Ángel Ciego 9. Memorias

Amazonas. ¿Por qué se los llevan?

— Mira las fotos que mandó Yun ¿Puedes decirme cuando las tomaron? — pidió la mujer a Piccolo.

— A ver, este día fue cuando nuestro hijo aprendió a nadar — le acotó el namek.

— Se ve tan lindo nuestro niño, y en ésta — le pareció extraña la imagen — ¿Soy yo?

— No, es la diosa de las amazonas.

RECUERDO

Estaban en casa de Bulma, celebrando el cumpleaños de Trunks, cuando a la ciudad llegaron mujeres guerreras en una nave espacial, empezaron a destruir todo y atacar a las personas, los guerreros Z fueron a detenerlas.

— ¿A dónde vas? — preguntó Piccolo al ver a Izbet emprender vuelo tras los demás.

— Con ustedes.

— No es necesario, con nosotros es suficiente, nos vemos — la besó en la frente y se fue.

— ¿Qué pasó que no fuiste? — la científica la vio salir con los varones y ahora ella estaba abatida en medio del patio de la Corporación Cápsula.

— Piccolo me pidió que me quedará — tenía una expresión triste — a veces me trata como si fuera su hija, cuando debería ser al revés.

— ¿Y si me llevas a ver? — rió divertida la científica con la idea.

— ¿Por qué no? Total, sólo te acompañaré — le encantaba la forma de pensar de la mujer del cabello azul.

Llegaron cuando sus amigos ya estaban por vencerlas, en ese momento se escuchó un sonido extraño salir de la nave y los hombres cayeron desmayados, ambas se acordaron inmediatamente de lo que pasó con la Perla de la Sirena.

— Ahora está bajando de la nave una mujer — todavía estaban escondidas, Bulma le iba diciendo lo que veía — le dicen Comandante, debe ser la líder, trae una máquina en su mano, se acerca a todos, los están analizando. DETENLAS, SE LLEVAN A YAMCHA Y PICCOLO.

Al escucha eso Izbet fue a tratar de rescatarlos, pero un grupo de mujeres se interpuso, la medio demonio logró dejar a una de ellas semiinconsciente, todas las demás empezaron a defenderse en bloque, retrocediendo hacia su nave.

— Si no puedes contra una sola mujer no mereces estar con nosotras. Vámonos — cerraron la puerta a la orden de la líder.

— NO ME DEJEN — a pesar de su grito las extraterrestres se fue.

Izbet la golpeó en la nuca y la dejó inconsciente, con ayuda de Bulma le amarraron las manos y las piernas, los que quedaron en la fiesta llegaron, al rato los hombres despertaron.

— ¿Qué pasó? — preguntó Goku confundido.

— Un sonido los hizo desmayarse, las atacantes se llevaron a Yamcha y Piccolo — explicó Bulma.

— ¿Quiénes eran? — dijo Gohan angustiado que se llevaron a su maestro.

— No lo sabemos, pero tenemos quien puede darnos las respuestas que necesitamos.

Despertaron a la mujer guerrera de pelo y ojos rosados, que miró a todos con odio y rabia.

— ¿Por qué se llevaron a nuestros amigos? — preguntó con amabilidad el esposo de Milk.

Pero la mujer seguía callada.

— Sino hablas... — empezó a amenazar Vegeta.

— ¿Qué? ¿Me matarán? Se los agradecería, sería una muerte honorable para mí.

— ¿Y qué honor tienen quienes te dejaron abandonada? — le rebatió la científica.

— Tienen razón, soy débil para estar con ellas.

— Por favor, necesito saber qué pasará con quienes se llevaron, uno de ellos es mi pareja — le rogó la media demonio.

— Que tontería, los hombres son necesarios sólo para reproducirse, luego hay que desecharlos, no hay que mezclar sentimientos con ellos.

— Que equivocada estás, el amor que le tengo, y mis ganas de ayudarlo me dieron las fuerzas para poder luchar con tus compañeras y contigo, y ganarte — puntualizó.

Se notó que en la mujer había una lucha interna, ella también creía que los sentimientos hacia los hombres no eran malos, se acordó de algunos matrimonios que vio en sus viajes, se veían tan contentos, pero su cultura era así y no podría cambiarlo, se lamentó.

— ¿Para que los quieren en tu planeta? ¿Estarán bien? — la mujer del mechón blanco se arrodilló a su lado, y le tomó las manos con las suyas, angustiada, temía que le dijera que los matarían apenas llegarán al planeta.

Por un momento la prisionera meditó lo que le había pasado, al final decidió ayudarlos.

— Somos amazonas, estamos en busca de hombres fuertes que no tengan descendencia, la Reina China quiere tener una hija, según nuestra ley debe haber un torneo, quien gané será el Consorte Real... cuando se da a luz en nuestro planeta, la madre para celebrar el nacimiento debe matar al padre, es la ley.

— Diablos, debo ir a ese lugar ahora — se levantó angustiada Izbet.

— ¿Arriesgarás tu vida por ese varón? — le parecía extraña su reacción, total había muchos más hombres en el planeta, cuál era la diferencia, con cualquiera podía reproducirse.



#478 en Fanfic

En el texto hay: sexo, aventura, sexo amor desamor

Editado: 06.03.2020

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