Ángeles Caídos – La Profecía del Primer Príncipe

Capítulo 1 – La profecía

Siempre he disfrutado el leer en la punta de la torre más alejada del castillo, donde todo lo que se escuche sea mi respiración, el viento y el sonido de las páginas mientras las voy pasando, por milenios los libros siempre han sido mi refugio, mi admiración por la literatura de los mortales es un gusto que solo mis más cercanos conocen y con una vida tan pública como la que llevamos en mi familia es complicado tener privacidad.

El batir de unas alas en la distancia me sacó de mi burbuja de lectura y levanté la vista al escuchar unos tacones tocar la roca caliza.

—Arti, ¿estás aquí?—

—En el balcón—

—Sabía que te encontraría aquí hermanito, siempre subes a este lugar cuando quieres estar solo—

—Me conoces tan bien—

Pasó su mano por mi espalda y se sentó a mi lado mientras cerraba el libro— ¿Qué te tiene tan pensativo?—

Suspire —Llevamos siglos en esta tierra, hemos estudiado todo lo existente en este mundo, influenciado la creación de miles de avances tecnológicos y aun así debo asistir a la escuela de nuevo, es algo extenuante y todo por mantener las apariencia frente a los mortales— Ella hizo una mueca casi imperceptible

—Estoy de acuerdo contigo, pero al menos siempre somos los líderes de la cadena alimenticia en el instituto, aunque tener que fingir que esos seres perecederos me caen bien es un fastidio— Le di un golpe en el hombro — ¡Auch! ¡Por qué me golpeas! —

—Sabes muy bien que no estoy a favor toda esa palabrería de “los seres mágicos somos mejores que los humanos”—

—Respeto tu opinión, pero no la comparto—

—Es aceptable— sonreí —Deberías tratar de razonar de esa manera también con André—

Ella volteo los ojos —Aunque nos amamos, nuestro hermano menor y yo tenemos formas muy distintas de ver la vida, a diferencia tuya que no impones tu parecer, él puede ser un poco estresante cuando quiere probar su punto—

Solté una carcajada —Él tiene un muy lindo corazón— sonrió mientras asentía —Es hora de bajar, el sol se está poniendo— Me levante, le di mi mano y la ayude a ponerse de pie.

—Tu siempre tan caballeroso hermanote—

—Es que eres toda una dama hermanita— ambos nos reímos de forma sincera, como solo lo hacemos entre nosotros o con nuestros seres más cercanos.

—Nunca lo dudes— sonrió —Debemos bajar, al fin y al cabo, es la noche de reunión del consejo—

—Tienes razón— dije algo mal humorado

Salimos de la torre, extendimos nuestras alas, bajamos al jardín principal y al llegar frente a la casa el portero como siempre nos abrió la puerta con una sonrisa sincera.

—Anunciando a su majestad el primer príncipe de los Ángeles caídos Artemis Darkspark— entré con la frente en alto, el pecho levantado y mi rostro inexpresivo

—Anunciando a su majestad la primera princesa de los Ángeles caídos Amunet Darkspark— como de costumbre, mostro una sonrisa deslumbrante y su caminar grácil con sus tacones de aguja creaba un sonido leve al tocar las baldosas.

—Buenas noches a todos— dijimos al unísono

—Buenas noches sus majestades—

Luego de recibir la respuesta nos acercamos a nuestros lugares, papá estaba al frente de la asamblea, mientras nuestra madre y mi hermano menor brillaban por su ausencia.

—Buenas noches pa— dije bajito con una pequeña sonrisa — ¿Dónde están mamá y André? — pregunté al ver sus espacios vacíos en la mesa.

Él se rio por lo bajo —Sabes cómo son esos dos, buscan excusas para escaparse de este tipo de reuniones— me puse la mano en la boca para que no me vieran sonreír —Están investigando un problema diplomático en la zona este del reino, regresan hoy en la noche, justo después de que termine esta reunión—

—Que conveniente—

Antes que mi padre respondiera sonó la campana que anunciaba el inicio de la sesión de esta noche.

—Buenas noches a todos, hoy nos reunimos aquí como cada mes para celebrar la reunión mensual del consejo mágico, donde cada facción proporcionará sus actualizaciones o noticias sobre lo que acontece en sus territorios, recuerden que los turnos para hablar son por orden de llegada— todos asintieron —Demos inicio—

Pasamos horas escuchando a los nobles dando sus quejas, hablando de problemas que tenían simples soluciones, pero se han acostumbrado a que otras personas los arreglen por ellos, sin embargo, a pesar de lo cansado que era el escucharlos, mi padre siempre lo hacía atentamente y mostraba su interés genuino en arreglar las cosas.

Luego de aproximadamente tres horas, solo faltaba la reina de las brujas, una mujer imponente pero amable con la que mis padres tienen una muy buena relación a nivel político y personal, aunque cuando se puso de pie sentí algo diferente en su aura, estaba agitada y preocupada, algo muy raro en ella.

—Serene, ¿te ocurre algo? — al parecer mi padre sintió lo mismo que yo.

Soltó un suspiro pesado —Nunca he podido ocultarte nada Herdian— Sonrió con pesar —A diferencia de otras ocasiones que no tengo novedades, hoy lamentablemente vengo a ustedes con una premonición de una de mis brujas más talentosas— Todo el lugar se llenó de murmullos de preocupación —No tenemos ni el día ni la hora, sin embargo, si tenemos un hecho que podría afectar a todos los reinos—

—Eso es un rango de tiempo muy poco específico mi estimada Serene— Comentó el ministro de los hombres lobo.

—Desafortunadamente— dijo con pesar la bruja —Sin embargo, es mejor mencionarlo ahora para que todos mantengamos los ojos bien abiertos—

Más murmullos se escucharon en el lugar, algunos en desacuerdo, otros restándole importancia al hecho porque pensaban que sus problemas eran más importantes ya que eran cosas a resolver de forma inmediata y una minoría seguía en espera de la profecía, con un levantar de su mano mi padre hizo que toda la sala guardara silencio.

—Continua—

—Muchas gracias su majestad— guardó silencio por un momento —Lo que diré en este momento no debe llegar al pueblo de ninguna manera— Todos asentimos —“Un poder inmenso se posará sobre esta tierra, por primera vez los papeles se invierten, las lealtades se verán divididas, la salvación estará en el lugar menos esperado y el tipo de magia más revoltoso será el protagonista para salvarnos, la muerte estará en cada esquina, bajo el filo de armas miles perecerán, está dicho, escrito y predicho por el destino mismo”—




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