para los compañeros de Ángel, cazar vampiros era un negocio, que funcionaba de una manera muy similar al de los cazadores de recompensas: alguien los contactaba, les pedía que buscaran a otra persona, por cualquier razón que motivara su búsqueda, para que después se la entregaran, porque la persona empleadora de sus servicios se encargaría del resto o, si no, que la asesinaran y le llevaran pruebas de su muerte, para no verse envuelta en tal embrollo.

Lo que cambiaba era que a ellos les pedían acabar con vampiros, normalmente, personas que fueron víctimas de sus ataques o que perdieron a algún ser querido a causa de esos salvajes con apariencia de hombres, como cualquier otro.

Casi todos los chicos del Equipo Nova fueron víctimas de los vampiros, sobre todo en la era en que se desarrollo la guerra entre ellos y los Hombres Lobo, enemigos dignos de enfrentar en una batalla, pero que trajo consecuencias devastadoras para la raza humana, que era la más afectada, a causa de las continuas conversiones que los vampiros debían llevar a cabo con los humanos que eran atrapados por ellos.

Gary, el siempre animado y sonriente líder del grupo, fue uno de los que más sufrió a causa de sus temibles rivales, porque toda su familia fue capturada y asesinada, con el único propósito de servir como alimento a sus raptores, contando con apenas catorce años de edad. Vivió en la calle, sobreviviendo a terribles calamidades, como pasar las noches sin probar bocado o con un frío intenso, que le carcomía las entrañas, día tras día.

Una de esas tantas noches, mientras intentaba dormir, escuchó que alguien gritaba cerca de allí y, aunque tal vez lo llamarían curioso, se acercó al lugar de donde provenían los gritos, que seguían oyéndose, sin parar.

Cuando lo hizo, se encontró con la desagradable sorpresa de que era un vampiro, que atacaba sin piedad a una mujer, mientras una niña, de unos siete u ocho años, gritaba, con terror al ver la grotesca escena.

Gary tomó como pudo una vara de madera rota que estaba allí tirada, corrió velozmente hacia el vampiro, se colocó debajo de él y, después le clavó su arma improvisada, atravesándosela en el corazón, haciendo que su enemigo se desvaneciera, como si fuese un montón de cenizas, esparcidas por el aire.

Después se acerco a la niña, que lo miraba aterrada, aún en shock por lo que había visto unos momentos atrás, y le pregunto, tratando de mantenerse calmado, para que ella no intentara escapar de allí:

—¿Cómo te llamas?

—Ka … ssandra ¿Y t.. tú? —le pregunto esa niña, muy asustada.

—Gary, pero quédate tranquila, no te haré nada malo.

—Si… lo haré —dijo la niña, sin tanto miedo.

Después de decir eso, el joven le dió la mano, para que se levantara del suelo, ella la tomó, a pesar del temor que sentía en el momento, aceptando la ayuda de aquel chico, que sin conocerla, le había salvado de morir, se limpió las lagrimas y se fue con él. Gary, a su vez, pensaba en lo que haría de allí en adelante, ya que tendría a esa nueva compañera a su cargo y debía darle algo de comer, así que busco un trabajo de medio tiempo y después comenzó a cazar vampiros por dinero.

Así comenzó su fructífero negocio...

Continuará...