Despedida. Desilusión

Cuando Yun llegó a casa de su novia todavía se le notaba molesto.

— ¿Qué pasa mi vida? — preguntó Lina al verlo así.

— Ricky inventó... ¿Tu sabes que tienes la confianza suficiente para decirme cualquier cosa de tu pasado verdad?

— Sí, pero yo nunca te he ocultado nada — uso su mejor mirada de sinceridad.

— Ya no puedo vivir más en su casa, por un tiempo tendremos que estar apretados junto con tu primo, pero cuando gane la gran final nos iremos.

— Que bueno que dejarás ese lugar, le avisaré a Ciro y te estaremos esperando para celebrar — le dio un beso, y le tiró otro cuando el joven de piel verde se fue a buscar sus cosas para mudarse.

El hijo de Piccolo camino media hora hasta que recordó la argolla, se devolvió sonriendo, pensando cómo se pondría su novia de contenta con esa sorpresa, voló y entró por la ventana al dormitorio de la mujer, pero ésta no estaba, debió haber salido a comprar algo para celebrar pensó, en la habitación de su primo escuchó jadeos y gemidos, estaba seguro que el tipo aprovechó de acostarse con su novia, aunque no le conocía a nadie. Nunca le gustó su forma de mirarlo, mientras más rápido se fuera mejor. En ese momento al lado empezaron a hablar.

— Lina, lo haces mejor cada día, por eso traes loco a ese idiota, arreglémonos, no tarda en volver.

— Demorará al menos una hora más, tenemos tiempo — lo besó lascivamente — ese idiota cumplirá todos nuestros sueños, tuve suerte que nadie se me adelantará, aunque con ese color de piel... y tan alto... todas huían... apenas lo vi en el bar lo reconocí, ese cliente de Texas que me conseguiste me llevó a una exhibición de artes marciales, una mujer luchó con 6 tipos al mismo tiempo, cuando los derrotó se quitó una venda, tenía los ojos blancos, al salir un joven se le acercó a ayudarle, a mi comentario que era un amante joven para ella, me dijo que era su hijo, la ciega hace esas exhibiciones para dar fondos a instituciones de caridad, que tontería... hay supe que Yun es el único heredero del Conglomerado Heaven. Apenas nos casemos haré que me lleve a conocer a mi suegrita.

— Por algo estaba en ese bar de mala muerte, la mamá debe haberlo echado de su casa — razonó el tipo.

— Él se fue, se peleó con ella, y decidió dejarlo todo, que idiota — rió.

— Y cuando su mamita sepa de tu pasado, no va a querer que una "dama de la noche" se quede con su dinero, lo desheredará.

— Lo tengo cubierto, conmigo no podrá "esa demonio de los negocios" como le dicen,  se ablandará cuando sepa que será abuela — sonrió orgullosa por su plan.

— ¡¡¡Piensas darle un hijo a ese tipo!!! — se asombró Ciro.

— Ni loca, no quiero algo como él creciendo en mi cuerpo — besó a su amante — siempre quisimos tener un bebé, es nuestro momento. Apenas puedas, después de la boda, deberás hacer que mi suegra sufra un accidente fatal.

— ¿Qué harás ese... cuando descubra que el pequeño no se le parece? — sonrió malignamente — ¿Haremos lo que pienso con él? ¿Cómo será su padre? ¿Igual a Yun? — preguntó curioso.

— Tal vez, nunca ha querido hablar de él, creo que no existe, por lo que he oído de su madre, lo más seguro es que se inseminó artificialmente, pero algo pasó y el "producto" salió fallado... jajajaja él no dirá nada porque cuando nazca nuestro hijo ya no estará vivo, por fin dejaremos los asesinatos por migajas, éste es el premio gordo.

— Me encanta cuando eres maquiavélica, pero no será peligroso dos muertes tan cercanas, luego de la firma falsa del testamento del tipo de Nueva York los policías nos tienen en la mira — meditó.

— No es mi culpa tener tan mala suerte, además no hay más familia que ellos, nadie nos va a arrebatar lo que nos pertenece — rió pensando en la gran vida que se daría con esos millones — él es el tonto que creyó que una mujer como yo podría fijarse en un tipo como él, si tiene lo suyo — sonrió — pero luego de un tiempo la novedad aburre.

El medio namek cerró fuerte los ojos y cayó de rodillas en las tinieblas, Ricky tuvo razón... y se quedó cortó. Por un momento recordó a Bet ¿Ella pensaría como la rubia sobre él? No, ella de verdad parecía quererlo, pero ahora ya no estaba seguro de nada... cuando se sereno, mientras la pareja seguía haciendo el amor, abrió la puerta del cuarto contiguo de una patada.

— Nunca vuelvan a aparecerse frente a mí o no respondo — la mirada de Yun era sombría.

—— Amor... no es lo que crees — Lina le dio una cachetada a su "primo" — él me forzó — se tiró a los brazos de su novio — te amo solo a ti.

— Suéltame — la empujó contra la cama con demasiado impulso, la mujer rebotó y cayó al suelo, se golpeó la cabeza y quedo inconsciente.

— Ahora veras, monstruo — Ciro tomó un cortaplumas del velador y se tiró contra el gigante de piel verde claro.

Yun tomó el arma blanca y la dobló como si fuera papel, luego lo sujetó del cuello, por un segundo quiso rompérselo, pero recordó lo que le dijo su madre cuando tenía a Alejandro en la misma situación, con rabia lo tiró al suelo.

— No me ensuciaré las manos con basura como ustedes — lanzó la última mirada de desprecio a la pareja y se fue conteniendo las lágrimas de rabia.

Camino a casa de Ricky, pensaba si tal vez debería ir a ver a su madre, las cosas no eran siempre lo que parecían, si le hubiera dado la posibilidad de hablar, quizás todo tendría una explicación, pero al llegar escuchó una conversación por teléfono del dueño de casa.

— Sí, no te preocupes Izbet, te insisto, está bien. En caso que pase algo te llamaré — colgó.

Ya era el colmo, pensó furioso Yun, Lina lo engañó, incluso quería matarlo, y ahora quien pensó que era su verdadero amigo era otro cómplice de su madre.

— Lo escuche todo — dijo apenas entró en la sala de estar el joven — ¿Cómo pudiste traicionarme así con esa embustera que dice ser mi madre? Eres otro de sus empleados.