48: "La boda"

Sofía recordó todo lo que había pasado en su vida para llegar a ese punto, recordó que la amenaza de su madrastra estaba aún vigente. La señora Jesica por todos los medios siempre le hablaba de poder, le quería implantar ideas como: "ella solo debe cuidarse de sí misma para llegar a la cima", "nadie debe estar encima de ella si no nadie la amará y se quedara sola para toda la vida", "los amigos no existen", "el amor es para los débiles y que solo debe existir el matrimonio para conveniencia y beneficio mutuo", entre otras cosas narcisistas que estuvieron a punto de volver loca a Sofía. Ella, para escapar de la locura, fingió que aceptaba todas esas ideas e incluso se fue al orfanato y, con lágrimas en los ojos, insultó a sus tutoras enfrente de algunas familias que iban a adoptar a algunos niños, y estos salieron del lugar.

La señora Jesica en un año hizo que Sofía se desvinculara de sus recuerdos de infancia, y quien sufría más era Lolita que veía a su pequeña "Yaku" llorar todas las noches, y por eso, perdió la fe en que la salvaran...hasta que en la universidad todo cambió y se encontró a Víctor. Sofía no fue capaz de decirle sobre las amenazas de su madrastra, pero si le dijo que, si ella se iba de la casa nuevamente, su padrastro se pondría muy mal de salud de nuevo y le daría un infarto que lo dejaría en estado crítico y eso jamás se lo perdonaría.

Después, Sofía encontraría a Lucía y esta vez sería su amiga, ya que al verla, se vio reflejada a sí misma, si es que le hubiera hecho caso a su madrastra sobre las ideas que intentó implantar en ella, todo lo que pasó Sofía hizo que luchara por una vida normal...y ese deseo hizo que no perdiera su sonrisa en las peores circunstancias.

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El día de la boda había llegado y la tarjeta de invitación decía que se organizaría en el jardín de la mansión "Pretty Flower" que pertenecía a una de las propiedades del señor White. El matrimonio de la maestra Lewis y el decano fueron noticia entre las personas adineradas y de influencia social, algunos decían que el decano estaba loco y otros que ella lo tenía amenazado para que se casara con ella. Pocos eran quienes creían en su amor y los apoyaba de manera genuina, entre ellos se encontraba el pequeño grupo de Lucía, Samuel, Sofía y Víctor.

—No pensé que vendría poca gente —dijo Samuel sorprendido mientras se sentaban cerca del altar que había colocado en la entrada del jardín—creí que se alegrarían por la boda.

—¿Eres ingenuo o qué? —pregunto Víctor serio —nadie acepta la boda, y más aún si los novios son de diferente clase social.

—Puede ser...pero no creí que, después de tantos años, sigan con esto de hacer diferencias entre quienes poseen riqueza y los que no.

—Bienvenido al mundo real Samuel, lamentablemente es así —mientras ambos hablaban en voz baja sobre la cantidad de invitados, Sofía y Lucía estaban cerca al altar por pedido de Sofía que quería presenciar de cerca a los novios cuando dijeran el "sí acepto".

—¡Esto es increíble! Pensé que vendríamos solo nosotras, ¡pero hay más de diez personas aquí! —exclamó Sofía muy entusiasmada.

—¿No crees que estás exagerando? —preguntó Lucía mientras miraba a los alrededores de manera disimulada—una boda es más de veinte personas tengo entendido...

—No es eso, me refiero a que asistieron las personas que menos pensaba que estarían aquí, como los hermanos del decano —Lucía al oír eso, se sorprendió mucho, al punto de que empezó a buscarlos con la mirada, Sofía al darse cuenta de ello decidió ayudarla —son los que están a mi lado izquierdo, son tres hermanos y cada uno posee compañías muy poderosas.

—Se ven...jóvenes...—dijo Lucía susurrando.

—Mmmmm....no tanto, quien se ve más joven es el que está en medio de los dos hermanos altos, es el menor de la familia y...se ve muy apuesto...—respondió Sofía con una sonrisa coqueta, Lucía solo la miró y movió los ojos de manera sarcástica.

—¿Ustedes son amigas de la novia? —preguntó una voz intentando ser masculina y sensual, al voltearnos era el hermano de la maestra sonriendo, por primera vez ambas lo vieron con el cabello cortado y con traje sastre.

—Vaya George, estás...muy guapo —respondió Sofía sorprendida.

—Cuidado que te enamores de mi Sofía —ella al oír esa respuesta se comenzó a reír.

—Para mi eres como el hermanito que nunca tuve, así que no tienes de qué preocuparte —eso desilusionó un poco a George, pero ella tenía razón, solo lo veía como un amigo y eso siempre dejó en claro Sofía —en fin, ¿Cómo está la maestra?

—Está algo nerviosa, pero cuando la vean se sorprenderán —Sofía se entusiasmó tanto que se le escapó un grito de emoción.

—No lo dudo, ¡apuesto que estará preciosa! —ambos estaban entusiasmados y Lucía solo podía mirar a todos lados para no sentirse incómoda, hasta que vio a Víctor y Samuel acercarse a ellas de manera rápida.

—¿Está todo listo? —preguntó Víctor cauteloso y en voz baja.

—Todo listo, Samuel ¿pudiste contratar a los músicos? —Samuel sonrió y asintió coqueto —bien, en todo caso no me preocupo, mi hermana no puede olvidar esta boda.

—¿Ok? —Lucía se acercó a Samuel y preguntó muy confundida— ¿De qué me estoy perdiendo? ¿Músicos?

—Es una sorpresa para los novios Lucía, si Samuel hizo bien las cosas, todo será inolvidable —contestó Víctor sonriendo.

—Oye, yo sé hacer las cosas bien ¿si? —todos se miraron ante la respuesta de Samuel y comenzaron a sonreír entre ellos.

—Si, claro —todos respondieron a una sola voz, Samuel iba a seguir hablando y entonces oyeron una voz que les decía que debían sentarse porque iba a iniciar la ceremonia y todos procedieron a sentarse cada uno en su lugar.

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Al oír la canción todos voltearon hacia atrás para ver a la novia y todos quedaron maravillados, la maestra Lewis tenía un vestido en donde su espalda estaba descubierta, con escote en forma de V y encaje, no llevaba velo pero en su cabello había flores blancas y joyas pequeñas pero que le daban una apariencia encantadora y hermosa. Sofía estaba sonriendo muy entusiasmada y Lucía solo sonreía por lo hermosa que estaba la maestra. George la sostenía del brazo y fue quien la entregó al señor White. Luego comenzó la ceremonia, fue rápido y al final fueron los votos.