Lucia corría por toda la mansión, Jacob se reía ya que lo consideraba un juego.
—Hola —dijo en voz sensual.
Lucia gritaba de espanto, retomaba su huida.
—Ay mi amor, solo oigo tus pisadas a tan sólo metros. Y no importa cuánto lejos estés —abrió sus alas negras —Yo te atrapare.
Ella tropezó al intentar verlo, se produjo así misma un golpe muy duro. Un moreton de gran tamaño.
—Ah.... —se sostuvo de la rodilla, notó que Jacob llegaba a ella por lo cual se protegió con los brazos.
—Te tengo.
La alzó hasta llegar al techo y luego la dejó caer al suelo.
Ella sintió como se le había doblado una muñeca. Del dolor que le causó , se desmayó.
—¡Oye, tan rápido te desmayas!... Deberías llamarte la bella durmiente. Lástima que tu príncipe no esté... —la movió con el pie para asegurarse —Qué aburrido, con tus amigas hubiera sido más divertido.
Cuando la tomo del brazo. De repente ella le clavo una lanza que estaba como decoración de una armadura. Este se lo introdujo desde su espalda, llegando hasta su corazón.
—No me obligaras a hacer lo que tú quieras , maldito...
Jacob abrió los ojos de par en par mientras la sangre se le escurría en los costados de su boca, a borbotones le salía. Con una mano lo sacó. Intento pronunciar algunas palabras. Pero Lucia se había anticipado. Con otra arma se lo clavo en el pecho.
Lo obligó retroceder frenéticamente hasta llegar hasta la pared. Allí ella lo clavo contra el mismo.
—A ver si te gusta el dolor ajeno. Para tu información, no soy como tú, no seré como tú, no siento más que pena por ti .
—Pero... S-...
—Cállate, lo que trates de decir no me interesa. Ahora, me dirás como volver, por que yo no pertenezco en este lugar.
Jacob quedó impactado por como Lucia lo miraba. Sus ojos estaban llenos de odio. Y él lo había provocado . Trago su propia sangre y saliva que quedaba. Le señaló la puerta a su izquierda.
—Te conduce a un largo camino... Pero te llevará a la salida.
No le agradeció. Pero antes de que se fuera, le sostuvo la mano.
Lucia rodeó los ojos, estaba cansada y muy adolorida .
—¡Ahora que quieres!
—Sólo tu compañía.
—No.
—¿Por qué no?
—Por qué no.
—¿Y por que amas a Jake, que tiene él que no tenga yo, eh?
—Muchas cosas.
—Dímelo. — la sostuvo aún más fuerte .
Algo había cambiado en su mirada, como si de repente Jacob hubiera desaparecido . Los ojos rojos que tanto resaltaban se estaban convirtiendo en un verde profundo.
—Lucia... Dime por qué no soy el hombre que esperabas...
No le salía ninguna palabra de la boca, era una mezcla de sentimientos : odio, armagura, pena, tristeza, dolor , desesperación y confusión.
—¿Por qué no me respondes?... —empezó a soltarla, como sus energías se estaban acabando. No atinada a lo que le pasaba a su alrededor, «Irónico, ella al final era más lista, o quizás yo dejé que ella lo hiciera... ¿Será eso?...»
Dejo caer su mano, pero ella le saco el arma de su pecho. Lo ayudo a ponerse de pie. Sin decirle nada lo llevo a una habitación y lo reposo cuidadosamente en la cama mientras traía toallas para limpiar sus heridas.
Cuando ella le limpio el rostro. Una de sus manos le acarició el cabello. Lucia solo estaba concentrada en lo suyo, por lo cual no le molesto.
Al finalizar, le tapó las heridas, por momentos le causaba cosquillas.
Jacob siguió mirándole a los ojos.
—La razón es por que no te conozco, Jacob. En cambio, a Jake sí me dejó conocerle... Fue así que me enamore de él.. .
—Y si yo te dejo conocerme, ¿Me dejarás permanecer a tu lado?
—Jacob... —noto que seguía su mano en una mecha de su pelo —Tú eres el malo.
Él esquivo la mirada.
—Lo sé... Yo no podré cambiar, nadie lo ha hecho hasta ahora. Aunque... —deslizó su mano hasta sus labios —Siento que tú lo lograrías.
—¿Y como estas tan seguro?
—Si pudiste con Jake, conmigo podrás.
—Si te refieres a que seamos pareja, no lo creo...
—No, que seas mi amiga.
Lucia lo miro.
—¿Por qué tienes ojos verdes?... ¿No se supone que eres demonio?
—Cuando mi alma está muy lejos de su cuerpo, se debilita. Y como mi parte demoníaca esta ligada al mismo, deja salir lo poco que ves de mi.
—¿Entonces en este momento eres definitivamente humano?
—Casi.
—Es por eso que ahora estas, tranquilo... ¿Jacob que haces? te dije...
Dejo una llave en sus manos.
—¿Me estas dejando salir?
—Si.
—Y después de todo lo que me hiciste, ¿aún así me dejarás?
—Sólo que no saldrás del todo bien. Tú cuerpo y alma están en el lugar menos apropiado. Muchos demonios estarán contigo al salir. Se que no lo creerás. Pero —cerró los ojos —Te amo y lamento haberte hecho esto. Estaba cegado por el odio. Y cuando te vi con mi hermano...
—Jacob.
—¿Si?...
—Gracias.
Lucia le deposito un beso en la mejilla. Le sonrío a un lado.
—No se que decir, sobre lo que sientes por mi. La verdad, es que esto es muy confuso..
—Todo lo que me rodea es así de confuso.
—Lo se... Se que también será una locura. ¿Y sí hacemos que tu alma vuelva al cuerpo?
—No será una buena idea.
—¿Por qué?
—Te volvería a lastimar...
Se levantó de la cama y se sentó cuidadosamente en un sillón.
—Me dejaría influenciar por mis demonios. Y entonces todo resultaría ser como antes.
—Tienes miedo de ti mismo —afirmó Lucia.
Jacob asintió.
—¿Por qué sientes que yo puedo cambiarte?
—Dicen que los demonios no podemos amar... Pues, siento que es ese mismo amor lo que tranquiliza mi alma. Y como nosotros los demonios no creemos en ello por que nos remite a Dios, lo tratamos de esquivar.
«Entonces... ¿Realmente me ama?»