Tercera parte : David Knight
La mansión en donde vivía David era una de las más custodiadas de Estados Unidos, la rama por la cual provino él , se encontraba en Inglaterra.
Pero los origenes del cazador solo lo supo una bruja.
Su nombre fue borrado de la legión. Fue por una decisión que ella misma tomó.
La razón, se enamoró del asesino de su hijo.
Exacto, como así lo leen, una bruja y un cazador. Una unión prohibida.
En la época de 1745, un Knight se preparaba para traer la cena , cuando de repente se encontró con una mujer en el bosque.
—Disculpe buen señor, ¿me podría dar algo de comida para esta pobre mujer sin hogar? —era una anciana, a su lado la acompañaba una pequeña niña menudita .
—¿Es su hija?—pregunto el señor.
Miró preocupado a la niña, se notaba que llevaba días sin comer.
—Su madre fue asesinada...solo quedo yo—acaricio el cabello pelirrojo de la niña—Su padre fue un bastardo que dejo preñada a mi niña, las abandonó por otra mujerzuela.
El rostro de la anciana tenia varios raspones.
—Muchos de los que nos ven creen que somos ladronas . No señor, yo no me crie en una casa para robar, yo sólo pido algo que comer y beber...—entrecerró los ojos, lo miro firmemente —¿Puede ayudarnos?
Él señor no pudo evitar sentirse mal por ambas, así que las ayudo y las llevo a su casa.
En ella habitaban su esposa, y sus dos hijos varones.
—Les presentó, mi amada Evelin, Jeremías y David.
—Un placer —sonrió la anciana —Su esposo es muy amable en ofrecernos unos dias para dormir en su hogar. Mi nombre es Faritce y ella Giarhy.
David miro extrañado, le susurro a su hermano diciéndole que le parecía extraño sus nombres.
—Deben ser extranjeras...—dijo Jeremías.
Pasaron meses y la familia se encariño con las dos.
—¡Gia corre, esta detrás de ti!—gritaba Jeremías , corría al lado de ella mientras que David los perseguía.
—¡Los encontraré y yo ganaré! —dijo en tono cantando mientras ambos se separaron del camino, Giarhy se ocultó detrás de una roca.
Tomo un suspiro, y cuando menos se lo esperaba. David la atrapó en sus brazos.
—¡Te atrapé! Je,je,je—se rio David mientras Gia de retorcía de impotencia .
—¡No se vale, yo soy pequeña y aún así me atrapas!—murmuro mientras intentaba salir de su fuerza.
—Lo siento pero eras la más lenta, señorita.
—Tienes solo 10 años, y yo ocho. Es injusto.
—Y mi hermano 13 ,¿tu que crees?
—¡Búscalo a él, déjame ir!—salió de sus brazos y empezó a correr otra vez.
David rio tras suyo y se abalanzó sobre ella. La atrapo otra vez.
—Muy chistoso —sonrió Giarhy, despeino a David mientras él, con sus ojos negros miraban los ojos cristalinos de ella—Para mi no eres humano.
—¿Perdón?—dijo en voz chillona.
—¿Quién tiene los ojos tan negros?
—Lo mismo contigo, tus ojos son muy celestes. Como el agua cristalina.
Ambos se distrajeron por los ruidos que el bosque les proporcionaba . Un búho los miraba en una rama, con esos ojos amarillos que se podían notar a la distancia.
—Gia...—escucho ella.
Cuando se fijo en David, no alcanzó a reaccionar. Por que el se acerco y le deposito un beso pequeño en los labios.
Ella se quedo paralizada, pero se sintió relajada al ser él quién le dará ese beso.
—¿David, que hacen?—dijo Jeremías, ambos se separaron de inmediato. Ninguno se miró, David trago saliva mientras que Giarhy miro el suelo.
—Ok...mejor vayamos a casa.
Al regresar , Jeremías no paro de hacerle preguntas.
En esa mañana, en la tarde y en la noche.
—David.
—¿Que?
—¿Te gusta, cierto?
—¡Ya déjame en paz!
—David.
—¡Que!
—Tengo hambre.
—¿Es en serio? —miro cansado.
—Hambre...de saber la verdad—miro con picardía.
—¡AHH!—se agarro de los cabellos y se los estiró
Giarhy se rio detrás de la puerta mientras se iba a su habitación.
Cuando todos cumplieron la edad suficiente. Jeremías se fue de casa para hacer su propia vida, David se quedó para ayudar a sus padres y Faritce ya estaba muy enferma pues la edad le estaba llegando.
—Las demás ya sabrán de mi partida. Pero al menos se que nuestro retoño creció sana y salva —sonrió mientras se encontraba sentada en una silla de paja y madera—Giarhy...elige bien, pues el amor puede resultar una tragedia.
Y fue esa misma noche que Faritce, unas de las brujas más poderosas de los tiempos, falleció mientras dormía en su cama.
La velaron, pero más tarde fue llevada por gente que la conocía.
—Lamento tu pérdida Gia...—dijo David al verla sentada en el suelo de su habitación.
—Ella se fue en paz...no sufrió. Pero al menos esta donde tiene que estar, con mis seres queridos.
David se distrajo por un momento en su larga cabellera. Parecía eterno lo largo y rojo que era , lo que sus ojos veían no era real.
Sin que lo pudiera evitar. Tomó su mano y la llevó al bosque.
—Mira, este lugar fue donde dimos nuestro primer beso —dijo mientras seguían mirando el camino —Pero hay algo más que quiero mostrarte.
Fueron un poco más lejos de ese lugar.
Le mostró un árbol, distinto de los demás, sus hojas eran de distintos colores. Tan irreal que a David la hizo acordarse de ella cuando lo encontró.
—Esto es tuyo—le mostró una pequeña cuerda de color azul —Se te cayó...en ese día, quería dárselo... Pero me daba vergüenza... Por aquélla vez en él que yo...
—¿En el que me diste un beso?
David se encogió los hombros. Luego tomo un largo suspiro.
—Si, pero ya estoy cansado de seguir ocultando. Giarhy yo te amo.
Se le acerco y la llevo contra el árbol.
—Quiero vivir esta vida. Junto a ti.
Giarhy se le escapó varias lágrimas de alegría. Tomó el rostro de David y lo beso. Ambos sellaron su amor ese día , haciendo el amor enfrente del árbol que ambos recordarían.