— Para nada, la he ido a ver muchas veces, ella odiaría que se hiciera algo así.
Al rato Izbet iba saliendo de la casa, coincidentemente bajo del cielo el maestro del novio.
— Mira Videl, llegó el Sr. Piccolo, aprovechemos que esa por aquí tu madrina y los presentamos — se acercó al namek — ¿Cómo está?
— Bien — miró alrededor — hay mucha gente extraña.
— Están probando el sonido, y viendo los espacios para los adornos, pronto se irán.
La novia se acercó a ellos con la mujer de negro a su lado.
— Permítame presentarle a la madrina de la boda — dijo la novia — Izbet, te presentó al Sr. Piccolo, el padrino.
— Mucho gusto — saludó el namek a la mujer.
— El gusto es mío. Lo siento, pero Satán está impaciente por contarme la mejor parte de su lucha en el último torneo, si me disculpan — se retiró caminando lentamente.
La tarde transcurrió apacible, hasta que la mujer del mechón blanco trató de acercarse a Bulma para pedirle el número de teléfono para que luego pudieran afinar los detalles de la reunión, a pesar del cuidado que tuvo y la ayuda de su bastón, tropezó y cayó, Piccolo que estaba cerca trató de ayudarla, pero ésta al sentir una mano en su brazo la rechazó, se levantó sola y siguió su camino.
— Al menos deberías dar las gracias — dijo molesto el guerrero.
— Gracias por querer ayudar a esta dama que no sabía cómo levantarse — le dijo irónica mientras seguía su camino.
— Lo siento mucho Sr. Piccolo — se le acercó la joven de los ojos azules, avergonzada — a mi madrina le molesta mucho cuando la ayudan, odia que la vean como alguien que necesita que la cuiden.
— Hum... qué tontería, no ve, obvio que necesita ayuda.
— Ella es una luchadora de artes marciales profesional, nunca ha perdido una pelea, se desenvuelve muy bien sola.
— A pesar de eso igual se cayó recién — le sonrió fugazmente — no te preocupes, lo bueno es que solo debo volver a verla solamente en la ceremonia.
En ese momento apareció una nave espacial gigante que quedó sobre el lugar tapando la luz del sol, de ella salieron muchas guerreras de diferentes razas, algunas gigantes, otras de colores extraños, con ropa también dispares, lo único en común que tenían era que cada una llevaba una esmeralda en la frente, atacaron y dispararon con sus armas hacía todas partes, los guerreros Z se prepararon para defenderse, en la puerta de la aeronave apareció una mujer con pelo negro largo hasta la cintura, ojos oscuros, de 1.80 cms, con una malla clara ajustada, tenía alas blancas, botas con taco alto, y una corona en la frente, llevaba en sus manos una perla gigante, la levantó y comenzó a brillar, en ese instante todos los hombres cayeron inconscientes, menos Piccolo; entre él, Videl, y N°18 (que dejó a Marron con Bulma y Milk para que la cuidarán) empezaron a luchar en el aire contra las atacantes para tratar de evitar que bajaran a la tierra, los humanos que estaban haciendo los arreglos escaparon apenas vieron lo que ocurrió, Izbet protegió a las mujeres y a la niña, aunque lo hizo bastante bien al principio, cuando las contrincantes se multiplicaron y empezaron a usar pistolas le costó mucho esquivar los rayos.
— Necesitamos ayuda, rápido — gritó la científica agachándose y cubriendo a la pequeña con su cuerpo de las guerreras, por suerte Milk la ayudó.
— A pesar de los años no pierdo mi habilidad — dijo orgullosa la madre de Gohan, que por celebrar su triunfo no se dio cuenta, y otra mujer con esmeralda en la frente la golpeó por la espalda.
— Piccolo, ve a ayudarlas — gritó la androide.
El guerrero namek llegó justo para parar un rayo que casi da en las mujeres y Marrón, Izbet logró dejar fuera de combate a varias, pero ya el cansancio y los golpes recibidos la estaba dejando sin fuerzas, muy a regañadientes tuvo que dejar que el hombre de piel verde las defenderlas a todas.
Varias atacantes rodearon y lograron inmovilizar por un segundo a Videl y N°18, momento que aprovechó la mujer de la corona, que les puso una esmeralda en la frente a cada una, en ese momento ellas quedaron sin voluntad, se escuchó un sonido y todas entraron a la nave, llevando a las inconscientes y heridas, incluso las dos terrícolas embarcaron, cuando estaban todas dentro la nave se perdió en el cielo.
Editado: 25.09.2019