Angel Guardian

-Capítulo 25- White King.

-Ethan-

-Ethan-

Descubrir que el mundo está plagado de ángeles y nefilim ya era bastante información que digerir, pero escuchar una historia que parece una leyenda sacada de alguna secta religiosa o satánica; te dejaba mucho en lo que pensar.

El humano es un ser finito que vive rehusándose a comprender la realidad que lo rodea. Sin embargo, su arrogancia es tan grande que se considera el ser más desarrollado que puede existir. El que está a la cabeza del proceso evolutivo, con inteligencia superior y amigo de la razón.

Y, sin embargo, se la pasan luchando por encontrar el sentido a su existencia, buscando aplacar esa desesperación al no poder explicar las preguntas que los llevan a experimentar una crisis existencial. Afirmando que la realidad es meramente un campo abierto por explorar y seguir descubriendo nuevas posibilidades para seguir evolucionando como individuo.

Cuan ignorante es la humanidad, creyendo que su existencia es la base de este mundo, sin ser conscientes de aquella cruda realidad; la realidad que golpea fuerte e incluso resulta ser más cegadora que la misma luz.

«Somos como animales en cautiverio», «Presas criadas en un ambiente habituado para probar la capacidad del cazador».

Nos dejan saborear esa falsa sensación de libertad, permitiendo que vivamos en un espacio preparado por ellos y haciéndonos creer que somos dueño de ese diminuto lugar al cual consideramos nuestro territorio. Es así como se aprovechan de nuestra ignorancia e ingenuidad para luego darnos caza en nuestro ambiente natural.

Es repugnante la desesperación de sentirse como presa acorralada en un campo de tiro.

Y puede que sea un alivio el no ser tratados de forma violenta, ya que su modus operandi es más estratégico, más cauteloso; no obstante, no le quita lo que es, una caza furtiva.

Para hacerse con nuestras almas, llevan a cabo un conjunto de estrategias para atraer y amedrentar sin necesidad de hacer casi nada. Con un susurro es más que suficiente, luego se van y dejan que la frágil moral de seres tan corruptibles como los humanos, sea los que termina el trabajo. Es así como nos hacen creer que los perseguidores son una sombra de nuestros propios demonios, la pura consciencia de un pecador que lucha contra un supuesto dilema moral.

Y cada cierto tiempo permiten que nuestra especie obtenga una diminuta porción de la verdad, con tal de incentivar esa falsa idea de conquistador que alimenta nuestra capacidad para infravalorarnos. De igual forma, esas premisas nos mantienen lo suficientemente distraídos como para acecharnos muy de cerca y susurrar. Esos susurros pasan desapercibidos, pero la idea ya fue introducida en nuestras mentes y dentro de poco la semilla germinará hasta convertirse en una realidad.

Creyendo que la idea fue originada por sentido común y buen juicio, se lleva a cabo y no pasará mucho hasta que las consecuencias definan el cómo terminará. Al final, nuestra existencia resultó no ser tan compleja. Tenemos un propósito lamentable, fuimos creados como seres fáciles de manipular, con la única finalidad de probar la valía de una raza más fuerte.

¿Por qué no me sorprende? Si algo es cierto, es que fuimos creados a imagen y semejanza de aquel dios de los cielos. Es por eso que la humanidad posee el mismo complejo que esas malditas deidades. Los fuertes necesitan destruir a los débiles, amedrentarlos; es un deporte que satisface sus deseos más primitivos y los hace sentir todo poderosos.

Qué fácil y a la vez complejo puede llegar a ser cuestionar nuestra realidad. La peor parte es que siempre hemos tenido indicios sobre la verdad, ha estado frente a nuestros ojos, ha sido documentada por miles de años y resulta que la verdad supera con creces la ficción, la supera a tal punto que nos es casi imposible aceptar y replantear el sentido mismo a nuestra existencia.

La religión es una mentira edulcorada para controlar las masas. Son sus agentes infiltrados para mantener un orden, para acallar la verdad y someternos en la ignorancia con tal de evitar que la humanidad se vuelva a sublevar contra su creador.

Este mundo es una maldita mierda sin sentido y eso me enfurece demasiado. ¿Cómo puedo buscarle sentido a cosas que no puedo controlar?

Necesito tener el mínimo control sobre la situación o de lo contrario, el resultado podría tener una variable muy problemática. Además...

¿Me están jodiendo? ¿En verdad esperan que simplemente lo acepte y siga actuando de forma despreocupada?

Siendo racional, no hay forma de que pueda alterar el curso de las cosas; siendo uno del montón no puedo ponerme a debatir en dilemas morales. En primer lugar, al mundo le va importar un carajo si esto sale a la luz, lo más probable es que termine convirtiéndose en una nueva faceta que investigar dentro de alguna rama de los trastornos psicóticos.

¿Quién mierdas me va a escuchar? ¿Acaso tiene algún sentido estar debatiendo esto?

Debo calmarme, adaptarme y sobrevivir a base de estos conocimientos recién adquiridos. Ahora el juego es totalmente distinto, las posibilidades son mayores, al igual que los factores de error y riesgo. Mi mente debe ser más abierta y preparada, de lo contrario puedo caer dentro de alguna idea ajena a mi pensamiento propio.

Suspiro cabreado. Es muy fácil afirmar el cómo debo tomar todo esto, ojalá fuera suficiente con solo decirlo

—Entonces los ángeles y caídos siguen librando su guerra —digo, haciendo una introspección de lo anterior—. Solo que ahora nuestras mentes son su campo de batalla.



#29559 en Otros
#4137 en Acción
#20788 en Fantasía
#8538 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: novelajuvenil, romance, angel de la guardia

Editado: 10.06.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.