5 de noviembre 2004
Estoy en la que ahora es mi nueva habitación después de la muerte de mis padres tuve que mudarme con mi tío Carlos, el hermano de papa, es la única familia que tengo, ya que mi madre era hija única y sus padres murieron hace mucho, además se había alejado de sus otras hermanas hace tiempo cuando salió de su ciudad natal para venir a estados unidos, y mi papá solo cuenta con el tío Carlos después de la muertes de sus padres, siempre me ha caído bien mi tío, ha sido una persona confiable y me ha tratado bien a pesar de lo poco que nos vemos en los años pero nunca pensé que me iba a venir a vivir aquí y menos en esta situación.
Todavía no puedo creer que mi familia está muerta, que no volveré escuchar a mi padre llamarme "luz”, ni a mi madre regañarme por lo desordenada que soy, y a mi hermanito darme esa sonrisa bobalicona faltantes de dientes.
Miro el techo y sonrió recordando a mi hermano, y no puedo evitar que unas lágrimas se escapen de mis ojos, las limpio rápidamente y suelto un suspiro. Están difícil pensar en ellos y no soltar unas cuantas lágrimas, tan difícil saber que tengo que continuar sin ellos, pero sé que tengo que continuar, que no me puedo dejar vencer, pero es tan difícil que quisiera a veces darme por vencida; pero sé que es lo menos que puedo hacer por mi familia, por mi hermanito que no tuvo la oportunidad de vivir. Debo hacerlo por él.
Vivir por ellos, vivir por mí, solo espero que este dolor sane, que pueda volver a recordarlos sin sentir que voy a desfallecer en cualquier momento, sin extrañarlos tanto que duele.
Miro mi alrededor todo están diferente a mi antiguo hogar, tuve que dejar el vecindario que conocía desde pequeña y venir a uno nuevo, a pesar de que el tío Carlos intenta hacerme sentir como en casa y hasta decoro mi nueva habitación muy parecida a la que tenía antes, no la siento igual o tal vez yo ya no soy esa misma chica. Y me duele, duele saber que no solo lo perdí a ellos, sino que también perdí una parte de mí.
Decido levantarme de la cama, desde que llegue hace dos días no he salido de aquí, es hora de deje de auto compadecerme, es hora que viva.
Abro la puerta y bajo las escaleras, me fijo en los portarretratos y ahí sale mi tío con la que era su esposa, se les ve a los dos realmente felices, por eso no entiendo porque lo dejo, pero mamá me dijo que solo el amor verdadero puede con todo y tal vez aquella mujer no pudo apreciar el buen corazón de mi tío.
Voy hacia la cocina y ahí está mi tío preparando la cena, están bueno conmigo, tan paciente que agradezco a Dios él a verlo puesto en mi camino, es la única familia que tengo.
Mi tío se da cuenta de mi presencia- oh, qué bueno que estas aquí lucia, ya iba a buscarte para decirte que la cena ya está lista- y me da esa gran sonrisa que me reconforta.
Es bueno no estar tan sola.
**************
20 de septiembre 2012
James me abre la puerta y me hace un gesto para que pase adelante, si la cabaña ya era hermosa por fuera por dentro es impresionable, además de tener decoraciones en madera que la hacen parecer más acordes con el bosque, también costa de muebles elegantes y lo que me impresiona mas es la lámpara colgante que adorna el medio de la sala es transparente y tiene muchas decoraciones pequeñas colgando como si fueran gotas de lluvia, no me acuerdo el nombre de esas lámparas pero es hermosa, todo parece tan perfecto.
Sigo caminando y veo varios cuadros de paisajes muy hermoso, me paro frente a uno que consta del mar donde se refleja el atardecer en el agua, algunas gaviotas a los lejos y un gigante faro blanco, me gusta mucho, me trae paz como si estuviera en esas aguas tranquilas, me reconforta y me llena de paz; más adelante al lado de un gran ventanal veo un piano, es hermoso es totalmente blanco con algunas decoraciones en dorado y sin darme cuenta mis piernas se dirigen hacia allá, y cuando le quedo al frente miro por el ventanal y no tengo palabras para describir la vista que estoy presenciando en este momento, es maravilloso, se puede ver un pequeño lago al fondo rodeado de pinos pero lo más impresionantes son las montañas que se pueden presenciar mas allá, es realmente muy hermoso.
miro el piano que esta frente a mí y mi mano se extiende para tocarlo, pero antes de tocarlo observo mis manos, en ellas se pueden apreciar mis uñas llenas de suciedad y mis palmas tienen pequeñas gotas de arena, entonces lentamente alejo mis manos del piano y la acerco a mi pecho, tengo miedo de ensuciar esta belleza, de repente me acuerdo que no estoy sola y me doy la vuelta encontrando a james a unos metros de mi observándome con mucha atención, y no puedo descifrar que significa su mirada, no puedo sostener más su mirada y miro hacia el suelo, después de tomar un respiro hondo me dirijo lentamente a él con mi vista fija en sus zapatos, me detengo cuando lo tengo a unos cuantos pasos.
-me imagino que estas agotada por el viaje ¿cierto? - lo miro, me ofrece una pequeña sonrisa que no llega a sus ojos- acompáñame te mostrare donde puedes descansar a gusto- y se encamina hacia unas escaleras esperando que lo siga y eso hago.
Luego de pasar dos puertas más nos detenemos frente a una puerta de madera, james la abre y me hace pasar de primero, lo primero en que me fijo es en la gran cama de sábanas blancas con algunos cojines en azul oscuros y detrás de esta hay una gran ventana y al lado una pequeña puerta- donde me supongo hay un pequeño balcón- donde también se pueden ver las montañas, la habitación es pequeña pero muy acogedora, al lado de la cama, hay un armario de color grisáceo pero no me fijo mucho en este porque dudo mucho que lo valla a utilizar ya que no tengo nada más que el vestido harapiento que tengo encima; y mis ojos se fijan en este, observando lo que una vez fue rosa pastel ahora está todo marrón debido al sucio y me queda lo suficientemente corto y apretado para saber que ya no está a mi talla, pero es lo único con o que cuento ahora mismo.