Angeles y demonios

LA FERIA DE LA VIDA

Elea Lunn

¡Estoy muerta! ¡Tan muerta que hasta fui al infierno! ¡Tan muerta que en este momento estoy con la muerte misma! ¡Qué mejor respuesta que esa! ¿No creen?

Definitivamente no creí que este lugar sería donde la buscariamos la respuesta. Aún estamos en ese esplendoroso bosque de hojas secas negras y rodeado de total neblina. 

Pero ¡Esto! Sin duda esto se sale del huacal. Quizás pense que me llevaria a un cementerio o al amorgue, que se yo. Pero no aquí. Hay luces, enormes luces de colores neon, música, juegos, ruedas y muchas ¿calaveras?

-... Esto... es una... ¿Feria?-

-¡Yupi! ¡Adivinaste...!-

La muerte empieza a flotar hacia la entrada y quisiera estar alucinando pero creo escuche un tono de ironía pura en su voz.

¿La muerte se acaba de burlar de mí? ¿Está disfrutando mi cara de boba?  Aunque también creo que no le agrada mucho interactuar con sus... ¿clientes?¿almas?¿demonios?. Yo creo que con nadie. Empiezo a seguirlo como su sombra aún admirada de este ambiente festivo.

-¿Cómo esto nos va ayudar?-

Su silencio me demuestra que me esta ignorando otra vez. Suspiro diciendome "paciencia" Elea ya estuviste en el infierno que tal malo sería este lugar. ¿Cierto?. Mi corazón me dice que algo inesperado va pasar.

-¡Esperame!- 

Cuando atravesamos la puerta puedo ver muchas bolitas de luz ir de un lado a otro. No me lo van a creer pero hay hasta una montaña rusa enorme; muy muy alta. Las calaveras estan en algunos lugares junto con demonios atendiendo a las almas.

El carrusel de los caballitos ¿Los caballos se mueven de verdad?. ¿Comida?¿Qué clase de comida será?¿Podemos comer? Una voz fria interrumpe mis ideas.

-Antes que preguntes ¿Sí, si puedes comer?. Pero no es comida normal, esa es sólo para fortalecer tu energía espíritual.

-¿Lees la mente?- 

-No es necesario-

Me observa y parece buscar un lugar específico porque doblamos a la derecha buscando un patio super amplio donde solo hay luces mostrando un camino lleno de gradas.

-Tu cara dice todo y te agradecería que sigas mis indicaciones.-

Me quedo pensativa de porque estamos subiendo tantas gradas que llevamos un rato y no se ve final. Entonces observo atrás de mí y hay una vista maravillosa que se va formando de todo este lugar. Tenebrosa y asombrosa porque ver esqueletos por todos lados con esas lucecitas de colores es ireal.

Las gradas se terminan y hay unos demonios relagando globos y por ilógico que parezca las almas quedan prendidas a sus globitos. Yo quiero uno azul... Me acerco emocionada para recibir el mío. Cuando soy jalada por la muerte hacia otro lado... Mi globo se vaaa.....

-¿Qué pasa?¿No puedo agarrar uno?-

-No... - Lo dice tan frio y directo que no da pie a llevarle la contraria ¡Qué malvado!

-¡No!. ¿Por qué?-

Me sigue guiando empujandome lejos de mi globo y se que parece infantil pero es que siempre me han gustado los globos. Además ¡Gratis!.

La muerte se detiene frente a una de las puertas que llevan a varios  pasillos y una calavera me entrega una caja de ¿palomitas?¿Agua?¿Servilletas?. Me entrega un tickeck #7

-Gracias?-

Digo por educación, siempre hay que ser amables en todo lugar. Pero aún no comprendo para que debo llevar esto. Pasamos la puerta caminos el largo pasillo y ahí esta un gran número 7 a nuestro lado derecho.

Entramos y mis ojos se iluminan por una gran pantalla tamaño cine que esta dentro de esta habitación... Hay muchos asientos todos vacíos. 

-Vamos que ya va a comenzar.. -

La muerte avanza unas filas y se siente con su gran guadaña que no vi cuando la saco otra vez ni porque, se tarda en ponerla a un lado. Yo mientras me siento como la chica mas normal del mundo con la muerte. 

Este lugar es idéntico a una sala de cine. La única diferencia es que estamos solos... y veo que en su mano tiene un control de telévisión y lo enciende. Todas las luces se apagan y la pantalla ilumina la habitación.

-OK. puedes decirme ¿Qué colores hacemos en una sala de cine?-

Todo mi tranquilidad quedo alla atrás con mi globo azul y me siento frustrada. Lo he seguido todo el camino y no me ha explicado relativamente un pepino de que hacemos aquí.

-¡Ver la película!-

Entonces saca un papel todo raro y lo observa ignorandome otra vez. Después lo guarda y parece recostarse en su butaca. La verdad le queda demasiado pequeño para su tamaño. Casi me sonrió pero aún sigo disgustada y suspiro fuertemente. Miro mis manos aún les veo forma humana y observo detenidamente mi comida.

-¿La comida sabe igual que cuando uno esta vivo?-

Las palomitas se ven muy apetecibles en realidad, pero tengo miedo de probar a que sabe. Si es otro engaño y con esas cosas quizás me duerma o me convierte en esos esqueletos de ahi afuera.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.