En la universidad ya todos se habían enterado de la “relación” de Samuel y Victoria, ambos estaban juntos desde que entraban al salón hasta salir. Sofía estaba sorprendida, Víctor confundido y Lucía…bueno, no hubo reacciones notorias en ella. La situación continuó por una semana y fue cuando Lucía no aguantó más y fue a hablar directamente con Samuel para entender lo que estaba sucediendo.
—¿Qué está pasando entre Victoria y tú? —preguntó ella seriamente.
—Lo que se ve, no se pregunta —respondió Samuel intentando evitar sus preguntas, pero Lucía siguió insistiendo.
—¿Así vas a tratar a tu amiga?
—No tengo nada que decir, lo que ves es la verdad y fin del asunto. —Samuel se disponía a ir al comedor, pero ella fue más rápida y no lo dejó ir obstruyendo su paso.
—Entonces, me estás diciendo que la persona que antes te asustaba peor que a nada, ¿ahora es tu pareja? —preguntó ella una vez más intentando encontrar en él alguna señal de auxilio de su parte, pero lo que obtuvo a cambio fue una contundente afirmación.
—Así es.
—Bien, eso quería oír —ella se apartó y se marchó a paso veloz, Samuel respiró profundo y cuando estaba a punto de abrir la puerta se detuvo. Pensó en todo lo que estaba pasando y las emociones que sentía con respecto a su situación. Era cierto que él estaba en una relación con Victoria, sin embargo, era en contra de su voluntad y lo hacía para ayudar a la dueña del restaurante que por tanto tiempo había hecho un negocio y ahora Victoria podía arrebatarle eso en cualquier momento. Samuel entonces decidió contarle la verdad y fue tras ella y la encontró caminando cerca de la fuente de la universidad y pudo tomar su muñeca para detenerla.
—¡Lucía, yo..!
—¡No me toques! —exclamó ella jalando su brazo hacia abajo, él vio su mirada y aunque mostraba seriedad y tal vez enfado, dentro de sus pupilas marrones claros pudo ver que en realidad ella solo estaba preocupada por él y solo quería entenderlo.
—¡Tú no lo entiendes, debo estar con ella!
—¡Si no lo entiendo, explícame Samuel! —ella se acercó más a él para intentar interpretar su lenguaje no verbal y descubrir algo en su cambio de actitud—acaso, ¿te está amenazando?
—Bueno…
—Bomboncito, ¡Aquí estás! —exclamó Victoria de forma coqueta tomando del brazo a Samuel, y él en una reacción solo se quedó quieto y no habló más, Lucía solo los observó por segundos y desvió su mirada a otro lado.
—Mejor los dejo solos —respondió Lucía mientras se retiraba.
—No, no, por favor, sigan conversando —dijo Victoria con ademán de ganadora y posando su cabeza en su hombro de Samuel, Lucía paró de caminar solo por unos segundos para responder sin voltear a verlos.
—No, yo solo estaba saludando a un viejo amigo, me retiro a mis clases —Samuel quiso detenerla, pero tenía a Victoria a su lado y no vio conveniente aclarar las cosas con ella, solo suspiró profundamente e hizo un movimiento suave para quitar su brazo del agarre de Victoria.
—Bombón, ¡te espero en la hora de salida para que hoy vayamos al centro comercial de compras! —dijo de forma emocionada.
—¿Por qué?
—Mi novio no puede andar con el mismo estilo, debemos cambiar eso a un estilo más elegante ¿no crees?
—Pues…—al verla entusiasmada y sabiendo que Victoria no acepta un no como respuesta, solo cedió a su propuesta — lo que digas…
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Sofía acompañaba a Lucía a la biblioteca del campus, como era un área en donde no podían hacer ruido solo estaban haciendo gestos para comunicarse. Al salir, buscaron una sala de estudio para que ambas puedan estudiar para su próximo examen y también para ponerse al día con algunos apuntes de la clase, ya que hubo un día que Sofía no apunto algunos temas dictados en la tarde por quedarse dormida y le había pedido a Lucía como favor que la ayudara.
—Finalmente, el corazón posee cuatro cámaras por lo que este órgano vital es muy delicado y difícil de realizar operaciones por lo que cualquier daño a estas estructuras puede causar problemas cardíacos a largo plazo —decía Lucía en voz alta para que Sofía pudiera apuntar en su laptop —bien, creo que hasta allí estás al día con los apuntes de la clase.
—¿Solo el profesor avanzó eso?
—Dejó un trabajo de investigación aparte, pero debes hablar con él para que te diga tu tema ya que a todos nos dio un tema distinto para presentar.
—De acuerdo, lo anotaré en mi agenda —Sofía guardó contenta sus cosas, pero luego observó atentamente a Lucía —ahora, ¿me explicas tu comportamiento o lo adivinaré yo?
—¿De qué hablas? —preguntó Lucía confundida, pero solo hizo que aumentara su curiosidad sobre ella.
—Ya sabes, sobre Samuel y Victoria, los rumores que se dicen en los grupos de internet…
—Él me aclaró que su relación es voluntaria, más no indagaré y punto final ¿si?
—Entonces, ¿por qué tienes esa cara de preocupación? —preguntó Sofía intrigada y rogándole con un puchero a Lucía para saber qué era lo que la preocupaba— ¡Cuéntame!
—No tiene nada que ver con Samuel, es mi trabajo.
—¿Tu trabajo?
—Si, el restaurante tiene muchas deudas, si pudieras ir a ver cómo está allí…eso me desanima bastante y no sé qué hacer —Sofía dejó de actuar como una chica tierna y entendió la seriedad de la situación y la preocupación de su amiga.
—No debes preocuparte, tal vez solo son tiempos difíciles y el dicho dice que no hay mal que dure cien años.
—Ese no es el problema, la cuestión es que el papá de Victoria que casualmente es el alcalde, piensa demoler varios puestos de restaurantes para construir otra plaza, eso encontré en los documentos de la dueña y dice que la obra iniciará dentro de unos cuatro días.
—¿¡Qué!? Pero no pueden derrumbar esos restaurantes, llevan décadas funcionando, casi son como patrimonios y es lo único que tenemos como antigüedad.