Los vampiros, esos seres tan despreciables, tenían una organización muy parecida a la de los aristócratas, ya que los fundadores de cada clan generalmente lo eran y, según ellos, debían mantener un orden entre ellos. Para ello, crearon cuatro clases principales.
Comenzaron con los de clase más baja, es decir, los convertidos, a los que llamaron Guloks. Los Guloks eran vampiros sin poderes, casi comparables con los seres humanos, ya que podían morir fácilmente ante cualquier enemigo y generalmente eran los que se encargaban de los humanos que su clan utilizaba como esclavos, ya que eran los guardias del Hogar Secundario del clan.
Los vampiros de clase baja, que eran hijos de un mortal y de un vampiro, fueron llamados Garkos. Los Garkos eran más fuertes que los Guloks y poseían una capacidad única, que era la velocidad sobrehumana, pero no eran inmortales, así que su tarea en el clan era proteger el Hogar Principal del clan.
Los vampiros nobles, llamados Girkus, eran generalmente, la segunda familia real, la cual, tenía mayores libertades para procrearse y generar riquezas para el clan al que pertenecían, aunque, tarde o temprano, estas pasaban a ser parte de la fortuna del representante de la familia real del clan que estuviese a cargo del mismo.
La familia principal o real, como se le llamaba normalmente en el clan, era la que se encargaba de dirigir todos los asuntos del clan, los que imponían las reglas seguidas por sus miembros y sus órdenes debían ser acatadas por todos y cada uno de sus sirvientes en el clan. Ellos normalmente eran protegidos por sus sirvientes, aunque no necesitaban realmente de ella, pues eran virtualmente inmortales, tenían velocidad y fuerza sobrehumanas y otras cualidades menores, como la telepatía y la capacidad de presentir el peligro, como una especie de premonición.
El representante de cada clan se elegía entre los dos hijos mayores del representante principal del clan y cuando estos tenían descendencia, se hacía lo mismo con sus hijos, exceptuando a los que tenían un solo hijo, pues el mando pasaría a sus manos automáticamente.
Cuando el padre de Kratos y Sofía, llamado Nelkor, tuvo que legar su reinado a uno de sus hijos, decidió que su sucesor fuese su hijo Kratos por dos razones. La primera era porque era un machista y no podía dejar que una mujer se apoderara del reino, ya que si lo hacía, el lugar soñado por él se derrumbaría por completo.
La segunda era la más sencilla: él sabía que su hija tenía intenciones muy claras de formar un pacto con los Hombres Lobo y que dejaría en libertad a todos los esclavos que tenían en su poder hasta el momento en que debía legarle el mando a uno de sus hijos, entonces decidió que su hijo Kratos era el más indicado para gobernar en su lugar y así, poder ir tranquilamente al confinamiento secreto de los líderes del clan, llamado Ejnur.
Ese lugar se encontraba oculto y solamente los sabios del clan, conocidos como Ejnors, conocían su ubicación, aunque tenían prohibido divulgar semejante información, por temor a que los Hombres Lobo, al asesinar a algún vampiro que llegara a conocer la verdad y probara su sangre, aprovechando la información, fuese hasta allá para acabar con la vida del primer lílíder del clan y, así, acabar con el lado vampiro de toda su maldita descendencia.
Continuará...
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Editado: 04.04.2025