Ángeles Entre Nosotros (libro 1)

14

Brook no me lo dijo. No me dijo que los ángeles tenían prohibido enamorarse de los humanos. Lamentable, ya era demasiado tarde para evitar daños.

—Si, lo sé. Entre Cassia y yo no hay nada. —dijo Brook levantándose del sofá en el que se encontraba sentado mientras intentaba evadir mi mirada.

—Él tiene razón, entre nosotros no hay nada. —dije. Si él quería jugar yo también podía unirme al juego.

—Me temo que no puedo deshacer el hechizo, sólo Charlotte podría.

Brook y yo salimos del consejo desilusionados al ver que Leah no podía ayudarnos.

—No me lo dijiste. —le reclamé a Brook mientras caminábamos regreso a su casa.

—Porque no quería recordarlo, de hecho quería olvidar por completo esa regla. —respondió.

De pronto Brook comenzó a mirar algo o tal vez alguien en el bosque.

—Ve a casa y cierra puertas y ventanas. —dijo Brook entregándome la llave de su casa. Lo obedecí y fui a casa.

Realmente tenía mucha hambre pero al parecer Brook no tenía buena comida en su nevera. Opté por prepararme un cereal, pero al momento de tomar la leche para echarla en el plato, sentí un fuerte golpe en el rostro. Mire a mi alrededor pero no había nada ni nadie. Era como si el golpe proviniera del aire. Fue entonces cuando recordé sobre que trataba el hechizo : Todo el dolor que sienta uno lo sentirá el otro.

Demonios, ¿qué le estaban haciendo a Brook?

Decidí ir al bosque a pesar de que sabía que Brook se enojaría conmigo por hacer eso. Caminé adentrándome en el bosque, era tan silencioso que podía escuchar mis tenis al pisar el césped.

Finalmente pude ver cómo Brook estaba con un hombre a unos metros de mí, al parecer estaban hablando.
Por un momento pensé por la tranquilidad en el rostro de Brook que podían estar arreglando algunos conflictos, pero después vi al hombre tirarle un golpe a Brook. De inmediato lo sentí yo y caí al suelo. Mi impacto contra éste fue tan duro que se escuchó en el lugar causando que Brook y aquel hombre voltearan a verme sorprendidos.

—¿Cassia? ¿Eres tú? —se escuchó la voz de Brook. Me levanté del césped y caminé hacia él. — ¡No te acerques, Cassia!—Gritó.

La cara de aquel hombre que peleaba con Brook fue lo que realmente me sorprendió. Parecía estar shock, no dejaba de observarme con gran ¿admiración?

—Nunca creí poder ver algo así.. .—Dijo el hombre con una sonrisa.—Un humano...—El hombre intentó acercarse pero Brook lo impidió.— ¿Tú eres su ángel?—Le preguntó a Brook.

—Lo era.—Respondió él al recordar que le habían retirado sus alas.



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En el texto hay: angeles, amor, paranormal

Editado: 21.10.2018

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