Graham sacó un pañuelo de su pantalón y secó sus ojos, su vista estaba un poco borrosa, la mano estaba matándolo. Sentía un hilo de líquido bajar por su frente, supuso que sería sangre. Seguramente también tenía costillas rotas, le costaba trabajo respirar. Trataba de hacer un recuento rápido de los daños, puesto que tenía que salir de ese lugar, no sabía si alguien más había venido siguiendo los pasos de Yordano.
—¿Estas bien? —interrogó un hombre acercándose a él.
Graham trato de enfocar su mirada, pero solo lograba ver entre sombras.
—¿Quién es?
No debía demostrar temor, sin embargo, se encontraba en desventaja.
—Somos Steven y Robert —respondió Robert, Graham comenzó a sentir que el dolor de su cuerpo aumentaba, sabía que pronto entraría en shok, Steven lo tomo de un brazo y Graham hizo una mueca dolor.
—Debemos llevarlo al hospital —sugirió Steven viendo las heridas que tenía en el rostro y en sus brazos.
A ellos no los habían enviado a cuidarlo, pero tampoco a eliminarlo, de modo que estaban cumpliendo con su deber al asegurarse que Graham Hawthorne siguiera con vida.
—¿Qué te sucedió? —interrogó Robert.
—Una pelea con un viejo enemigo respondió.
—¿Puedes caminar al estacionamiento? Allí está nuestro auto —le interrogó Steven con amabilidad.
—Sí, creo que si —respondió Graham. –Pero… ¿Cómo me encontraron?
—Un hombre nos preguntó si habíamos visto a alguien con tus características, no se veía muy amable.
—Se veía muy molesto y supusimos que algo habría de pasar, lamento que llegáramos tarde —concluyo Steven.
Graham no sabía si confiar en ellos, pero estaba en sus manos. Se apoyó en los dos hombres y comenzaron a caminar en dirección al campus, llegaron al auto. Lo subieron en el asiento del copiloto y pusieron en marcha el motor en dirección al hospital más cercano, en silencio Graham pedía, que ese fuera realmente su destino.
Violet se encontró con Astrid y Maevel en la cafetería del restaurante Misery, tal como Ángel le había ordenado, no les dijo nada hasta que termini la jornada laboral.
—¿Si no les digo? —se interrogó a sí misma.
“Sin estupideces”. Recordó que Ángel había dicho en el estacionamiento, no le quedó más que acercarse a las muchachas, a la mesa donde se encontraban.
—Hola chicas —saludo Violet con una sonrisa.
—¿Que hay Violet? —saludó Maevel, no es que le callera mal la chica, pero nunca se habían llevado bien.
—Hola mujer —respondió Katerin con una sutil sonrisa.
—Es rápido lo que le debo decir, Ángel se llevó a Gabriel por que se sintió mal.
—¿Como que se la llevó? —interrogó Maevel interrumpiendo Violet, bastante enojada.
—Tranquila Maevel, te dije que esa niña hablaría con alguien para que la trajeran —la explicó Astrid tomando a Maevel del brazo para tranquilizarla.
—¿Quién la trajo?
Maevel estaba tratando a Violet como si ella fuese la culpable de las acciones de su hermana, pero así era ella, siempre buscaba quien se la pagara.
—Graham.
—¿Porque fue Ángel el que se la llevó si fue Graham quién la trajo? —interrogó Astrid.
—Por qué se sintió mal cuando salíamos de clase y nos encontramos Ángel, así que fue el que se ofreció a llevarla, y yo me quede para buscarlas —Explicó Violet fastidiada de fingir que le importaba.
—Maldición, a un me faltan ir por las patentes —gruño Maevel entre dientes, sintiéndose molesta con su hermana.
—Yo aun no termino tampoco —dijo Astrid —Podremos ir a verla.
—Está bien, si algo malo hubiese pasado Ángel ya nos habría avisado—repuso Violet tratando de hacerlas desistir, pues imagino que Gabriel no estaría en su casa.
—Si tienes razón —Aceptó Astrid, en ese momento sonó el celular de Maevel.
—Disculpen.
Se puso de pie alejándose de ellas, no es que no pudiera contrastar estando con las chicas, simplemente no confiaba en Violet
—¿Diga?
—¿Señorita Alarcon? —interrogó la voz del otro lado del auricular, era de un hombre sumamente varonil.
—Sí, ella habla.
—Mire, no se asuste, usted no me conoce, pero le hablo de parte de Graham Hawthorne.
—¿Que pasó, él está bien?
—No voy a mentirle, lo encontramos en muy mal estado, muy golpeado y lo trajimos al hospital.
—¿Está inconsciente? —Maevel se llevó la mano a la cabeza.
—No, está consciente y nos pidió las llamáramos.
—¿Cuál es su nombre?
—Steven Dozzen —respondió el.
—Bien, Steven ¿En qué hospital están?
—En el hospital Libertad.
—Está bien, vamos para allá —dijo Maevel y cortó comunicación.
Maevel regreso a donde estaban las chicas.
—¿Qué pasó? —interrogó Astrid algo asustada.
—Que no entraremos a clase, ve por Gabriel y me alcanzan en el hospital Libertad, Graham está allí —Explicó Maevel guardando sus cosas en la mochila.
—¿Que le paso? —quiso saber Violet.
—No lo sé, solo me dijeron que le encontraron muy golpeado —respondió Maevel.
—Ok, vete por con los muchachos y yo pasó por Gabriel —sugirió Astrid
—¿Quién lo encontró? —interrogó Violet, mientras las dos mujeres se ponían de pie.
—Un tal… Steven… Dozzen —respondió Maevel tomando su mochila.
Violet sintió escalofrío, pero ocultó, esto era malo, malditamente malo, sacó su teléfono celular y le marcó a Ángel.
—Beneditc —respondió Ángel del otro lado del auricular casi en un susurro.
—Ángel alguien golpeó a Graham —Comenzó a explicar Violet.
—Que bien.
—Si él está bien, en el hospital Libertad —Continuó Violet tratando de no reírse por el tono sarcástico de él.
—Eso no me importa.
—Pues, le llamaron a Maevel, lo encontró un joven, espera —pidió Violet, volvió a ver a Maevel —¿Cómo dijiste que se llamaba?
—Steven Dozzen —respondió Maevel observando con detenimiento a Violet.
—Ángel, se llama Steven Dozzen.
—¡No es posible! —gruño Ángel molesto.
—¿Aun estas con Gabriel?
—¿Por qué?
—Astrid va a ir al hospital para alcanzar a Graham.
—Yo llevó a Gabriel, que ellas busquen a los otros dos idiotas.
—Está bien, adiós. Me dijo que para ahorrar tiempo buscarán los muchachos y el llevará a Gabriel al hospital —dijo cortando comunicación y guardando su teléfono mientras veía a las muchachas.
—Buena idea, vámonos —respondió Maevel, aun cuando realmente no le agradaba la idea.
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amor, tiempo y vida, traición cicatrices y triángulo amoroso
Editado: 16.11.2025