Angela, mi primer amor

Capitulo 11

El restaurante al que fuimos con Ivana era nuevo, tenía detalles de inauguración por todos lados y solo bastó con preguntar para saber que tenía poco menos de un mes. Estaba bastante lejos de mi departamento y de la residencia, tuve que pedir un Uber para llegar, pero decidí no hacer menciones. 

Ella se veía emocionada, llevaba el pelo suelto con la raya a un lado, se había puesto un aro en la nariz y maquillaje oscuro con un labial rojo que me puso nerviosa en cuanto la vi.

No podía dejar de sonreír y mirarla, sus ojos brillaban y el vestido blanco que se había puesto le quedaba perfecto, como si fuera una segunda piel. Llevaba botas bajas, militares, que le daban un aspecto más juvenil y en las manos una cartera de cuero que tenía también mi celular. Me sentía mal por haberme puesto solo unos jeans y una camisa, sentía que debería haberme esforzado un poco más, pero la idea de que eso fuera un cita me daba dolor de cabeza.

¿Era una cita? Me pregunté parada frente al espejo con diferentes atuendos. No, ella no aclaró que fuera una cita, ¿pero y si lo era? O no, ¿si no lo era? ¿Y si me iba vestida como a una cita y no era? No, mejor opte por un atuendo de amigas. Aunque cuando la vi me preocupé porque no fuera un atuendo de “limpiar la casa” por lo viejo de la camisa. Pero ella no lo mencionó.

Un mesero joven se acercó en cuanto cruzamos la puerta y nos indico una mesa no muy lejos de la barra de cócteles. Nos preguntó si estábamos bien allí, Ivana respondió que sí sin dejar de sonreír, se sentó y tomó la carta en cuando el joven se la entregó.

—Volveré en un momento —dijo él cuando ella le agradeció y luego me miró como si esperara algo. Pero yo apenas podía respirar por los precios de cada comida y bebida.

Oh no, era demasiado caro. No es que no pueda pagarlo, trabajaba para eso, pero gastar tanto en algo que consumiría una sola vez no me parecía lo mejor. Pensé que iríamos por unas hamburguesas con cheddar o algo que comeríamos paradas junto al puesto… No, eso era de tacaña. Revise la cartilla de nuevo, había hamburguesas en el apartado de niños y no estaban tan caras. Podía pagarlo, solo tendría que vender un riñón, un ojo o…

—¿Estás bien? —Alcé la cabeza hacia la chica frente a mí y reí nerviosa, dejando la cartilla sobre la mesa. Debió darse cuenta, miró mis manos sobre el plástico y sus ojos volvieron a brillar—. Tranquila, lo pago yo.

—Gracias —solté aliviada—, te lo devolveré.

Sonrío y volvió a su cartilla.

—No hay problema.

Genial, le di lastima. Aunque, todos podríamos comer en un lugar así si veníamos de buena familia. Si pudiéramos estudiar en la universidad una carrera que solo requiera talento y tuviéramos suficiente estabilidad.

¿Qué demonios hacía yo ahí?

Solté una mueca.

Ese pensamiento no estaba bien, ella seguramente se esforzaba por lo que tenía y su familia no era agradable con su manera de vivir.

No debería haber ido.

Me revolví en el asiento y busqué la salida con la mirada. Éramos pocos en el local sin contar a los meseros. Una pareja junto a la puerta, alguien solo en la barra, una joven con un niño a pocas mesas y un grupo de mujeres que reía un poco más lejos.

Hice ademán de levantarme y de repente ví al mesero acercarse con una sonrisa amable.

Ivana pidió primero, carne, papas y algo que no sabía qué era pero sonaba caro. Solté una mueca y pedí la hamburguesa. Ella no reaccionó y eso me alivio un poco, supongo que no le importaba que tuviera el paladar de un niño. Pedimos una limonada y el mesero se fue para volver con pan. Tomé uno y comencé a devorarlo con los nervios a punto de salir por el estómago. Todo iba a estar bien, eso no era una cita, las citas eran informadas con antelación, ella me hubiera dicho si era una cita. Además, yo no saldría con pijama a una cita, no con alguien como ella.

Mierda, me estaba hablando, veía sus hermosos labios colorados moverse mientras sonreía.

—¿...no? —Terminó por decir mirando algo alrededor con los ojos brillantes por la lámpara encima de nuestra mesa.

Parpadeé varías veces. Me dijo algo y yo apenas la oí.

Mierda.

—Perdón, ¿qué dijiste? —pregunté apoyando la mano sobre mi oreja, fingiendo que la música, que apenas era una melodía suave, no me permitía oírla y no su belleza demasiado hegemónica para alguien como yo.

Ivana rio negando y sacudiendo los aros que colgaban de sus orejas.

—Comente lo bonito que es el lugar —dijo señalando alrededor con la mano y apoyando el codo sobre la mesa. No dejaba de sonreír y eso hacía estragos en mi estómago—. Hace tiempo que quiero venir, desde que lo anunciaron. El chef es alguien importante, según escuche.

Terminé el pan que tenía en la mano y tomé otro de la bandeja.

—¿Ah, lo conoces?

El mesero trajo la jarra con limonada y ella comenzó a servir ambas copas mientras respondía.

—No, conozco a alguien que lo conoce —dijo y el pensamiento amargo volvió a asentarse en mi pecho. Claro que ella conoce a alguien importante—. Me dijeron que viajó por Europa para formarse pero decidió volver cuando nació su hija…

—¿Todo eso sabes de él y no lo conoces?

Rio.

—No, quería saber si estabas prestando atención. 

—Oh —solté avergonzada—, lo siento, si prestaba atención, parece que estoy ausente pero no lo hago a propósito.

Apoyó el codo sobre la mesa y el mentón sobre la mano, mirándome con demasiada atención.

—Entiendo.

—Es un problema de niñez —balbuceé dejando el pan para beber jugo, apresurada por explicarme. 

—¿Algo como una divergencia?

—No… —Solté una mueca y pensé en cómo decirle a alguien como ella que debería estar tomando medicamentos para la depresión pero que los abandoné por la ineptitud de mi psiquiatra que me diagnosticó mal. No es un tema sencillo, mamá seguía sin pensar que yo tuviera razón y Bautista… Él me había llevado con esa psiquiatra luego de que la anterior se negara a atenderme. No, no podía decírselo así, en una noche como aquella.



#3974 en Novela romántica
#276 en Joven Adulto

En el texto hay: romance, secretos, lgtb

Editado: 18.08.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.