Ángel de la muerte.

Capítulo 7: El juramento de Azrael. 

<<Hay cosas que cejan la mente y ten cuidado de ellas pueden ser peligrosas>>

— Azrael⭐

Capitulo dedicado a Estefania tu comentario me ayudan como escritora, te mando muchos besos y abrazos

Capítulo 7: El juramento de Azrael. 

Azrael

Ya ha pasado una semana desde que soñé con Amaia, o bueno la que se parece a Amaia.

Todo esto es raro, le pregunte a Rafael, pero él no me lo quiere decir, no sé qué pasa, pero estoy enojado con todos ellos, nadie sabe nada.

Quiero saber ¿por qué ella estaba en mi sueño? ¿Por qué me beso? quiero muchas respuestas y nadie me las da.

Debes calmarte Azrael —pienso.

—Oye ¿Qué te pasa? — me mira raro Gabriel, desde el día que ella me beso, siento que algo no está bien en mí, siento como si ella y yo, nos hubiéramos conocido desde más antes.

—Nada.

—Eso me lo has dicho varias veces ¿Qué sucede Azrael?

—Nada — tuerce sus ojos y hace un puchero.

—Me tienes cansado con eso, soy tu hermano mayor dime lo ya.

—¿Serás sincero con lo que te diga?

Me mira seria, se acomoda en el sofá, mueve su dedo para que continúe.

—Claro ¿Qué pasa?

—Tu sabes como yo fui creado.

Me mira confundido —¿Cómo?

—El día en que nací, ¿fui creado por padre?

Se remueve en su lugar, y mira a otro lugar —Claro.

—No eres sincero y sabes que padre no le gusta que mientas Gabriel.

Lo miro enojado, me levanto del sofá para irme a mi cuarto.

Al levantarme siento que mi cabeza da vueltas y el aire me falta.

—¡Azrael! — escucho decir a Gabriel —Cuidado.

Mi cuerpo impactando en el suelo, escuchar los gritos de Gabriel y todo se vuelve borroso, siento mi cuerpo inerte, mi vista volviéndose negra y perdiendo la conciencia.

**

—Sabes me gusta como estamos ahora — me dice muy animadamente Amaia.

—¿Cómo? — pregunto, viéndola sonriendo.

—Así juntos y para siempre.

Nuestras manos entrelazadas, acostados en nuestra cama, desnudos y segados por el deseo que tenemos los dos.

—Me gusta que al fin te dejan un rato libre.

Sonríe —Odio ir a buscar mundos — hace un puchero, viéndose muy adorable —Soy una guerrera, pero, cansada de esto.

Miro atenta a mi mujer — Y yo odio ser el consejero del rey.

—Azrael ¿Por qué mejor nos escapamos? — me siento y la veo de frente.

—No podemos hacer eso, soy débil, un simple consejero, tu eres una de sus creaciones, tú tienes la fuerza y ese poder.

Me mira enojada —¡No eres débil! Para mi eres muy fuerte, tienes un gran poder, eres el único que pudo ablandar mi corazón.

Agarro sus manos y las beso —Lo se amor, pero sabes que nadie sabe de esto, está prohibido que tu estés con alguien como yo, nos pueden matar.

—Nadie me puede matar, por eso el rey me tiene con cuidado, sabe que si me hace enojar acabare con todas sus razas.

—Estoy informado de todo esto cariño, pero no podemos hacerlo.

Tuerce sus ojos —Nadie me creo, fui creada del aire y de la naturaleza de nuestro mundo, nadie puede asesinarme, soy inmortal Azrael recuérdalo.

Asiento —Pero yo no, soy solo una de los seres de este mundo, creado por ellos.

En qué momento nuestra conversación paso a esto.

—Sabes que se todo tipo de magia, puede hacerte inmortal si quieres.

Siento que mis ojos brillan cuando ella termina de decir eso —¿Enserio? —hablo emocionado.

—¡Si! Encontré como hacer a alguien inmortal, solo debes beber mi sangre y hacer el ritual que encontré en un libro antiguo.

Beso sus labios —Acepto hacer el ritual.

Me abraza —Te amo Azrael, nos iremos lejos y podremos ser felices por siempre.

—¡Azrael! — escucho el grito de Gabriel a lo lejos.

Pestañeo varias veces, ya que mi vista esta borrosa.

—¿Qué me paso? — pregunto confundido, me ayuda a sentarme.

—Dime por que estabas diciendo el nombre de Amaia repetida veces — me mira serio.

—Yo — me apunto — No recuerdo nada de lo que dices.

Su ceño fruncido y la manera de cómo me mira, desconfía de lo que he dicho, no me cree nada.

—Hare que te creo, pero sé que escuche el nombre de ella, salir de tus labios.

Me levanto y me dirijo a mi cuarto, cierro con seguro y me recuesto en la cama.

¿Por qué me pasa esto a mí? ¿por qué sueño todo esto? — tengo muchas preguntas en mi mente y sin responder.

Amaia su nombre cada vez que sale de mis labios, siento algo en el pecho, un sentimiento raro, es como si ella y yo nos conocíamos desde un tiempo atrás, pero ¿Cómo sería posible eso?

Soy una creación de Padre, el me dio la vida.

Es mentira — escucho una vocecita en mi cabeza.

¿Mentira? Como sabes eso mente.

Tú le perteneces a ella, el solo te quito de su lado.

Ando cada vez más loco — pienso.

Siento mis parpados pesar y caigo rendido ante el sueño.

**

—¡Levántate Azrael! Llegaremos tarde al colegio.

Suelto un bufido y un grito de frustración— Ya estoy mayor, para ir a ese colegio.

—Deja de ser perezoso, si padre te escucha te castiga o te encierra.

Me levanto con una pereza que llega a Japón, media hora después de haber duchado, sigo el olor a comida quemada.

—¿Qué le hiciste a mi cocina? — miro horrorizado, está la cocina toda quemada, platos tirados en el lavabo, comida en el suelo y el lleno de harina.




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