Capítulo 12 :Formado parte

Isabell preparaba sus cosas para irse a la mansión de Percephone.

—¡Mamá ahora me voy!

—¡Después dime que aprendiste! —dijo su mamá en otra sala.

«¡Qué emoción , al fin con una bruja legendaria!», pensó Isabell .

Corrió hasta llegar al auto de su amiga, que la esperaba lista.

—¿No crees que es mucho? —le pregunto al dirigirse por su mochila, desbordaba de libros —Sólo anotaremos lo que nos dirá

—¡Es que me surge muchas dudas! —saco un libro —El origen real, las legiones más legendarias, hechizos, historia... ¡Quiero saber todo!.

Brithany le sonrío mientras se reía.

—Yo también, pero no hay que parecer excesivamente locas...

—Lo se... Pero hay tanto.

El auto lo conducía el padre de Brithany.

Pasaron por la carrera hasta llegar a la Panamericana. Al llegar a capital, bajaron en la dirección que les dio Lucia.

—Dios, parecía eterno... Pero valió la pena...

La mansión era atrayente. Su esplendor y majestuosidad hacían que ambas amigas abrieran la boca.

—Bueno chicas , llámenme cuando termine.

Se fue, dejándolas con la imagen que tenían enfrente.

La reja principal estaba forrado de muchas flores blancas. Algunas eran propias de las plantas que se encontraban a los costados de la misma. Y en el centro una letra "J", medía como uno metro de largo.

—Es hermoso...parece que fuera sacado de esos cuentos de princesas...¡El patio es extenso! —dijo Brithany al arrimarse entre los espacios de la reja.

—Y uno así en Argentina no se encuentra mucho, pero además se nota que tiene un toque de las costumbres Jones... He leído que ellas se hacen representar con blanco, aunque su signo fuera de color violeta...

Brithany le miro atontada.

—¿Qué signo?

—Dios Brith... Esta —saca un libro, allí ojea hasta dar con la imagen de una estrella de cinco puntas, en el fondo de este era de color violeta profundo —Los Jones son violetas, Los Everlin rojo y por último...Los Meyer verde. "Signos característicos de la Legión más antigua de las brujas"

Murmuró con voz de locutora.

—Ahhh...si que estas al tanto de todo.

—Lo se, pero es que estamos enfrente de una de las brujas más poderosas y sabias... Yo la admiro, Los Jones son las brujas buenas... Yo quiero ser como ella.

De repente alguien de adentro se le acerca.

—¿Son Isabell y Brithany? —era una empleada, llevaba un guardapolvo blanco.

Ambas asistieron.

—Bien—saca de su bolsillo un gran manojo de llaves —La señorita Jones las estaba esperando..

Abría cuidadosamente la puerta, hizo un ruido chirriante.

Isabell dio el primer paso, seguido de Brithany.

Cuando estaban enfrente de la puerta. Ambas saltaron de alegría, juntaron sus manos .

—Está en la sala.

Abrió la siguiente puerta.

Adentro era muy distinto de afuera.

Alfombras largas y extensas. Cuadros de varios paisajes. Muebles blancos y de color de roble. Varias empleadas que llevaban el mismo traje. Algunas seguían con su trabajo pero otras se fijaban de vez en cuando en las amigas.

Brithany le dio un codazo a Isabell .

Le señaló una pintura en especial. Era de Percephone. Llevaba un vestido blanco que le llegaba hasta el suelo, estaba sentada en un sillón rojo opaco, con la mirada temple, su cabello blanco estaba recogido a un costado. A sus costados le acompañaban otras personas que Isabell y Brithany no conocían.

—Bienvenidas —dijo Percephone al bajar de las escaleras —Lucia me dijo que querías ser mi aprendiz...

—¡Claro que quiero, estaría muy feliz si también dejara que mi amiga lo fuera!—dijo en tono de emoción, había levantado la voz sin notarlo.

—Está bien, tranquila... Lo veremos ahora —como en otras ocasiones tenía un vestido fino y impecable. De color beige.

Le indico la sala.

Se sentaron en dos sillas mientras que Percephone les servía el té.

—Eres una de las ramas más lejanas de parte de otras brujas, una de aprendices de mi legión. —le dio una taza a Isabell con el té de manzanilla .

—¿Investigo de mi? —miro estupefacta.

—Cómo tú conmigo —le sonrío —Son honorables aquellos que prestan su magia para no sólo evocar espíritus, tu madre es una curandera según veo.

Miro a Brithany.

—Tu también, se de algunos que tu padre se encarga de plantaciones para remedios y hechizos. Aunque suene poco, lo es mucho. Forman parte de nuestra historia.

Brithany sonrió.

—Y tiene mucho existo, con muchas hectáreas en el extranjero y acá en Argentina.

—Dios... En serio pensé que jamás me encontraría con usted.—dijo Isabell.

Percephone le tomó de las manos.

—Pues me alegra estar con mis hermanas.

Isabell grito de la emoción.

Brithany salto del susto y Percephone pego un brinco.

—Lo siento... Lo siento... Estoy muy feliz. —sonrió con incomodidad.

Percephone se rio.

—Está bien, solo te hace ver tierna.

Brithany sintió que desde otro extremo de la mansión había una presencia oscura.

Jones noto eso.

—¿Brithany?

Ella volteo.

—No es nada, ¿Si?, este es un lugar seguro.

Desde el otro lado Jacob las veía . Se apoyaba contra el marco de una puerta.

—Percephone... No la engañas... Ella saben perfectamente quién está.

Paso tres día desde que volvió y solo pudo recuperar algo de peso . Y los músculos se empezaban a volver a reincorporar. Sobre todo podía volver a caminar.

Paso de esa habitación a la que estaba cerca de ellas.

Percephone se detuvo en su charla y para entretenerlas les mostró un libro con las firmas de todos los integrantes de su sangre.

—Ahora vuelvo.

Cuando se dirigió a la puerta que daba a otra sala, se encontró con Jacob.

—¿Pasa algo?. ¿Por qué estas aquí, deberías estar en tu habitación, no?