Angel Guardian

-Capítulo 10- Bunny or Bonnie?

Conozcamos al ángel capaz de todo por salvar a su protegido             

(Un año después de la muerte de Dannie)

-Marrom-

El pub, Duprae. Uno de los lugares más conocidos por ser de los favoritos para corruptos y criminales provenientes de diversos países. Poder pagar una entrada a la fachada no representa ninguna dificultad para cualquier transeúnte común, lo interesante y subido de tono inicia en el sótano. Los pisos inferiores están hechos a la medida de los facinerosos, logrando un ambiente caótico y peligroso para cualquier inocente que tenga la intención de divertirse.

Ahora, trabajar para un lugar como este es otro asunto.

Entre los puestos de trabajo para mujeres podemos encontrar a las bailarinas, prostitutas, camareras y acompañantes.

Yo soy una acompañante. Cumplo el papel de una camarera normal, pero también debo acompañar a mi cliente hasta que necesite los servicios de una prostituta. ¿Cómo me metí en este problema?

Pues, lo normal sería decir que seguí a Ethan.

Aunque él tiene algo que ver con todo esto, la razón primordial es que necesito dinero e información. Entonces, eso me llevaría al punto principal en mi base de datos, estoy intentando acercarme a Ethan como humana. No creo que tenga la intención de abandonar su venganza por encontrarse con una extraña que asegura ser un ángel, y eso sería maso menos lo que sucedería, suponiendo que no le diga "Hola, Ethan, soy tu ángel guardián. Ya sabes, esos que tiene alas y viven en el cielo".

Ese sería el mayor desastre que podría causar.

Saliendo de mis divagues mentales, la temática de hoy es "El zoológico Duprae"

Encantador. ¿Verdad?

Mi traje para estas fechas, una conejita sexy con panties de muerte. El maldito corsé lleva una colita y tengo que lucir la vincha de orejas con el antifaz negro. ¿Qué hice para merecer tanta humillación?

Lo único bueno es que el traje este hecho, en su mayoría, de color negro y rojo vino; un rojo muy oscuro que se amolda a mis curvas tan perfecto como el negro.

 

 

—¡Taira, dos minutos para que inicie tu turno! —grita uno de los supervisores.

—¡Enseguida salgo, Rond! —respondo terminando de ponerme el pantie y acomodo ese corsé ajustado.

 

Como dije, yo trabajo en el sótano, pero para llegar aquí se tiene que llenar más que una solicitud. Se necesita crear expectativas y superarlas sin errores.

Nosotras las hermosas acompañantes cumplimos más que ese rol, somos la seguridad de por aquí. Defensa personal y manejo de armas es solo lo más básico que utilizamos, ya que a diario estas dulzuras deben patear traseros y eliminar sobrantes.

Para entrar en el sótano tuve que hacerme pasar por Taira Host, una de las que solicitó el trabajo y tenía lo que se requería para obtenerlo. Esa chica era menos valiente de lo que imaginé, tan solo con una amenaza de muerte desapareció del mapa.

Camino hasta quedar frente al espejo y coloco el antifaz sobre mi rostro maquillado, pinto mis labios con un rojo vivo y finalmente termino de acomodar mi cabello para ponerme estas estúpidas orejas de conejo.

Maldita seas, Ethan. Cada día que estoy un paso más cerca de ti, también estoy a un paso más de verme como una imbécil. Ridículo.

Respiro hondo intentando calmar los nervios que comienzan a acumularse en mí. Odio tener que sentirme avergonzada y el hecho de que mis manos comiencen a sudar descontroladamente es fastidioso. El rubor en mis mejillas se hace presente, producto de este sentimiento que solo logra debilitarme.

Finalmente abrocho la correa de mis tacones y me dirijo hasta la puerta para salir a librar mi próxima batalla.

 

***

 

Unas horas más tarde, decido caminar por los alrededores mientras espero la visita de mis queridos niños malcriados. Estaba llevando unas copas cuando los veo ingresar al abrirse el ascensor, ambos tan temerarios y serios como de costumbre. Al salir toman direcciones opuestas, mientras que Rex camina hasta el otro lado de la pista de baile y se sienta en una de las mesas privadas, Ethan prefiere acomodarse en la barra y observar las posibilidades.

Una de las tantas chicas que se muere por ser acompañante de Rex, al instante en que lo ve sentarse, se aproxima en su dirección.

Ethan... o ¿Rex? ¿Cuál debo elegir el día de hoy para el interrogatorio?

Primero observó a Ethan por unos segundos y logro percibir esa aura asesina en aquel gesto, hoy no estoy de humor para hablar con don "cara de póker", decido caminar hasta donde está Irma y antes de que ella consiguiera el permiso del supervisor para poder ser relegada de su cargo por el resto del día, me siento ignorando a todos los que observan la escena.

Rex levanta una ceja sorprendido y yo le devuelvo el gesto con una sonrisa seductora y cruzo mis piernas lenta y elegantemente con un toque de coquetería.

 

—El día de hoy seré su acompañante ¿Señor?—pregunto mirándolo a los ojos con intensidad.

—Odio que me digan señor, llámame James ¿Bunny? —responde, logrando que se rompa todo mi autocontrol y por un momento quiera poner mi puntiagudo tacón sobre su cabeza de alcornoque.

 

Sonrió forzadamente, a la espera de que el supervisor se lleve a Irma y compañía. Ella me lanza una mirada de completa envidia, que solo logra causar pena. Una vez que desaparecen del privado vuelvo la vista sobre Rex y borro mi sonrisa del rostro.



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En el texto hay: novelajuvenil, romance, angel de la guardia

Editado: 10.06.2020

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