Isabell y Brithany miraban estupefactas ante el libro que se encontraba enfrente.
Percephone lo abrió, y ojeo la primer hoja.
—Es nuestro lema, una frase que tiene muchos significados para nosotras...
"Nuestro poder es nuestro legado, cada mujer es la gota de sangre de nuestro lado.
...
Él esta aquí, él reina entre nosotros, ella lo acompaña. Justos harán temblar sin importar el costo
...
Vuestra ley es la magia, la oscura estará en nuestra venas. Todo aquel que me enfrente sufrirá las consecuencias... "
...
—Cada bruja debe leerlo, por que esto influye en cada generación.
—Es muy interesante... Cada párrafo parece distinto del otro. Aunque... —miro Isabell con mucho determinación—Es como si fuera parte de cada Legión... ¿O me equivoco?
—De hecho estas en lo correcto, la primer parte es de Los Jones, la segunda Los Everlin y por último Los Meyer. —específico Percephone al señalar la página siguiente .
—Por lo que escuche, la familia más antigua es la suya —dijo Brithany.
—Si, así es.
—Disculpe mi atrevimiento... Pero... ¿Por qué los Everlin son tan escandalosos? —pregunto Isabell en un tono irónico, sabiendo que se refería en especial a Satana Everlin.
—No te agrada Satana , ¿no es así? —arqueo una ceja la bruja de cabello blanco.
—Mi amiga le tiene mucho resentimiento. No es que es la única, yo también la odio —musito Brithany de forma directa.
Percephone se rio por debajo.
—Me sorprende su generación , hablan tan libremente. Ahora veo por que Jake quiso quedarse. —suspira—Los Everlin son la rama de brujas más oscura que puede haber. Ellas principalmente se encargan de las festividades de rituales en honor al señor de las tinieblas. Destacan por su belleza...
—Pero usted también es bella —agregó Isabell.
—Te lo agradezco, pero ellas mayormente son bellísimas. La mía por un lado es más tranquila, correcta y sencilla que puede verse. En cambio los Meyer son muy peligrosos por que ellos optan por el castillo más horrendo y detestable por los demás. Ellos detestan la sociedad. Y si bien pertenecen a nuestro círculo de poder, siguen siendo unas bestias que creen que todavía hay gente que asesinan a las brujas por el mero placer de solo hacerlo.
—Sin embargo... Aun las hay—murmuró Brithany. —He visto... Y se que mis ojos no mienten... Que esas personas... Buscan brujas y las asesinan.
Hubo un momento de silencio.
—Lo se Isabell, pero hay que pensar que estamos en el siglo XXI y todo no es como antes. Muchas cosa cambiaron.
Ojeo más hoja, siguieron así mientras Percephone les contaba cada historia que relataba en el libro.
Mientras tanto, Jacob miraba un punto fijo en su habitación. No sabía que hacer, intentaba olvidar lo que su mente le repite una y otra vez.
—¿Cómo puedo olvidarla si no puedo dejar de pensar en ti?
Miro su celular. Selecciono un contacto.
Valentine Black (El rastafari)
Empezó a llamarlo.
—¿Hola? —se escucho del otro lado.
—Hola Valentine, soy yo. Jacob.
—¿Jacob?... Hace años que no he sabido de ti ¿Cómo estás?.
—Hmm...la verdad estoy medio hecho basura. Me paso de todo —camino hasta la ventana, allí se apoyo sobre el marco de este.
—Típico tuyo, ¿Acaso provocaste un desastre masivo?
—Algo así.
Valentine se rio a carcajadas.
—Demonios hombre, ¿por qué siempre haces lo mismo, no les da un poco de paz a este mundo?
—Estas loco, este mundo no puede sin mi.
—Que engreído eres
— ¿Engreído?, yo no lo soy. Los demás sí—sonríe con inferioridad.
—Pff... Jacob, se nota que no cambió ni una pizca de tu ego. Verás estoy en el trabajo, ¿tu que haces?
—Estoy en la mansión de Percephone. Y una larga historia... Conocí a muchas personas... En es especial.. —«a Lucia..»
—¿En especial...?...
—A una chica, es muy linda.
—¿Una más del montón, o mejor dicho, una más que agregar a la lista de chica que has usado?
—Ya se que tú crees que no sirvo para esto. Pero no, ella es diferente.
—Hmm... Es sospechoso...
—¿Qué cosa?
—Tú no eres muy romántico que digamos...
—Valentine Benjamín Black, tu no eres un imán de mujeres. Eres un imán de nada. ¿Si?, tu dices que no soy romántico. Pero soy quién tiene las miradas de los demás. ¿O acaso lo olvidas?
—Jacob Thomas Williams, si fueras más feo como una cucaracha. Nadie te vería. ¿O acaso lo olvidas?. Si no tuvieras esa belleza heredada. Serias como yo, alguien común.
Ambos quedaron en silencio.
—OK ambos concordamos en que somos amigos por algo —dice Valentine.
—Por supuesto. Somos idiotas con todas las letras.
—¿Dime, en donde estas?, quiero ver tu cara de mujeriego.
Jacob se rio sin parar.
—Argentina.
—Agradezco que no sea China. Bien, quizás en un par de días te vaya a ver . ¿James también está allí?
—Él siempre está en todas partes.
—Vaya que si, hace un montón que a él tampoco lo veo.
—Y sería bueno vernos. Bien Vale, fue un placer hablar contigo enano.
—Y yo a ti idiota —sonríe Valentine —Adiós, mándale un saludo de mi parte a Jake y a Percephone.
—OK, bye.
Corta el llamado.
Suspiro con una sonrisa.
«Y espero vernos algún día...»
Salió de la mansión sin hacer ruido. Jacob sabia que iba directo a lo que no le conviene, pero el hecho es que él se sentía enamorado. Muchos de los que lo conocen no creían que llegara a sentir ese sentimiento.
—No tengo explicación alguna... Cuando la veo simplemente me desvelo ...
Su cabello marrón y ondulado. Su sonrisa contagiosa, ojos avellanas. Era tan común como buena persona.
«es lo que me hace falta»
Jacob tenía la fama de siempre ir en busca de muchas mujeres. Pero ninguna llegó a conmoverlo como lo hizo Lucia.