Angeles y demonios

ENREDOS

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narrador omniciente

-Dicen que los humanos son seres tan complicados y que pueden ser problematicos. Estoy empezando a creer que tiene un poco de lógica.

Dentro de esta habitación hay tres seres que nunca esperaron estar juntos. Dos de ellos estan sentados como si fuesen niños castigados y de muy mal humor. El que habla, podemos decir que esta ocasión, una gran toga negra y lo cubre totalmente.

Apenas salen unos risos de su rostro. Se acerca a la ventana y sus manos mueven la cortina mostrando la lluvia caer. Regresa su vista a el demonio con su traje rayado el cual considera que tiene un gusto demasiado extravagante.

-Se supone Ether que tenías que usar la daga y sellar en alma para el intercambio...

-.Mmm- -No creí que una humana fuera tan decidida y tuviera el valor de  morir antes que yo la matara..  ¡La verdad me admiro ese detalle!...- Lo decía mientras observaba sus largar uñas negras.

Un fuerte golpe resuena en la habitación cuando el escritorio voló traspasando la pared. No obstante parece que a nadie le afecta esta demostración de enojo.

-¿Y tú? ¿Qué excusa me das?- Su voz agresiva dice esta perdiendo la paciencia.

-¿Llegar tarde?-Responde el demonio Ether mostrando su odio hacia el ángel.

-¡Peste! ¡Yo llegue a la hora acordada!   ¡Demonio inservible, no pudiste ni matar a una chica!...

-¡Al menos ahí estaba cuando me fuí! ¿Cómo perdiste el alma?-

Ya dije que no la perdí, no estaba ahí...!- El ángel se levanta con su vestimenta blanca y mueve sus alas acercandose al demonio y lo señala...

-¡No debiste dejar un trabajo tan importante a este demonio!...- Recrimina el ángel 

-¿Entonces qué paso?- Pregunta el demonio Ether.

-¡No lo sé!- Después se da la vuelta y decide  sentarse.

-¿Por qué llego un recogedor? ¿No dijiste que nadie llegaría por ella?- 

El ángel se le iluminan recordando porque se fue. Los dos individuos parecen esperar una respuesta pero no reciben nada. Entonces el demonio Ether comenta.

-¡Alitas!  Creo que no somos los únicos que no cumplimos bien nuestro trabajo.. ja ja ja- El demonio saca un puro empezando a fumar tranquilamente.

-¡Eso huele espantoso! ¡Hazlo en otro lugar, y mi nombre no es Alitas...!-  Suspira fuertemente tratando de ignorar al demonio  -Me gustan los cigarros, no los puros... -murmura suave...

-¡Admitelo! ¡Te gustaría uno de estos también!... ¿podríamos ir a una discoteca? y te relajarias tanto que tu cara dejaría de ser tan jalada.

-¡Alejate de mí!- Grita el ángel

-¡Ja ja ja!- ¿No crees que ya estamos juntos? Aunque no quieras, estamos en este embrollo juntos.

El ángel siente el humo que es tirado en su rostro por el demonio, empezando a toser. Mientras el otro se ríe escandalosamente diciendo algo sobre ser tan delicaditos.

-¡Esperen ordenes pronto!... ¡Sigan en sus actividades habituales! ¡No llamen la atención!

Los dos se quedan calladatos, esperando algo más que les indique los planes... 

-¡Tienen razón! ¡Ningún recogedor tenía que llegar! ¡Averiguaré que paso! ¡No podemos perder esa alma así como así!

-¡Oye jefe! -Aún no me has dicho porqué la chica es tan importante.- 

-¡Lo sabrán a su tiempo por el momento esperen mi llamado!-

El demonio Ether hace una reverencia y se va desapareciendo entre la oscuridad mientras que el ángel desaparece en luz.

La habitación alrededor queda hecho cenizas en un instante mientras la sombra se arrastra a través de las calles. Es mejor hacer las cosas personalmente. El idiota del archivador puede que haya cometido un error debo ir a interrogarlo... después de esperar tanto y encontrarla.

Ha tenido tanta paciencia a traves de los siglos... No puede perdarla por la incompetencia de todos. Esta vez no debo fallar, nadie le arrebatará lo que con tanto ahinco a preparado para sus enemigos.

Las luces se apagan poco a poco y la sombra avanza a través de la ciudad. El demonio Ether estaba escondido en un edificio verificando a su jefe. Si hay algo que tienen los demonios es que no confian en nadie casi nunca.

Que no supiera toda la historia sobre esto, le traía mala espina pero lastimosamente tenía un contrato y no podía estar en la tierra sin dar cuentas a su contratante. En realidad estaba obligado... Sí por el fuera estaría en otros placeres...

Su vida demoníaca dependía de su obediencia. Decidió ir a su lugar favorito y disfrutar de este mundo... o tal vez ir a molestar a su ángel favorito... definitivamente mejor molestar al ángel... desapareció en medio de la lluvia muy emocionado de su travesura.

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