Angeles y demonios

BRUJA VUDÚ

ÁNGEL DE LA MUERTE

Debieron ver su cara de susto, francamente fue una poesía que disfrute. Al menos eso la hizo pensar en otras cosas antes que estar llorando por su muerte. Es una chica fuerte otra en su lugar seria un paño de lágrimas.

Aparesco en una caverna húmeda y pudrefacta. Visitar este lugar me pone los pelos de punta. Fue uno de los motivos por qué la deje fuera de esto. Las gotas que caen del techo al suelo no es agua. Es sangre. Hay muchas partes de cuerpos insertados en las paredes de la caverna. Tiene un estilo muy particular de decorar su lugar de trabajo.

No vendría si no supiera que es la mejor informada del lugar. Se gano este territorio a punta de cuchilla. No lo digo literalmente, Empiezan las sillas de espera y empiezo apreciar sonidos de botellas y canticos. El humo empieza a llenar en ambiente. Fuese maravilloso que eso alejara el olor a carne podrida y sangre vieja pero no es así.

Llego a una gran malla de hilos y huesos. Piezas de dientes y dedos cosidos uno tras otro creando esta cortina tan artesanal para una bruja del vudú. La traspaso y me encuentro con la reina de los peores tratos que puede haber en el área. Sus estantes estan repletos de muñequitos de diferetes materiales. Ella sentada en un gran sillón de piel. Acaraciando su cabellera y sobre ella lleva unos grandes cuernos de vaca. Desde los encontro núnca se los quito. Excentrica a más no poder se los cosio a su cabeza ¿Con qué? Nunca quise saber.

Sólo dijo que su último exnovio le había ayudado. Lástima que terminó en un estantes. Más bien sus ojos y lengua. Usa una falda corta pero lleva tira de diferentes telas. Su tez es morena pero aquí no se distingue nada el color. Además le encanta pintar su rostro de blanco simulando la calavera misma que sueña ser un día.

Salta emocionada tomando su fémur y golpeandolo a un gran tambor hecho de piel humano y animales. Empieza a bailar como toda una esquizofrénica en un ataque. Después de un minuto parece llegar a su máxima expresión y se tira al piso. 

Sus manos se dirigen a mi túnica negra y levanta su vista sonriendo tan felizmente. Tiene la apariencia de una chica de 20 años y lo seguirá teniendo mientras robe y coma la vida de otros. Sus contratos con otros demonios le dan beneficios inimaginables. Mis hermanos son unos de esos proveedores.

Cuando nos conocimos; quiso lograr un trato también conmigo, pero nunca lo ha conseguido. Ni en mil años haría un trato. Me alejo de brujas tóxicas que les apasiona el canibalismo y desean almas para mantener su juventud eterna. Sus amantes pueden dar fé que es una mujer complicada en todos los sentidos.

Ella se levanta y vuelve a sonreirme señalando el asiento en el que estaba. Ni de chiste me sentare ahí.

-¿Estoy soñando? ¿El gran señor de la oscuridad visita mi santuario?. Tu motivo debe ser importante. -

Lo ven, que les mencione. Es una mujer de armas a tomar, sabe mas de lo que debería ser. Lo que más desea en la vida es tener en su poder un demonio propio para experimentar.

-Vú, señora de este cementerio y muchos. Por pura casualidad, ¿han venido visitas extrañas últimamente?. Cruzando tal vez el portal ¿Sabes algo?... o ¿Se te olvido darme ese mensaje?

-Estoy bien, ¡Gracias por preguntar!.

Un late con sangre fresca sería agradable para compartir contigo....- Su cara de cachorrito triste la hace parecer una niña inocente. Lástima que puedo ver todo dentro de su alma o lo que era su alma.

-Te he dejado aquí con una condición... ¿Recuerdas?- 

Me acerco a sus amados estantes de muñequitos Vudú.

-Y vuelve el burro al trigo... esos son detalles que no deberías hablar siempre que vienes - 

Entonces patalea y se sienta en su sillón de piel. Suspira pesadamente tapandose la cara pero de repente empieza a sonreír.

-¿Cuando piensas jugar conmigo?¿Sé que tu lado oscuro lo extraña?. El gran señor de la sangre y mitigador de almas.... ja ja ja. En tus mejores días no lo hubieses dudado. Ella misma lo ha dicho en mis mejores días que han quedado atrás.-

No tengo la paciencia de nadie y tomo uno de sus muñequitos en mis manos huesudas.

-Te regodeas y no contestas lo que quiero... ¿Quieres jugar? ¡Juguemos!-

El muñeco empieza a quemarse en mis manos convirtiendolo en una hermosa bola de fuego.

Corre y grita desesperada tomandolo en sus manos y abrazandolo.... Sus ojos brillan y cuando pienso que va decirme algo. Su cuerpo se queda estático, sus ojos estan cerrados pero después de unos segundos tiembla fervientemente. ¡Al fin apareció quien yo queria conocer!

Su cuerpo ya no es su cuerpo sigue temblando por varios segundos y otro ser tomó posesión de ella. Se coloca derecha  y sus ojos se abren, empieza a rodearme  con un rostro muy sonriente. Sin embargo cambia a una expresión sería y le sale una voz ronca y molesta.

-¡Tienes algo... que es mio!.- Toma otro puro y lo enciende tirando humo por doquier.

-¿En serio?- Me pregunto que le hace pensar que el alma de Elea es suya.




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