Capítulo 11 - Respuestas caídas del cielo

Esta última semana no ha ocurrido ningún ataque, pero esto en vez de calmarnos nos preocupa más —Es inquietante que los ataques que fueron constantes, pararan de forma tan tajante— Jessica mencionó en la sala de guerra.

—Quizás se dieron por vencidos al ver la unión y apoyo entre las razas— el antiguo vampiro intentó ser optimista.

Mi padre tomó la palabra —Los demonios no se rinden, recuerden que tienen lideres bastante capaces e inteligentes, aunque ninguno ha sido avistado— la atención de todos se enfoco en él —También es necesario destacar que sus instintos son más primordiales y animales que los nuestros, así que es probable que estén escondiéndose para auto preservarse de algo más peligroso de lo que podemos imaginar—

—Agregando a lo que menciona el Rey Herdian, cuando los ángeles blancos destruyeron el tártaro todas las bestias y monstruos que habitan en él fueron enviados al infierno, así que no me sorprendería que estén recibiendo ayuda de esos monstruos, pero no es algo seguro—

Algunos ojos se llenaron de pánico —Eso es un dato importante Nyx, gracias por compartirlo con nosotros— suspiré —Recapitulamos las cosas que hemos tratado en esta reunión, la reina de las hadas nos informa que aún no hay contacto con los ángeles de luz, el rey alfa destacó que todos los pueblos de los cambiantes han sido evacuados, el rey elfo está trabajando en las barreras protectoras para las ciudades junto con las brujas arcanas, la reina Serene tiene a las brujas en alerta y protegiendo a los humanos, con esto creo que podemos dar por terminada la reunión—

Todos nos pusimos de pie, pero antes de salir las alarmas se dispararon y todos nos miramos con sorpresa, salimos corriendo y los pasillos eran un caos de soldados armados corriendo a la entrada, al salir el cielo brillaba de color rojo y cientos de luces caían rápidamente desde el cielo, un jadeo salió de mi madre y la expresión de mi padre se puso pálida.

—Esto no puede estar pasando— soltó mamá de repente

Antes de que pudiera hablar el suelo comenzó a vibrar de forma ligera mientras esas luces tocaban tierra, los teléfonos de los líderes comenzaron a sonar, esto estaba pasando en todo el mundo, una de esas luces cayó de lleno frente a nosotros levantando una nube de polvo, que al disiparse dejó al descubierto a un hombre de tez clara, cabello rubio y enormes alas blancas, pero no me sorprendió ver un ángel, la horrible escena frente a mis ojos era lo que me hacía vibrar, su ropa que debió ser blanca estaba llena de sangre, se tambaleo en nuestra dirección y el terror era visible en sus ojos verdes.

Miro a mi padre directamente —Rey Herdian— jadeo —La Ciudad de Plata a caído—

El chico se desplomó y después todo fue un borrón, todos comenzaron a ordenar a sus soldados que se movilizaran, André se arrodillo frente al caído, le tomo la mano e inició a curarlo, cerrando sus heridas, mientras mi padre gritaba órdenes por la radio y mi madre preparaba a su escuadrón de arqueras elites para buscar sobrevivientes, por primera vez me sentí abrumado, esa simple pero poderosa declaración creaba miles de preguntas en mi cabeza y sentí como un mareo se apoderaba de mí, pero cuando me iba a caer, mi chica me tomo por los hombros.

—Te tengo— me ayudo a sentarme, pero aun veía todo pasando a mi alrededor en cámara lenta, con la mirada en el cielo teñido de rojo, mientras más y más bolas de luz caían en dirección a la tierra, mientras mi mente caía en cuenta de que los únicos que tienen la fuerza y potestad para mantener las puertas infernales cerradas estaban cayendo del cielo.

—Estamos perdidos— por primera vez me deje llevar por la tristeza y el pesar, después de ser la roca de tantos, me desplome por completo hasta caer de rodillas y sentí las lágrimas bajar por mis mejillas —Tanto esfuerzo y ¿para qué?— golpee el suelo con mi puño libre creando un agujero en el marmol.

Me tomaron por la mejilla, pensé que había sido Jess, pero ella aún sostenía mi mano, al enfocar bien, vi el rostro de mi madre, con su sonrisa cálida y reconfortante —Mi pequeño guerrero, puedes con esto y más—

Ese apodo que tenía tanto sin escuchar derrumbó las pocas barreras que me quedaban y me rompí por completo, sentí la vergüenza llegar a mí por estar llorando frente a tanta gente que me ve como su líder, pero al mirar alrededor no vi reproche en los ojos de nadie, todo lo contrario, vi entendimiento y comprensión.

Sentí el tacto de mi hermana mientras tomaba mi mano libre y la mano de Scarlett apoyadas en mis hombros, las mujeres más importantes de mi vida dándome fuerzas cuando más las necesito, con sus miradas llenas de amor y consuelo, dejándome saber que estaba bien llorar y soltar todo lo que llevo meses aguantando.

Luego de unos cuantos minutos, me puse de pie, le di un abrazo a cada una y me limpié las lágrimas —Debemos prepararnos para el peor escenario— todas asintieron.

Me acerque a mi padre que me puso una mano en el hombro con una sonrisa —Estoy orgulloso de ti hijo—

No respondí, no era necesario hacerlo, terminamos de organizar a las tropas necesarias, pero hasta ahora no se ha reportado ningún tipo de ataque, lo cual hacía de todo esto aún más extraño. El ángel blanco que André estaba ayudando despertó, le regaló una sonrisa débil y mi hermano le ayudó a ponerse de pie.

—Gracias por la ayuda segundo príncipe— luego puso su atención en el variado grupo de líderes frente a él, para nuestra sorpresa hizo una reverencia pulcra y digna —Mi nombre es Azarion, les doy las gracias por rescatarme y salvarme la vida, me disculpo por aparecer en su hogar de esta forma tan repentina, más tomando en cuenta la relación entre nuestras especies y lo que ha pasado últimamente— bajo la cabeza con vergüenza.

—¿Qué te ocurrió?— pregunté con cautela

—El Dios creador está en el sueño de regeneración, es algo que ocurre cada ciertos milenios, durante ese tiempo se retira a su dimensión privada, donde nadie puede molestarlo y los ángeles mayores se quedan a cargo de todo durante su ausencia—