Ángeles Entre Nosotros (libro 1)

19

—Para eso te hablo, idiota. Soy Chris, el chico de la cafetería. Cassia está herida y tomé su celular para llamarte. Está en mi casa pero creo que necesita ayuda médica o tal vez ayuda de Leah.

—¿Qué le pasó? ¿Está bien? Voy para allá.—Dije hablando muy rápido.

—Espera, ni siquiera sabes donde vivo.

—Claro que lo sé.

—¿Qué? ¿Pero cómo...—Colgué la llamada y me dirigí de inmediato al consejo para pedir la ayuda de Leah. Corrí tan rápido y preocupado hasta ella que fácilmente pudo suponer que yo estaba ahí por Cassia.

— ¿Ella está bien? —Preguntó Leah.

—Creo que no
De inmediato ambos salimos del consejo con la intención de ayudar a Cassia, si algo le pasaba yo nunca me lo podría perdonar. Es mi culpa por haberla dejado sola con el idiota ese.

Cassia.

Unos minutos después tocaron a la puerta de Chris, eran golpes desesperados, casi podía pensar que unos golpes más y tirarían la puerta. Chris abrió la puerta y por ella entraron Brook y Leah. ¿Qué hacia Leah aquí? ¿Era necesaria su presencia?

Brook se acercó corriendo hacia mí y me abrazó.

—¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?

Claramente mi pierna seguía doliendo demasiado, pero me percaté de algo que me hizo olvidarme del dolor por unos segundos.

—Brook... Tu pierna está bien, y la mía está sangrando.

Brook miró su pierna y puso cara de asombro.

—¡Es cierto! Entonces...

—Eso parece.... El hechizo terminó.

De la nada el hechizo terminó. Algo había convencido a Charlotte para deshacerlo.

—Dejame curar esa pierna.—Habló Leah acercándose a mí.

Puso ambas manos sobre mi herida, dolía demasiado. Luego pude ver como una leve luz blanca salía de sus manos y poco a poco el dolor iba disminuyendo. Al retirar sus manos de mi herida, ya no había dolor, y la herida se había convertido en tan sólo una cicatriz.

—¿Cómo hiciste eso? —Pregunté totalmente sorprendida.

—He hecho cosas mejores.—Respondió ella.

Hubo un silencio incomodo y todos intercambiábamos miradas.

—Bien. Ya que el hechizo termino, regresarás a casa.—Me dijo Brook.

— ¡¿Qué?! ¿Se la llevarán de aquí?—Preguntó Chris.

— ¡No! No me iré, recién llegué, Brook.—Reproché.

Era bueno el hecho de que el hechizo se haya terminado, pero por otro lado, realmente quería quedarme en Dines unos días más, sobre todo ahora que conocí a Chris. Tenía muchas dudas sobre cómo un humano podía permanecer tanto tiempo en un mundo lleno de otros seres.



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En el texto hay: angeles, amor, paranormal

Editado: 21.10.2018

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