Ángeles & demonios 2: Malexefelic

Capítulo 20 : ¿A quién le creo?

Mientras Satana ordenaba su biblioteca personal. Se encontró con un libro de magia que compró hace mucho tiempo.

Suspiró y abrió las páginas. Cuando lo hizo una carta se cayó de este.

Tenia un símbolo :

L

—Hmm ok, a ver de qué se trata... —murmuro mientras rompía la carta al extremo de este para sacar lo que contenía adentro. Era una pequeña medalla y una carta.

"Si lees esto es por que es tiempo de que sepas que tú padre fue el culpable de que muchas de las brujas murieran en la guerra...la verdad es.."

Su madre entró a la habitación. Ella tiró la carta debajo del mueble, para su suerte Sally no lo logro ver.

—Satana, debes prepararte. El auto te espera. —dice en cortas palabras. Luego se retira de la habitación.

Tras verificar de que se alejará , fue nuevamente debajo del mueble. Alcanzó la carta estirándose.

—Mi padre... ¿fue el culpable?

 

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Lucia había retomado sus clases al igual que sus amigas, ya solo faltaba poco tiempo para las vacaciones. Y ella tan solo quería terminar de hacer los quehaceres y la tarea.

Después de haberse encontrado con Jacob y los demás sentía un alivio que no podía explicar. Era como sí en verdad necesitaba aquello.

Tras terminar tuvo un pequeño desveló, pero al fin pudo dormir.

Y entonces fue cuando empezó a ver algo diferente.

En ese sueño ella veía una cuidad hecha en ruinas. El silencio solo estaba .

Cada pasó que ella daba era como si sintiera arena en sus pies, al bajar la mirada, se percató de que no era arena. Era un incontable cantidad de plumas. Tantas blancos, negros y grises.

Avanzó más, y está vez no se trató de algo suave. Sino duro.

—¡Auch!— gimió de dolor, se había clavado una astilla.

Fue como si no quisiera mirar lo que había debajo de ella, por que con el tacto supo que se trataban de huesos humanos y escombros.

«Dios...que no sea cierto »

Empezó a correr hasta dejar de sentirlo.

Sin embargo tuvo la sensación de que algo pasaba.

No término allí, escuchó un grito que provino del cielo.

A lo lejos vio como un objeto que se asimilaba a un cuerpo humano , era arrojado desde los cielos. Pero esta persona tenía unas alas muy grandes y blancas.

La curiosidad la condujo a ese lugar. Al estar muy cerca se le acercó con cuidado . Tanto era la fuerza con la que fue arrojado que dejó grietas a los costados .

—¿Estas bien?—le preguntó con timidez.

Una mano suya tocó el rostro de ese supuesto ángel.

No reaccionaba , por lo cual lo tomo de los hombros y lo llevo lejos de ahí. En una tienda de muebles, lo depósito en un sillón. Fue en busca de una toalla o algo con que limpiar.

Regresó y se sentó a su lado.

Las alas le impedían que viera su rostro por lo cual se lo retiró lentamente.

Fue entonces que para su sorpresa se tornaría más grande.

—¿Jacob?—quedo estupefacta por que aquella imagen que sus ojos veían parecía inrreal : Tenía el cabello largo hasta el hombro. Algo rizado. Un rostro más luciente , con una piel que parecía de porcelana.

Tocó su mejilla.

Él abrió lentamente los ojos.

—¿Disculpa...quién eres? —le preguntó.

Ella no podía emitir una palabra , no sabía como actuar en un sueño que parecía real.

Ahora era él quién tocaba su rostro.

—¿Qué hace una bella dama en un lugar tan inhóspito como este?

Lucia se sonrojo al instante cuando sintió rozar su piel.

—Este es un sueño, no debo estar aquí—se dio la vuelta e intento irse.

Pero él le sostuvo la muñeca.

—Hey...tú me sacaste de allí, déjame llevarte a donde desear ir.

Lucia lo miro de reojo. Luego su mano.

Lo pensó por unos minutos pero él se apresuró y la llevo en sus brazos.

Camino hasta afuera , desplegó sus alas y emprendió el vuelo.

Mientras el aire los golpeaba en el rostro. Lucia vio con más claridad aquellos ojos verdes. Un aroma que parecía familiar.

—Siento que te conozco... —murmuro ella por debajo.

Él la llego a oír.

—¿Disculpa?

Lucia miro hacia otra parte.

—Mi nombre es ...

Justo llego al lugar en donde Lucia creyó que estaba.

—Espera...esto no es Argentina...—miro preocupada.

—Es que estamos en Estados Unidos.

Ella volteo.

—Yo no vivo aquí, este no es mi lugar. Por favor llévame a Argentina.

Él negó con la cabeza.

—Seria un largo viaje... —suspiro—Conozco a alguien que te llevará allá.

—¿Quien?.

—Solo que hay una cosa que quiero saber a cambio.

—Dime.

—¿Cómo te llamas?

—Lucia, ¿ y tú?

—Lucifer.

Quedó pasmada, al escuchar ese nombre su cuerpo instintivamente quiso escapar. Pero Lucifer ya interpretó lo que su rostro enmarcaba.

—¿Me tienes miedo?...ja...muchos no se asustarían con este rostro... Pero si muestro el verdadero. Uff...ahí quiero verte —dijo en tono frio.

La acorraló hasta que ella toco la pared con su espalda.

—¿Quieres hacer un trató linda?... Me das tu alma y prometo no hacerte daño.

Ella tuvo un recuerdo de cuando Jacob se comportaba de ese modo, actuando como "el chico malo", fue entonces que lo abrazo y depósito un beso en sus labios. Ni ella comprendió por que hizo lo segundo.

Lucifer sonrió con sorpresa.

—¿Acaso me darás un beso tan simple como ese? —tomo sus caderas y la acercó a él. —Este es un beso...

Fue directo a sus labios, allí la beso lentamente sin dejar que ningún momento pase. Casi le faltó el aire cuando se apartó de ella.—¿Ves...así se bes-

Lucia le robo un beso. Solo que esta vez no podía parar. Era como una droga que sentía la necesidad de probar cada vez más, hasta que ella se separó.

«¡¡¡Que demonios estoy haciendo!!! »




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